NACIONES UNIDAS – Cuando los diplomáticos de la ONU son acusados de delitos civiles o penales -desde infracciones de tráfico a abusos sexuales- evitan el procesamiento y las demandas civiles amparándose en la inmunidad diplomática.
Se trata de un privilegio que ejercen los diplomáticos de todo el mundo, incluidos los de Estados Unidos destinados en el extranjero.
En los años de las décadas de los 70 y 80, hubo diplomáticos de varios Estados miembros con problemas económicos que se vieron aislados de sus países de origen, faltos de liquidez, y no pudieron pagar sus alquileres y sus facturas de teléfono y electricidad, además de sus cuotas como miembros de la ONU (Organización de Naciones Unidas).
Los propietarios, que han tenido amargas experiencias en sus enfrentamientos con los inquilinos por los impagos de los alquileres y los daños causados a sus apartamentos, evitaron que los diplomáticos fueran inquilinos porque estaban protegidos por la inmunidad diplomática y no podían ser arrastrados al Tribunal de Reclamaciones de Menor Cuantía.
Así que, al menos en un edificio de apartamentos de la ciudad de Nueva York, el propietario tenía un cartel que decía: «Perros y diplomáticos no son bienvenidos».
Pero el 21 de agosto estalló un caso de una ofensa más grave por parte de un diplomático de Sudán del Sur, acreditado ante la ONU, que fue detenido por violación, una acusación hecha por una vecina en un edificio de apartamentos de Manhattan.
Sin embargo, se acogió a la inmunidad diplomática para evitar ser procesado por la policía de Nueva York.
La inmunidad solo puede ser levantada por el país que acreditó al diplomático ante la ONU o, en su defecto, Estados Unidos podría declarar al diplomático persona non grata (PNG).
En la diplomacia internacional, PNG es un estatus aplicado por un país anfitrión a los diplomáticos extranjeros para quitarles la protección de la inmunidad diplomática contra la detención y el enjuiciamiento.
Pero Sudán del Sur fue más allá: retiró a su embajador y lo devolvió al país.
Una carta, fechada el 25 de agosto, del Ministerio de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional de Sudán del Sur, cuya copia fue obtenida por IPS, dice: «Lamentamos que nuestro diplomático se haya visto involucrado en un presunto incidente de violación con una residente de la ciudad de Nueva York».
Ese ministerio tomó la decisión de retirar inmediatamente al diplomático en cuestión, a la espera de una investigación completa de un comité especializado. El diplomático en cuestión está ahora de vuelta en Sudán del Sur y ha sido suspendido de sus funciones, “a la espera del resultado de esta investigación”.
La carta también dice que el ministerio «quiere aprovechar esta oportunidad para reiterar la posición del gobierno de Sudán del Sur, y de hecho del Ministerio de Asuntos Exteriores, de que la mala conducta sexual en cualquier forma es atroz y totalmente inaceptable».
“Como gobierno, hemos trabajado incansablemente desde nuestra creación para garantizar la protección de los derechos de las mujeres y las niñas. El Ministerio de la Función Pública ha trabajado con funcionarios de todo el país para llevar a cabo formaciones de sensibilidad”, añade.
Más allá de la ratificación de los instrumentos regionales e internacionales para la protección de las mujeres y las niñas, dice la carta, «también hemos trabajado para recibir la dirección de nuestro grupo de género y juventud para aplicar en la práctica estos instrumentos en todo el país, porque creemos que vivir una vida libre de violencia de género y de hecho la amenaza de ella, es un derecho para todos».
“El mandato de nuestras misiones en el extranjero es doble. Proteger los intereses de los ciudadanos sursudaneses en el extranjero y promover relaciones bilaterales sólidas con nuestros países anfitriones. Es lamentable que, en este supuesto caso, se haya puesto en peligro esto último. Nos comprometemos a colaborar estrechamente con las autoridades estadounidenses competentes para tomar las medidas oportunas, tras el resultado de todas las investigaciones”, expresa la carta, en un claro intento de control de daños.
Remarca también que el gobierno sursudanés “apoya a las víctimas de agresiones sexuales en todas partes y se compromete a seguir protegiendo a todos los que corren el riesgo de sufrir violencia sexual».
Antonia Kirkland, responsable mundial de Igualdad Jurídica y Acceso a la Justicia de la organización Equality Now (Igualdad Ahora), dijo a IPS que «acogemos con beneplácito el reconocimiento de Sudán del Sur de la gravedad de estas acusaciones de violación contra uno de sus diplomáticos de la ONU”.
“El estatus de una persona -independientemente de si es un diplomático, un jefe de Estado, un miembro de la realeza o un empleado de la ONU- no debería ser una excusa para la impunidad o para evitar que alguien se enfrente a la justicia si ha cometido un acto de violencia sexual u otro delito grave”, señaló.
La activista por la igualdad de genero considera que “en los casos de violencia sexual, no debe invocarse la inmunidad diplomática y las acusaciones deben ser investigadas y procesadas eficazmente, y los autores condenados deben ser castigados”.
“También es vital que las víctimas reciban todo el apoyo y la justicia que merecen y a la que tienen derecho, remarcó.
En consonancia con su declarado compromiso con las supervivientes de acoso sexual delictivo por parte de sus propios empleados y su intención de renunciar a la inmunidad en estos casos, “esperamos que la ONU anime a Sudán del Sur a cooperar estrechamente con Estados Unidos y las autoridades de Nueva York para garantizar que el caso se investigue a fondo», declaró Kirkland.
“Si las conclusiones indican que las acusaciones de violación son creíbles, Sudán del Sur debe defender el estado de derecho y garantizar que el caso llega a los tribunales, y si se le declara culpable, garantizar que se le castiga como corresponde”, añadió.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, dijo a los periodistas el 23 de agosto sobre el caso que “creo que cualquier presunta violación o agresión sexual debe ser investigada a fondo. Se trata de un asunto particular entre el Estado miembro y el gobierno de Estados Unidos, pero lo seguiremos de cerca».
Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.
T: MF / ED: EG