Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Universidad Al Nasser, Trípoli – «Cuando crezca, quiere ser como vosotros, muchachos», bromeó este cada vez más flácido visitante estadounidense de mediana edad, a sus interlocutores libios, adolescentes o treintañeros, cuando nos despedimos anoche y prometimos volver a encontrarnos pronto para continuar nuestro diálogo sobre nuestro tema: «¿Qué diablos pasa en Libia y por qué?»
No estaba bromeando totalmente y me sentía melancólico al pensar en nuestra última conversación de cinco horas que parecía haber comenzado solo 30 minutos antes. Cómo una de esas raras clases en la universidad en la que la conferencia del profesor y la discusión en el aula son tan interesantes que uno se siente desilusionado cuando la clase termina.
La mayoría de los extranjeros y la población local están de acuerdo en Libia occidental en que hubo pocas señales a principios de febrero de que Libia oriental estallaría como lo hizo y muchos todavía no comprenden qué y quién lo causó y por qué y cómo. Pero cuando media docena de brillantes, enérgicos, nacionalistas, estudiantes y posgraduados libios están de acuerdo con una discusión sin ningún tipo de restricciones, es un verdadero placer participar. No se puede decir que preguntas específicas planteadas y opiniones expresadas por estudiantes libios en Trípoli y sus suburbios representen actitudes en el este de Libia, un tercio del país que sigue en gran parte bajo control rebelde. Esto, a pesar de la insistencia del estudiante de Al Fatah en que una mayoría de sus amigos, familia y tribus de Bengasi y del Este, incluso con ese barniz regional de salafistas y de focos yihadistas arraigados, estarían en gran parte de acuerdo con sus puntos de vista.
Libia Oriental tiene una larga historia de antipatía hacia el gobierno de Trípoli desde los días (1951) en que el Imperio Británico en desintegración instaló, con el acuerdo de Italia, a Idriss Senussi como monarca para velar por sus intereses. El Rey de Libia, Idriss I, fue derrocado por la Revolución Fatah dirigida por el coronel Gadafi en 1969. Actualmente, uno de los objetivos de algunos de los grupos que forman el «Consejo Nacional de Transición» es la restauración de la monarquía, promovida por la tribu Senussi. Los estudiantes en Trípoli informan que algunos de sus parientes y amigos en la tribu Senussi que viven en Bengasi saben que elementos de al Qaida se opondrán a una monarquía incluso si ahora no se pronuncian por el momento y se ajustan a su guión suministrado por la CIA sobre el tema de la democracia y los derechos humanos, incluidas las mujeres.
Nuestro «Foro Libia 101», como acordamos llamarlo, pidió a los estudiantes libios que formularan y presentaran a la discusión preguntas clave que creen que deben ser respondidas a fin de comprender y resolver lo que aquí llaman: «Nuestra crisis».
Resultó que las preguntas eran la parte fácil y reflejaban el sentimiento generalizado en el oeste de Libia, resuenen o no en Bengasi y su área.
Mi joven amigo Hassan, estudiante de literatura inglesa, presentó rápidamente tres preguntas difíciles para la discusión en el grupo después de disculparse por llegar atrasado y de explicar que la seguridad había aumentando en las calles de Trípoli después de informes sobre infiltraciones y sabotaje por rebeldes que Gadafi había eludido en la televisión la noche antes. Hassan repitió lo que hemos escuchado de otros: que hubo algunos disparos en el centro y un informe de Al Jazeera sobre la explosión de una bomba en el Sheraton Four Points Hotel en construcción.
Ismail, estudiante de empresariales se burló al oír la mención de Al Jazeera que, como la BBC y CNN, es considerada ampliamente como muy poco objetiva si no como verdaderas propagandistas rebeldes. El sitio en la web de la BBC ha sido bloqueado una vez más en Internet por el gobierno y la oficina de la BBC en Trípoli acaba de recibir el nuevo reemplazo del productor, Daniel Fisher, un tipo agradable que se presentó esta mañana, y que al parecer me confundió con Jack Nicolson. La llegada de Daniel tiene lugar después de quejas del gobierno libio y la partida del anterior periodista de la BBC, quien, después de la manifestación de más de un millón a favor de Gadafi en la Plaza Verde, que duró hasta bastante tarde, informó que los que vio saliendo de Trípoli la mañana siguiente «huían de Trípoli y que el bastión de Gadafi podría «hacer implosión en cualquier momento».
El informe de la BBC fue una tontería total. Esas familias, que periodistas de la BBC y de CNN afirmaron que «huían», simplemente volvían a los suburbios de Trípoli de donde habían partido, después de dormir en la ciudad.
