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Más acá y por debajo del soberanismo-independentismo

Noticias de (otra) Catalunya (XXXII)

Fuentes: Rebelión

I Una de las grandes noticias de esta semana: la dimisión (más o menos forzada) de Manel Prat, el director de los Mossos d’Esquadra. Repasen su historial (Ester Quintana, otros ojos vaciados, el desalojo de la plaza de los indignados, la muerte en el Raval,…), recuerden las fuerzas políticas y los consellers que le han […]


I

Una de las grandes noticias de esta semana: la dimisión (más o menos forzada) de Manel Prat, el director de los Mossos d’Esquadra. Repasen su historial (Ester Quintana, otros ojos vaciados, el desalojo de la plaza de los indignados, la muerte en el Raval,…), recuerden las fuerzas políticas y los consellers que le han apoyado, no olviden sus relaciones con el president Mas-voluntat-d’un-poble… y sigamos su trayectoria «profesional». Tendremos sorpresas. Seguro.

Tanto da por el momento: una copa de cava y admiremos y brindemos con y por los movimientos sociales y colectivos que no han cesado en sus críticas. ¡Han podido!

Una sugerencia: no estaría mal que el próximo año académico iniciáramos las clases de todos los cursos de enseñanza secundaria y unversitaria viendo y comentando la intervención de cierre de don Manel. Sin perder detalle, prestando atención especialmente a las palabras dedicadas al caso Quintana, como ejemplo de chulería, infamia, abyección y prepotencia descarnada. En esas manos hemos estado, en semejantes manos estaremos. El desorden de su ley.

Espadaler, por cierto, tuvo el pasado miércoles palabras más que elogiosas con don Manel. Y se negó a responder a una pregunta: ¿dimitirá si la sentencia del caso Quintana afirma que perdió un ojo a causa de una pelota de goma? Silencio…

Por cierto, Trias ha desautorizado su dimisión en estos términos. Palabras de cosecha propia, es alcalde de la millor botiga del món (ahora de nuevo, ¡la Rosa de fuego!): «Como alcalde de Barcelona yo no hubiera elegido este momento. Si estás en una operacón como la de estos días, pues intentas no buscarlo [el anuncio de la dimisión] cuando tendrás follón seguro.»

¿Follón seguro? ¿Operación como la de estos días? Hablaba de Can Vies por supuesto.

 

II

El lunes 26 de mayo, el día siguiente de las elecciones del 25M, los Mossos desalojaron Can Vies (no eran solo cuatro paredes, nunca son sólo cuatro paredes), uno de los centros sociales autogestionados de referencia de Barcelona. Ocupado desde hace 17 años por jóvenes de Sants y de otros barrios de Barcelona. Hasta el momento que escribo: diversas manifestaciones, algunas de ellas muy numerosas, enfrentamientos por las actuaciones policiales, personas heridas, detenciones, 17 identificadas, nuevas convocatorias, muestras de solidaridad de otros barrios y colectivos.

Los Mossos de Quadra, siempre muy suyos, intentaron entrar en la redacción de La Directa. Si los agentes no accedieron a la sede fue porque los periodistas -estaban en una reunión de consejo de redacción- bloquearon el acceso. Los Mossos, que tantas lecciones pacíficas nos transmiten permantemente en sus actuaciones, forzaron la entrada hasta acabar rompiendo, de forma totalmente intencionada, los cristales. Un periodista de la publicación resultó herido (por cristales, en la cara y el tórax) y ha tenido que ser atendido en un hospital. Otros informadores, que fueron alertados de los hechos, también fueron golpeados por distintos agentes del desorden. Salvo error por mi parte, Manel Prat era en aquel momento el jefe de los Mossos. Su despedida «profesional».

¿Hablan ellos de violencia? ¿Ellos, precisamente ellos?

El derrocamiento del edificio de Can Vies ya se ha iniciado. Las intenciones estaban claras.

Se ha recordado estos días las palabras del comisario de coordinación territorial de los Mossos d’Escuadra, don David Piqué, hace un par de años: «los iremos a buscar y ya se pueden esconder donde quieran, que los encontraremos. Sea en una cueva o en una alcantarilla que es donde se esconden las ratas. Tampoco les servirá protegerse tras unas siglas o una asociación o una capucha o una asamblea que no representa a nadie o una revista». ¿A qué da gusto escuchar estas proclamas tan democráticas?

