Manim Ahmend Yacub, representante de UGT Sario nos ofrece una visión sobre el actual conflicto en torno al Sáhara y las perspectivas de cara a buscar una salida al mismo.
– ¿Cuál es la situación actual del Sáhara Occidental?
– La situación política en el Sáhara es la de un proceso de referéndum que nunca se ha celebrado. Un momento de impase y no hay negociaciones desde hace tres años. Desde la renuncia del enviado especial alemán de NU debido a presiones del consejo de seguridad (principalmente Francia, gran avalador del sistema feudal monárquico de Marruecos) no hay relación directa entre el Frente Polisario y Marruecos.
Además, a partir de la represión marroquí contra la sociedad civil saharaui, que protestaba contra los tejemanejes ilegales que permiten a Marruecos expoliar nuestros recursos naturales, en noviembre de 2020, el Frente Polisario volvió a la lucha armada en defensa de nuestros derechos legítimos e inalienables.
Ahora estamos en una situación muy difícil, a la guerra y ocupación hay que sumar los efectos económicos y sanitarios de la COVID y también el conflicto en torno a Ucrania.
Con esos antecedentes internacionales, la ayuda humanitaria se ha reducido y las carencias han contribuido a una mayor desnutrición y la pandemia además la afrontamos solos sin alimentos ni medicinas.
No obstante la labor de sensibilización del Frente Polisario a la población ha permitido afrontar esas dificultades.
– ¿Cómo valoras el papel de la llamada comunidad internacional?
– El actual proceso de guerra es algo que no deseo a nadie. Pero la comunidad internacional nos ha empujado a tomar nuestras armas para poder visibilizar nuestro conflicto y hacer cumplir lo acordado y negociado: el referéndum de autodeterminación. Desde 1991 estamos esperando y creo que la comunidad internacional debería obligar a Marruecos a sentarse en la mesa de negociación.
– El Gobierno del Estado español ha dado un giro y se ha alineado con Marruecos, ¿cuál es vuestra valoración?
– Para nosotros es algo inexplicable. El presidente Pedro Sánchez ha dado este paso en un momento donde menos lo esperábamos y nos ha dolido mucho. Lo entendemos como la segunda traición de Madrid tras el reparto del Sáhara entre Marruecos y Mauritania.
Los diferentes gobiernos del Estado español habían mantenido la neutralidad al lado de las resoluciones de NU, apoyando la búsqueda de una solución pacífica en base a los acuerdos antes citados.
En este contexto tan complejo alinearse junto al opresor en lugar de estar al lado del oprimido no lo esperábamos. Madrid no puede renunciar a su papel en el Sáhara hasta la celebración del referéndum de autodeterminación vigilado y tutelado por NU.
El Gobierno español ha desperdiciado una oportunidad inigualable, ya que tenía la oportunidad de ser la puerta de Europa del gas argelino y en lugar de ello ha apostado por el opresor en detrimento de los derechos humanos.
Nosotros aceptamos las relaciones diplomáticas y de normalidad entre el Estado español y Marruecos, pero no a coste de los derechos del pueblo saharaui.
– ¿Qué os parecen los acuerdos entre EEUU y Marruecos y los posteriores acercamientos de Rabat hacia algunas capitales del mundo musulmán?
– Hay que diferenciar entre pueblos, religiones y gobiernos. No tenemos nada contra el pueblo marroquí, de hecho tenemos muy buenas relaciones con diferentes sectores del mismo.
No es el mismo caso de las monarquías feudales que gobiernan algunos de esos estados. Estas buscan sus propios intereses y generalmente esos gobiernos reaccionarios son también aliados de EEUU y de algunos gobiernos occidentales. Desde 1975 no esperamos mucho de ellas, siempre han intentado acabar con nosotros, apoyando con dinero y armas a la monarquía feudal marroquí. Son esas dictaduras feudales del golfo, las que han abastecido con armamento y logística a Rabat.
En cambio tenemos muy buenas relaciones con los pueblos de esos países del golfo, del norte de África y otros estados musulmanes. Repito, es importante diferenciar entre gobiernos y pueblos y la sociedad civil.
– ¿Cuál es el escenario que podría presentarse en torno al Sáhara Occidental en los próximos meses?
– A corto y medio plazo, tras el conflicto entre Ucrania y Rusia probablemente habrá una vuelta de hoja y habría que volver a una mesa de negociación donde Marruecos y el Frente Polisario busquen una solución, esa es nuestra apuesta.
Si no nosotros nos mantenemos firmes en nuestra postura. Estamos en una situación mejor, podemos presionar a través de la lucha armada tanto a Marruecos como a la comunidad internacional.
A corto plazo, tras las presiones Marruecos no podrá aguantara una guerra y sus diferencias internas (políticas, sociales y económicas). Deberá solucionar (el problema del Sáhara), porque de lo contrario sin una solución no habrá ni paz ni estabilidad ni en la zona ni en la región.
– La comunidad internacional, liderada por las Naciones Unidas, continúa sin reconocer la anexión de facto marroquí, ¿qué pasos debería implementar esa comunidad para solucionar el conflicto?
– La comunidad internacional generalmente está en manos de multinacionales que siempre velan por sus intereses. No les interesa buscar soluciones a los conflictos. En el caso del Sáhara siguen obteniendo beneficios del expolio de nuestras riquezas en colaboración con algunos gobiernos.
Junto a la lucha armada también buscamos soluciones por vías jurídicas o legales. Así, UGT Sario presentó una denuncia ante el Tribunal Supremo Europeo. Recientemente a salido una sentencia donde señala que Marruecos y Sáhara son países separados y diferentes. Algunos gobiernos reaccionarios y las multinacionales continúan con el expolio. Va a tardar, pero llegaremos a nuestro objetivo. Tendremos una resolución a nivel internacional y una sentencia a favor de poner fin al expolio de nuestros recursos, que ha beneficiado a Marruecos y ha alargado nuestro sufrimiento.
A largo plazo estaremos avalados con sentencias internacionales, eso sí, si se cumple o se aplica depende de los gobiernos pero, por lo menos mostramos que también buscamos una salida y la vía que puede solucionar el conflicto. Pedimos que se presione a Marruecos para cumplir con esta resolución.
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