Hassan planteó sus preguntas: «¿Quién nombró al Grupo de Contacto Libio [LCG¸ por sus siglas en inglés] para que se involucrara en nuestro país y que legitimidad tiene su membresía en la OTAN para ordenar que el Secretario General de la ONU (17 de Julio de 2011) impusiera condiciones para resolver la crisis sin la participación de Trípoli y de los grupos de Bengasi?»
«¿Tiene derecho la OTAN, después de establecer el LCG, a dar órdenes al Consejo de Seguridad de la ONU y al Secretario General de la ONU y su personal?»
Amani, quien acaba de obtener un puesto en la televisión deportiva libia, presentó varias preguntas para su discusión:
«¿Cómo pueden pretender EE.UU. y la OTAN que respetan el derecho internacional cuando la OTAN ha matado más de 1.100 civiles libios afirmando que respeta las Resoluciones 1970 & 1973 de la ONU, que la OTAN interpreta a su gusto utilizando operaciones militares para lograr objetivos políticos? Las Resoluciones de la ONU sobre nuestro país limitaron la participación de la OTAN al establecimiento de «una zona de exclusión aérea» que fue lograda en dos días. ¿Autorizó la ONU otros cuatro meses de bombardeo o la expansión de la misión original a numerosos intentos de asesinato de nuestros dirigentes y una masiva destrucción de la infraestructura?
Amani agregó: «También ¿por qué no hubo ningún esfuerzo por enviar una misión investigadora a nuestro país para investigar realmente los falsos informes en los medios sensacionalistas y de los rebeldes a pesar de repetidos llamados libios, árabes y africanos para que vinieran, vieran y establecieran los hechos?»
Sanaa, estudiante de enfermería preguntó: «¿Por qué Libia? Hemos tenido buenas relaciones con EE.UU. y Europa desde 2003. Es bien sabido que la CIA y Libia colaboraron considerablemente en 2009 y 2010. ¿Ataca EE.UU. solo cuando un país tiene petróleo? El gobierno de Zimbabue ha tratado a su pueblo mucho peor que el nuestro pero no hubo intervención alguna. ¿Y qué pasa con Bahréin, Yemen y Siria? ¿Habrá civiles en esos países que necesiten la intervención humanitaria de Obama?»
Nadia, estudiante de medicina, planteó la pregunta: «¿Es posible que toda la desinformación sobre lo que ha sucedido a nuestro país desde el comienzo de la tercera semana de febrero sea solo accidentes inocentes o malos reportajes? Por ejemplo, todas esas historias sobre violaciones alimentadas por el Viagra y el alcohol; los informes de los medios occidentales sobre las masacres de civiles por nuestro gobierno, que Trípoli esté a punto de hacer implosión sobre nuestros dirigentes, las afirmaciones de que el coronel Gadafi no tiene legitimidad o apoyo popular, que hay caos en las calles de Trípoli y que la población está aterrorizada, o que nuestro líder está herido y huyó a Venezuela, etc., etc. ¿Quién creó todos esos falsos informes y por qué?»
Imad, estudiante de ingeniería preguntó: «¿Por qué bombardeó la OTAN nuestra torre de control del tráfico aéreo civil el fin de semana pasada, hiriendo a más civiles? Incluso nuestro director del aeropuerto dijo que el sistema de la torre de control es 100 por ciento civil. Lo mismo han dicho funcionarios de la IATA y algunos estadounidenses.»
Hind, estudiante de TI y voluntaria de un grupo femenino dijo: «¿Esperan los estadounidenses y la OTAN que una Libia post Gadafi les será más agradable si logran echar a nuestro líder? ¿Tienen alguna idea de cuánta cólera ha creado su agresión en nuestro pueblo? Están convirtiendo a nuestro líder en una personalidad muy popular no solo en Libia y África entre la gente por doquier que se opone a las guerras de EE.UU. y a su intento de hegemonía. ¿Pueden llegar a esperar EE.UU. y la OTAN que van a llegar alguna vez a lograr la reconciliación? ¿Será tanto mejor el próximo gobierno?»
Estas preguntas de los estudiantes no han tenido respuesta y por cierto las preguntas que se hacen aquí son más frecuentes e intensas.
Los estudiantes en la Universidad Al Nasser y sus compatriotas exigen respuestas de la Casa Blanca, la OTAN e incluso de los medios occidentales instalados en el Hotel Rexis de Trípoli, en los que no confían. Hasta la fecha ninguno de ellos ha podido proveer respuestas coherentes.
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