¿Alguien ha denunciado la violencia de estos días? ¿Qué violencia? ¿La de los Mossos? No, la de los manifestantes. ¿Han herido a alguien los jóvenes que enrabietados, hasta el mismísimo moño de todo, viendo como se apropian de sus espacios, de su tiempo, de su vida, de su trabajo, de su ocio, de sus estudios, se han levantado en rebeldía y solidaridad y, en algunos casos, han quemado algunos contenedores de basura? ¿Un horror? ¿Con qué lo comparamos? ¿Queremos que alguna instancia en el negociado 23? ¿Que por qué no dialogaron y pactaron con el Ayuntamiento barcelonés? ¿No lo han hecho, no lo han intentado en otras ocasiones? Les recuerdo el resultado.

Por cierto, uno de los gestores del Ayuntamiento barcelonés que más duró se manifiestó contra el movimiento okupa y afines en su momento es ahora eurodiputado. Fue el segundo en la lista de ERC. Se apellida Maragall.

Algunos colectivos han exigido la inmediata puesta a disposición judicial del mando a cargo del operativo y de aquellos que atacaron sin motivo la sede de La Directa, la inmediata dimisión de delegado de gobierno en Barcelona, la reparación de los inmuebles violados y el absoluto respeto hacia los derechos humanos y la libertad de prensa. No veo por qué no se incluye al conseller de Interior del gobierno de la Generalitat de Cataluña.

Jordi Mir, profesor de la UPF, discípulo de Francisco Fernández Buey, director del CEMS (Centre d’estudis dels moviments socials), ha hablado de dos causas para explicar lo sucedido: «Una de fundamento, de malestar que viene de largo, por la forma de hacer del Ayuntamiento, y ora acelerante, el desalojo.» Por la senda de la comprensión.

Por supuesto y sin atisbo para ninguna duda: todo fluye, nada ha terminado. Ni muchísimo menos.

III

El gran éxito de ERC, ha escrito Ramón Zallo, el mantenimiento de CIU, aunque deja de ser coyunturalmente la primera fuerza, y el buen resultado de ICV (no cita a EUiA), afianzan el espacio soberanista. Los resultados de 2009 (54,8% de votos para fuerzas no soberanistas frente al 37,7% de CIU, ERC y ICV) podían tener una interpretación ambigua dado que en la época el PSC se declaraba catalanista, añade. Ahora que se ha distanciado de ese campo en lo político, los datos son rotundos señala: el 55,8% del espectro es partidario del derecho a decidir (la independencia se olvida se señalar), y solo (¿sólo?) el 30,36% está en contra. Dejemos aparte las cuentas y su forma de contar y separar y de reunir lo que puede ser homogéneo. ¿O lo es ICV y CiU? No habría que tener en cuenta la abstención del 53% -¡de más del 50%!- en sus cálculos? ¿No hay forma de entender que lo que se está vinculando en Catalunya actualmente no es el ejercicio democrático del derecho de autodeterminación, abonado por la solidaridad entre pueblos y ciudadanos, sino el avance de un proceso supuestamente independentista (absolutamente dependiente de las insancias de poder europeas) que considera que todo lo que tiene que ver con España, con la de García Lorca y Machado o con la de Mola y Queipo de Llano, tanto da A que no-A en esa mirada, es siempre un desastre sin paliativos?

Pero además, concluye, Catalunya se orienta hacia la izquierda. ¿Hacia la izquierda? Del empate a 41% en 2009, afirma, se ha pasado a una izquierda (incluido PSC) con un 48,2% frente al 38% de derecha y centro. ¿Quién suma Zallo en ese 48,2%? ¿A ERC? ¿Esquerra Republicana una fuerza de izquierda? ¿Qué política de izquierda ha practicado y apoyado ERC en estos últimos 35 años?

Estos resultados, afirma además, animan a continuar con el calendario favorable a la consulta pero también avisan a Mas de que se acabó la política de recortes. Dejó aparte lo de la consulta. ¿Y quién avisará al president voluntat-d’un-poble de que hasta aquí hemos llegado? ¿Los «republicanos de izquierda»de ERC? ¿Será una broma?

