El patrón demográfico de China está experimentando cambios significativos. La población total sigue aumentando, aunque la tasa de crecimiento disminuye. Al mismo tiempo, crece el envejecimiento del país.
En 2019, la proporción de personas mayores de 65 años había alcanzado el 12,6 por ciento de la población total, y en el 2025 es probable que supere el 14 por ciento. A pesar de que China adoptó políticas que permiten a todas las parejas tener dos hijos, la tasa total de fecundidad del país está disminuyendo después de un breve aumento inicial. Eso significa que la proporción y la cantidad de personas en edad laboral continuarán disminuyendo.
Por otro lado, China sigue siendo la nación más poblada del mundo. Su enorme y educada fuerza de trabajo ha contribuido a su desarrollo económico. El enorme mercado interno de consumo es también la clave para que China mantenga su fuerte resiliencia económica. La relativamente baja relación de dependencia total de la población significa que el país todavía está en un “período de oro” favorable para el desarrollo económico. Al mismo tiempo, la fuerza laboral del país experimenta cambios positivos. Los individuos con educación superior ya representan el 50,9 por ciento del aumento reciente de la fuerza laboral. Esto perfeccionará la estructura industrial, transformando el modelo de desarrollo económico.
Teniendo en cuenta las cambiantes tendencias demográficas, China ha ajustado su política demográfica y la hará más “inclusiva” para perseguir un estado de diversidad social y armonía entre las personas, entre las personas y la sociedad, y entre las personas y la naturaleza.
Es probable que las restricciones existentes para tener hijos se flexibilicen aún más, de modo que el derecho a decidir sobre tener hijos puede regresar a las familias y a las propias mujeres.
Tomará mucho tiempo establecer un entorno sistemático y cultural inclusivo para la crianza de los hijos, pero es necesario que el país acelere dicho proceso creando una opinión pública, entorno social y políticas favorables.
La política demográfica del país debe apoyar el desarrollo familiar de una manera más integral, no sólo en la etapa reproductiva, sino durante todo el ciclo de matrimonio, crianza y educación. Es alentador que China esté poniendo en marcha un sistema de apoyo al matrimonio y el descanso de maternidad, las prestaciones de maternidad, la protección de los derechos e intereses laborales, el cuidado de los hijos y la educación de los niños.
Dado que el cambio demográfico es un proceso de largo plazo, la política demográfica de China debería prestar más atención a la formulación y aplicación a largo plazo de su estrategia y el enfoque debería centrarse en mejorar la estructura y la calidad de la población para promover un desarrollo poblacional equilibrado.
Yang Ge es investigador de temas de población en la Academia de Ciencias Sociales de China.