Dentro del presupuesto militar anunciado por Obama para 2010 encontramos un hecho sorprendente. Se han aumentado de manera espectacular los «presupuestos fantasma», las partidas secretas dedicadas a financiar programas y actividades clasificadas. El total dedicado a estos presupuestos fantasma es de, al menos, 50.000 millones de dólares, mientras que el año pasado fueron 32.000. Esta […]
Dentro del presupuesto militar anunciado por Obama para 2010 encontramos un hecho sorprendente. Se han aumentado de manera espectacular los «presupuestos fantasma», las partidas secretas dedicadas a financiar programas y actividades clasificadas. El total dedicado a estos presupuestos fantasma es de, al menos, 50.000 millones de dólares, mientras que el año pasado fueron 32.000. Esta cifra es la más alta de la historia, alcanzando una cantidad similar a los presupuestos totales de defensa de países como Reino Unido, China o Francia. Dentro de los presupuestos fantasma, 17.700 millones están dedicados a I+D, un 22% del presupuesto de investigación del Departamento de Defensa.
Y probablemente hay más fondos militares secretos que estos. El gobierno de EE.UU. se niega a especificar cual es el presupuesto de la CIA, y mucho de su presupuesto se gasta en actividades militares. Por ejemplo, la CIA estuvo fuertemente implicada en el famoso avión espía no tripulado SR-71 «Blackbird» en la guerra fría y muchas veces era pilotado por personal de la CIA.
Asimismo es bien sabido que la CIA ha ido desplegado un número significativo de operativos «paramilitares» en terreno extranjero en diversas ocasiones – tanto mercenarios locales como personal estadounidense. Es un secreto a voces que la agencia tiene una flota de aviones no tripulados Predator que han sido usados para eliminar a gente en países como Yemen y Pakistán.
Históricamente, los programas de investigación clasificados han desarrollado tecnologías como satélites de reconocimiento o aviones de combate. Debido a las restricciones en el acceso a estos programas y a las dificultades del Congreso para hacer un seguimiento de éstos, es imposible saber con exactitud en qué ni cómo se está gastando el dinero invertido en ellos, y muchos de estos programas de Investigación y Desarrollo han resultado grandes fiascos. Un ejemplo reciente es el programa Future Imagery Architecture, que debía desarrollar la siguiente generación de satélites espía. Debido a cuestiones técnicas el programa fue suspendido provocando unas pérdidas de 4.000 millones de dólares.
Como en el pasado, la Fuerza Aérea ha recibido la mayor parte de estos fondos, más de un 80%, ya que se cree que es la responsable de subvencionar a las agencias de inteligencia estadounidenses (CIA, NSA y NRO), así como de los satélites de reconocimiento y espionaje, que tienden a ser programas fuertemente clasificados. 12.000 millones de fondos clasificados están dedicados a los programas de investigación de la Fuerza Aérea (un 43% de su presupuesto de I+D).
Además de las cantidades conocidas de los presupuestos fantasma, en algunas partidas militares ni siquiera se especifica la cantidad destinada. Algunos ejemplos son el «Apoyo de Inteligencia para Operaciones de Información», la «Iniciativa de Ciber-Seguridad» de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés). La NSA es la agencia encargada del control de la información transmitida por cualquier medio de comunicación, y está detrás de la red de espionaje ECHELON, diseñada para interceptar comunicaciones a través de internet, teléfono, fax, radio y satélite a lo largo de casi todo el mundo, además, incluye análisis automático y clasificación de las interceptaciones.
¿Dónde va todo este dinero? Es imposible saberlo con seguridad. Aparentemente, gran parte, si no toda, de las agencias norteamericanas de inteligencia están financiadas por los «presupuestos fantasma». Por otra parte, según la compañía de noticias Congressional Quaterly, especializada en el congreso estadounidense, una cantidad no especificada de fondos va a parar a un programa de desarrollo de satélites espía «electro- ópticos», que recogen información recorriendo el espectro electromagnético. Aunque el coste de este programa es secreto, se estima que será de varios miles de millones de dólares. Otros proyectos en los que trabajan son aviones de combate no tripulados o software para el procesamiento de datos de vigilancia y reconocimiento.
Fuentel: http://www.antimilitaristas.org/spip.php?article4289