IV

Se coja el indicador que se coja, ha señalado Vicenç Navarro, el mensaje que estos transmiten es que Cataluña está en una situación social muy preocupante. «Las clases populares están experimentando un deterioro muy marcado de su bienestar social y calidad de vida. El gasto público social, medido tanto por el indicador de gasto público social como porcentaje del PIB, como por el de gasto público social por habitante, ha caído sustancialmente durante la crisis, a la vez que las necesidades sociales han aumentado enormemente». El número de personas en situación de pobreza y el nivel de pobreza que cada pobre experimenta han aumentado significativamente: es uno de los peores de la Unión Europea de los Quince (UE-15). Este descenso del gasto público social, resultado en gran parte de las políticas de recortes del gasto público llevadas a cabo por los gobiernos de la Generalitat, no es «Madrid» el responsable, ha contribuido a esta situación.

Cataluña es también el país que tiene menos gente adulta trabajando en servicios públicos. Una persona adulta de cada dieciséis (1/16) trabaja en estos servicios, comparado con una de cada cinco en Suecia. «Si tuviéramos el mismo porcentaje de personas adultas trabajando en los servicios públicos que tiene Suecia, Cataluña tendría 740.000 nuevos puestos de trabajo.» No habría paro.

El Estado español -el Estado central y el gobierno de la Generalitat- recibe escasos ingresos, debido a políticas fiscales insuficientemente progresivas. «Contrasta la riqueza del Estado (con un PIB per cápita que es mayor que la media de la UE-15) con la pobreza de los ingresos al Estado y con el bajo nivel de gasto público, incluyendo el gasto público social». La Generalitat de Cataluña se gasta solamente el 72% del gasto público social por habitante que se gasta la media de los países de la UE-15, menos de las ¾ partes.

La renta de las familias del 20% con más ingresos de Cataluña, prosigue el profesor Navarro, es prácticamente 6 veces superior a la renta del 20% inferior. Este incremento de las desigualdades ha sido mayor en Cataluña que en España.

V

Don Millet ha superado mejor que bien el primer asalto. Tranquilo, muy tranquilo, sigue paseándose por Pedralbes, su barrio de toda la vida. Con su amigo Montull. La vida sigue igual, como siempre, como cantaba don Julio Iglesias, uno de sus cantantes preferidos.

En total un añito de cárcel (que será na de na) y una multa de 3,6 millones en su caso y de 900 mil euros en el caso de su ayudante. Para ellos, una cena tranquila en un restaurante popular el fin de semana. ¡El Palau y la financiación de CDC bien vale una fiesta!

Y hay más: Ramon García Bragado, Ramon Massaguer, Enric Lambies, Carlos Díaz (ex concejal «socialista» de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona, ex gerente de Urbanismo, director jurídico y responsable de la tramitación del hotel, respectivamente) han sido absueltos de prevaricación.

La fiscalía, que pedía más de 10 años para don Millet y su mano derecha (derecha-derecha) pedía diez años por tráfico de influencias y falsedad documental, recurrirá ante el Tribunal Supremo. ¡Que haya suerte y que la fuerza le acompañe!

VI

Cuando en Catalunya, y a través de la revista cafeambllet, se difunde y refuerza un camino de luchas y denuncias contra las listas de espera, han comentado los amigos de Dempeus, también se aportan elementos para no dejar nunca al margen el conquistado y necesario protagonismo empoderado de la persona enferma, ni tolerar (bajo un lenguaje que se pretende neutro, técnico-profesional) criterios mercantiles y excluyentes en un tema que juega un papel determinante en la privatización de la sanidad. Por lo que al lenguaje se refiere, y de manera especial, ni se puede «normalizar» bajo ningún supuesto la supuesta regulación de las listas de espera en función de la DEMANDA -porque, afirman, no hay NADA HAY MÁS MANIPULABLE QUE LA DEMANDA cuando un servicio público olvida adecuarse a las NECESIDADES- ni caer en la trampa de abandonar la lucha por la Sanidad Pública para morder la manzana envenenada de «hacerse de una mutua», si es que hay posibilidad o salud suficiente para ello. La idea publicitada día tras día por el conseller Boi Ruiz.

