Cerca de 230.000 personas desplazadas desde el golpe de estado en Myanmar por los combates entre el régimen militar y nuevas milicias y ejércitos de minorías étnicas.
En los cuatro meses transcurridos desde que la junta militar derrocó al gobierno democráticamente electo en el país, más de un cuarto de millón de personas de siete regiones en Myanmar se han visto desplazadas por los enfrentamientos entre el ejército y las milicias o los combates entre grupos armados de las minorías étnicas, informaron el miércoles grupos de asistencia.
El 1 de febrero, el ejército de Myanmar arrebató el poder a la Liga Nacional para la Democracia o NLD de Aung San Suu Kyi en un golpe de estado, rechazando su victoria aplastante en las elecciones generales de noviembre de 2020 al considerarla un fraude electoral. La junta no ha aportado ninguna prueba que respalde sus afirmaciones y prácticamente toda la ciudadanía, a pesar de sus diferencias, ha protestado en su contra.
En medio de la agitación nacional, el ejército ha intensificado las ofensivas en zonas remotas del país surasiático de 54 millones de habitantes, dando lugar a encarnizados combates con una plétora de milicias de las Fuerzas de Defensa del Pueblo o FDP, formadas para proteger a las personas residentes de las tropas leales a la junta. Los grupos armados de las minorías étnicas de otras partes de la nación han aprovechado la inestabilidad para invadir territorio ajeno.
Hasta la primera semana de junio, los grupos de asistencia estiman que, en el estado Kayah, más de 100.000 personas se han visto obligadas a huir de los enfrentamientos, 14.000 en el estado Kachin, 100.000 sólo en el municipio de Moebye, en el sur del estado Shan, así como 2.000 más al norte del estado, 60.000 en el estado Kayin, 15.000 en el estado Chin, 15.000 en la región de Sagaing y 10.000 en la región de Magway.
Las 226.000 personas desplazadas de 2021 se unen a las más de 500.000 personas refugiadas generadas durante décadas de conflicto militar entre el ejército estatal y los grupos armados de las minorías étnicas, más de medio millón de personas que ya se contabilizaban como desplazadas internas a finales de 2020, según la ONG noruega Centro de Seguimiento de Desplazamientos Internos.
Aung Myo Min, Ministro de Derechos Humanos del Gobierno de Unidad Nacional o NUG en la oposición en Myanmar, compuesto por líderes electos del país, dijo al Servicio de Myanmar de la RFA que está trabajando con el Ministerio de Gestión Humanitaria y de Desastres para ayudar a las personas refugiadas.
«Estamos trabajando con parlamentarios y grupos locales en las regiones para cubrir las necesidades de refugio y asistencia de las personas desplazadas «, dijo. «Estamos tratando de encontrar formas de proporcionarles alimentos y medicinas».
Aung Myo Min informó que el Ministerio de Educación también está trabajando para ofrecer programas de educación a menores desplazados que no puedan asistir a las clases, mientras que el NUG está colaborando con organizaciones sanitarias de las minorías étnicas para proporcionar atención médica a las personas refugiadas.
En el estado Kayah, al este de Myanmar, el 20 de mayo se produjeron combates en el municipio de Demoso entre el ejército y una rama de la milicia de las Fuerzas de Defensa del Pueblo o FDP, formada para proteger a residentes de los ataques del ejército, lo que obligó a 10.000 personas a huir, según Ma Khine, colaboradora del Comité de Asistencia a las Personas Refugiadas del Estado Kayah.
A finales de mes, al menos 100.000 personas habían huido de sus hogares después de que el ejército bombardeara los municipios de Loikaw, Demoso y Hpruso con ataques aéreos, Ma Khine detalló.
«Las personas que huyeron a las selvas y montañas tienen que vivir en tiendas de campaña improvisadas en arboledas de bambú y bajo los árboles», dijo a RFA, puntualizando que ahora necesitan desesperadamente medicamentos y alimentos.
«Gran parte del agua disponible no es lo suficientemente buena para beber y muchas personas sufren de diarrea. Es la temporada de lluvias y las condiciones son muy difíciles durante los aguaceros fuertes.»
Según el censo gubernamental de 2014, cerca de 300.000 personas viven en el estado Kayah, principalmente en los municipios de Demoso y Hpruso, lo que sugiere que una de cada tres personas ha sido desplazada por los combates.
Combates en otras regiones
En la frontera con Tailandia, en el estado Kayin, al este de Myanmar, hay más de 60.000 personas desplazadas, de las cuales casi 40.000 huyen de los ataques aéreos y de los bombardeos de artillería perpetrados por el ejército contra el distrito de Papun, controlado por la Unión Nacional Karen o KNU, según el Grupo Karen de Apoyo a la Paz.
«Sus unidades de artillería bombardeaban constantemente [la zona] y sus unidades terrestres lanzaban ataques frecuentes desde los puestos de avanzada cercanos, por lo que hubo muchas bajas entre la población civil. Sus líneas de comunicación están totalmente cortadas», dijo la portavoz del Grupo Karen de Apoyo a la Paz, Naw Wah Ku Shee, añadiendo que las personas refugiadas necesitan ahora desesperadamente alimentos y seguridad.
