Guinea Ecuatorial es uno de los 30 mayores productores de petróleo del mundo, según su ministerio de Minas, pero la corrupción, según el grupo de vigilancia de la legalidad, Global Witness, la mayoría de los habitantes del país viven en la pobreza. El consejero político de Global Witness, con sede en Estados Unidos, Sasha Lezhnev, […]
Guinea Ecuatorial es uno de los 30 mayores productores de petróleo del mundo, según su ministerio de Minas, pero la corrupción, según el grupo de vigilancia de la legalidad, Global Witness, la mayoría de los habitantes del país viven en la pobreza.
El consejero político de Global Witness, con sede en Estados Unidos, Sasha Lezhnev, declaró a IRIN que «Guinea Ecuatorial es la dictadura de la que nadie habla. El Gobierno gana miles de millones con el petróleo cada año, pero el 60 % de la población vive con menos de un dólar al día».
Lezhnev asegura que el Gobierno no ha desvelado el paradero de más de 2.000 millones de dólares de beneficios nacionales en bancos privados del extranjero. «Esto plantea serias dudas sobre el compromiso del Gobierno con la transparencia», asegura.
Según el Banco Central de los Estados Africanos, Guinea vendió sus 1.800 millones de barriles de crudo en 2007 por valor de 4.300 millones de dólares americanos, que suponen el 90 % de la economía del país. La Corporación Exxon Mobil hizo uno de los mayores descubrimientos de petróleo en las aguas territoriales de Guinea, cerca de la isla de Bioko, donde está la capital del país, Malabo, en 1992, y ahora es responsable del 75 % de la producción de petróleo del país.
Guinea Ecuatorial tuvo uno de los 60 ingresos percapita más altos del mundo, en 2007, alrededor de 20.000 dólares, según el Banco Mundial. Pero los cálculos del ingreso percapita varían mucho dependiendo del recuento de la población, recuento que las agencias internacionales acusan al Gobierno de haber manipulado para las elecciones de 2001. El recuento de la población oscila entre los 600.000 y el millón de personas. En cualquier caso, los ingresos de este país son diez veces superiores a los de cualquier vecino del África Subsahariana.
Acceso al trabajo restringido
Pero muchos residentes aseguran que hace falta mostrar lealtad al partido gobernante del «Kubait de África», como muchos denominan al país, para poder beneficiarse de la producción de petróleo. «Para poder trabajar con las compañías petroleras», asegura Ramon Riloha, «tienes que presentar un carnet de miembro del Partido Democrático de Guinea, del Presidente en el poder. Yo no he podido trabajar desde 2003, cuando el partido descubrió que no era miembro del mismo».
Antonio Otogo dijo a IRIN que no ha podido encontrar trabajo en 18 años. «Yo trabajaba como funcionario civil. En las elecciones multipartidistas de 1991, me hice miembro del Partido del Progreso, (partido de la oposición legalizado en 1997). Desde entonces, no he podido encontrar trabajo, ni siquiera en el sector privado. Se me trata como enemigo del país».
Fotos a los barrios pobres prohibidas
El Fondo para la Infancia de la ONU calcula que menos de la mitad de la población tiene acceso a agua potable, y el 20 % de los niños mueren antes de cumplir los cinco años. El coste medio de una consulta médica es de ceca de 60 dólares, mientras que el salario mensual medio es de 186 dólares.
«El petróleo no ha logrado sino hacernos más pobres», dice Antonio Buecheku, un agricultor de la isla de Bioko. «Mira dónde vivimos, en chabolas sin agua ni electricidad», añade su vecino Juan Mba, un funcionario civil, que vive en un barrio pobre de Malabo de nueva construcción. «Antes de aparecer el petróleo, no nos iba mal, sin los nuevos ricos burlándose de nosotros con su recién encontrada riqueza».
Los periodistas internacionales tienen prohibido hacer fotos a los cientos de barrios pobres dentro y alrededor de la capital, sin una acreditación especial del Gobierno. Los residentes de Shantytown han atacado a los periodistas locales que intentaban hacer fotos, y han destruido sus equipos, «la gente que vive en la miseria no quiere que se le tomen fotografías», comenta un periodista local.
El director para el país de las Naciones Unidas, Liman Kiari Tinguiri declaró a IRIN en julio de 2008 que «el extraordinario crecimiento económico de un 16 % en los últimos 15 años ha hecho muy poco por aliviar la pobreza de la isla. El país está clasificado todavía como uno de los menos avanzados. Con una de la mortandad infantil más alta del mundo, 206 de cada 1.000. En términos de desarrollo humanos, todavía hay un montón de progreso que hacer.
Corrupción
Un economista del Gobierno que pidió anonimato a IRIN declaró que el país sufre del fenómeno económico conocido como «síndrome holandés», por el que el aumento de los beneficios derivados del petróleo está relacionado con un aumento de la corrupción y un declive del sector manufacturero.
En el índice de la corrupción 2008 de Transparencia Internacional, Guinea Ecuatorial tiene la octava imagen más corrupta del mundo. «El país muestra síntomas del síndrome. La gestión y distribución de los ingresos por petróleo son el principal problema», asegura el economista, que continuó prediciendo «un sistema de saqueo y monopolio de las riquezas, la expansión de la corrupción. El fenómeno de mejoras públicas innecesarias, y, eventualmente, las condiciones que pueden llevar a la inestabilidad política e incluso a un conflicto armado».
Pero el viceministro de Medioambiente, Carlos Nsue, desmiente las predicciones fatalistas sobre el descontrol de la riqueza del petróleo, «Como en todos los países del mundo, no es fácil luchar contra la corrupción. Durante años, hemos trabajado con el Banco Mundial para sumarnos a la Iniciativa de la Transparencia en las Industrias Extractivas, para mejorar la credibilidad de nuestro país ante los socios bilaterales y multiculturales».