En Dempeus per la salut pública son conscientes de que unas listas de espera «humanas» fueron en algún momento, de manera primordial, la garantía de igualdad, de que se atendiera antes a la persona más enferma que a la más poderosa o influyente. Han hecho un giro importante: «denunciamos que son ya ahora el caballo de Troya con el que quieren justificarnos privatizaciones (llamadas eufemísticamente externalizaciones)… y que para ello se sacrifican las necesidades reales a la «demanda».

No podemos caer en la trampa. Tampoco lo hace el artículo «Así se lucha contra las listas de espera» del Cafeambllet dedicado a este tema porque «el enorme crecimiento de las listas de espera en los últimos dos años empieza a ser preocupante y supone una barrera entre la ciudadanía y su derecho a recibir una atención sanitaria de calidad.»

¿Hablaremos alguna vez de ese dret a rebre y de la importancia esencial de colectivos como Caféambllet y Dempeus? Gracias.

La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) recuerda que el presupuesto sanitario se ha reducido enormemente en los últimos años (desde la llegada del PP al poder), pasando de 70.464 millones de euros en 2009 a 57.632 millones en 2014 (casi un 18% menos, 12.832 millones menos) con menos trabajadores de la Sanidad Pública (53.000) y en cierres de plantas, quirófanos, puntos de atención continuada, etc. La situación de las listas de espera ha empeorado reflejando los últimos datos un aumento de las mismas de un 24%.

Actualmente hay en Catalunya 181.000 personas (toda la población de Santa Coloma de Gramenet más su propia mitad) que están esperando una intervención quirúrgica, 27.000 más que en 2010. Cerca de 20.000 hace entre uno y dos años que esperan a ser intervenidas y otras 6.000 esperan entre dos y tres años. «Las listas de espera han aumentado porque se han cerrado plantas y quirófanos y se han echado a médicos». Lo ha dicho Teresa Fuentelsaz, del sindicado Metges de Catalunya, una organización más que moderada. Desde el punto de vista presupuestario, la sanidad catalana ha pasado de los 9.874 millones de euros en 2011 a los 8.289 en 2013, una disminución de 1.600 millones de euros.

La Plataforma por el Derecho a la Salud (PDS) detectó que solo en las listas de espera de dos hospitales 46 personas llevan más de tres años esperando una operación de mano, y 104 hace tres años que esperan por una fusión raquídea, una intervención indicada para luchar contra el dolor agudo de espalda. Los responsables sanitarios, por supuesto, publican los tiempos de espera medios, pero las medias esconden los casos extremos. La Plataforma de Afectados por los Recortes Sanitarios (PARS) destapó hace un año que la Conselleria de Salut utilizó datos erróneos de 2011 para simular una disminución del tiempo de espera.

Metges de Catalunya advertía de que la situación de las listas de espera es «aterradora»: «esto solo es la punta de un iceberg de una tragedia que no aflora por la ‘picaresca’ en el maquillaje de las demoras reales».

Desde Dempeus denuncian las nuevas prácticas «retardadoras» especialmente graves por perversas y culpables. Denuncian las «indicaciones» (órdenes verbales, que no dejan rastro punible) de algunas direcciones gestoras de centros públicos y concertados «para demorar en el tiempo la inclusión de casos en lista de intervención, solapar procedimientos e intervenciones y la omisión premeditada para que no conste por escrito el nombre adecuado para indicar ciertas técnicas que conllevan seguimiento de control y entrada estadística (artroscopia, hallux valgus, prótesis…) que se sustituyen por otros términos menos concretos o evidentes y sobretodo menos comprometedores.»

Para este colectivo, «la alternativa pasa por el control y transparencia públicos de las listas de espera, los criterios y la metodología veraz de las evaluaciones y seguimientos, pero también por la reversión de todas las políticas de mixtificación de lo «público privado» que acaban derivando recursos públicos a intereses privados y mercantiles: co-RE-pagos, denuncia de conflictos de intereses y corrupciones al uso, y de todas las políticas de agresión y debilitamiento del carácter público.» La alternativa, insisten, pasa de inmediato por revertir el recorte laboral ya sea en forma de no renovaciones, contratos en precariedad, no cobertura de jubilaciones y bajas y despidos.»

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.