En el estado Chin, al noroeste de Myanmar, más de 15.000 personas de aproximadamente 50 aldeas del municipio de Mindat han huido a las montañas para escapar de los combates entre el ejército y los miembros de la milicia de la Fuerza de Defensa del Territorio Chin o CDF, una red de personas voluntarias que se formó en abril y que se enfrenta al ejército de Myanmar, el segundo ejército más poderoso del sudeste asiático, con hondas y con los mismos toscos rifles de chispa Tumee utilizados en la década de 1880 para luchar contra colonizadores británicos.
«El ejército está lanzando ataques contra los lugares donde se refugia la gente», dijo una fuente local a RFA bajo condición de anonimato, por temor a represalias.
«Han venido en tres columnas, cada una con más de 100 soldados. Nos resulta difícil conseguir arroz y agua y no hay mantas. Tampoco hay seguridad. Podemos oír todo el día desde nuestro campamento el sonido de las armas pesadas «.
La Organización de Derechos Humanos Chin o CHRO calcula que unas 40.000 personas civiles han huido de sus hogares en todo el estado Chin desde mayo.
En el municipio Kani, en la región de Sagaing, al noroeste de Myanmar, más de 15.000 personas de unas 40 aldeas se han visto desplazadas desde el 2 de abril por los combates entre las FDP locales y el ejército.
«La gente se enfrenta a muchas dificultades: tienen que ir a buscar comida con las fuertes lluvias y no tienen ninguna protección contra los elementos», dijo a RFA un miembro de las FDP del municipio Kani.
«Sobreviven alimentándose de animales salvajes. No tienen suficientes medicamentos. El ejército se ha ido por el momento. Pero si vuelve, veremos más personas refugiadas».
En la región de Magway, al oeste, los combates entre las FDP y el ejército en el municipio de Gangaw continúan desde el 3 de junio, lo que ha provocado que más de 10.000 personas de seis aldeas busquen refugio en las montañas.
«La mayoría de la gente se esconde ahora en las selvas «, dijo una persona residente. «Algunas personas sólo cuentan con una comida al día, mientras que otras no tienen nada».
Además de los enfrentamientos con el régimen militar, los numerosos grupos armados de las minorías étnicas de Myanmar han seguido luchando entre sí en busca de nuevos territorios, lo que ha agravado aún más la crisis de personas refugiadas en el país.
En el vecino estado Shan, los combates entre las fuerzas del Consejo de Reconstrucción del Estado Shan o SSRC y las fuerzas combinadas del Partido Progresista del Estado Shan o SSPP y el Ejército de Liberación Nacional Ta’ang o TNLA comenzaron a finales de abril en los municipios de Hsipaw y Namtu, en el norte del estado Shan, obligando a unas 2.000 personas a huir de sus hogares, según fuentes.
Aunque los enfrentamientos han remitido desde el 4 de junio, más de 100 casas de cuatro aldeas fueron destruidas en los combates, dejando a muchas personas que habían escapado del peligro sin un lugar para vivir.
Preocupaciones de la ONU
El martes, las Naciones Unidas en Myanmar expresaron su preocupación por lo que denominaron «el rápido deterioro de la seguridad y la situación humanitaria en el estado Kayah y otras zonas del sureste de Myanmar».
La ONU se refirió específicamente a los 100.000 hombres, mujeres y menores estimados en el estado Kayah que, según dijo, están buscando un lugar seguro entre las comunidades de acogida y los bosques del estado Kayah y también en el sur del estado Shan, y señaló que la crisis podría llevar a las personas refugiadas a cruzar fronteras internacionales, como ya se ha visto en otras partes del país. Se cree que unas 15.000 personas civiles han huido a través de la frontera con el estado indio de Mizoram para escapar de los combates de las últimas semanas en el estado Chin.
La ONU subrayó la necesidad urgente de alimentos, agua, refugio, combustible y acceso a la atención sanitaria para las personas que huyen de los combates, informando que la ayuda que ha distribuido es insuficiente, especialmente para las personas que se encuentran en lugares remotos donde la inseguridad, las restricciones de viaje y las malas condiciones de las carreteras están retrasando la entrega de suministros.
Un portavoz de UNICEF en Myanmar dijo a RFA el miércoles que más de 200 miembros de su personal están trabajando para apoyar los esfuerzos de ayuda a menores afectados y proporcionarles agua, alimentos y otras necesidades.
Según el grupo en pro de los derechos con sede en Tailandia, la Asociación de Asistencia a Presos Políticos o AAPP, 858 personas civiles han sido asesinadas y casi 4.800 personas han sido detenidas en Myanmar desde el golpe militar.
Fuente original en inglés: https://www.rfa.org/english/news/myanmar/displaced-06092021204154.html
Información del servicio de RFA en Myanmar. Traducido por Khin Maung Nyane. Escrito en inglés por Joshua Lipes.