El programa estadounidense Comunidades Seguras, que facilita la deportación de reos indocumentados y que ha sido puesto en marcha por primera vez en un condado del centro de Florida, preocupa a trabajadores del campo de la localidad, que aseguran ser perseguidos por la policía. El sistema, que permite a las cárceles locales acceder a la […]
El programa estadounidense Comunidades Seguras, que facilita la deportación de reos indocumentados y que ha sido puesto en marcha por primera vez en un condado del centro de Florida, preocupa a trabajadores del campo de la localidad, que aseguran ser perseguidos por la policía.
El sistema, que permite a las cárceles locales acceder a la base de datos de la Oficina Federal de Investigación (FBI) y del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) con el fin de conocer los antecedentes criminales y migratorios de los detenidos, comenzó a operar hace una semana en la cárcel del condado Lake.
De acuerdo con Nicole Navas, portavoz del ICE en Florida, a diferencia de otros programas, con Comunidades Seguras, «las agencias locales y estatales del orden no tienen autorización del ICE para imponer leyes migratorias en su nombre».
«El sistema es sólo utilizado por las cárceles en jurisdicciones que lo han adoptado y no es usado por policías en las calles», aclaró en entrevista con Efe.
Sin embargo, en Lake la comunidad inmigrante se siente intranquila ante la implementación del nuevo sistema.
«Nos preocupa este sistema porque no ayuda, sólo le está dando más apoyo al Gobierno de Lake para deshacerse de todos los inmigrantes hispanos, porque es sabido que allí continúan arrestando a conductores sólo por ser hispanos», dijo a Efe Tirso Molina, coordinador general de la Asociación Campesina de Florida, con base en Apopka.
En opinión de Molina, cuya entidad denunció en 2008 el uso del perfil racial por parte de la oficina del alguacil Gary Borders, el nuevo programa hará que más jornaleros hispanos que no pueden obtener una licencia de conducir se marchen del área por temor a ser arrestados.
«La gente vive con temor a salir a la calle, a conducir y a ser pasajeros porque cada vez que arrestan a alguien por no tener licencia de conducir, que no es un crimen violento ni mayor, lo deportarán sin dudas», sostuvo el activista, quien cree que ese es el objetivo de las autoridades policiales del condado.
Navas explicó que una vez una persona arrestada es llevada a la cárcel y fichada, sus huellas digitales son comparadas con la base de datos biométricos y si encuentra una correspondencia, el ICE es notificado automáticamente y los oficiales determinan cada caso de manera particular, dándole prioridad a los delincuentes violentos como violadores sexuales, traficantes de drogas y asesinos.
Hasta la fecha ICE ha deportado a 1.502 personas con este sistema, 182 criminales violentos o nivel 1 y 1.320 de infractores de niveles 2 y 3, es decir aquellos que han cometido delitos menores, como robos y violaciones a las leyes de tráfico.
Fuente original: http://elpais.cr/articulos.php?id=17366