El gobierno sudanés dijo que acataría la resolución aprobada el viernes 30 de julio por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que le impone un plazo de 30 días para detener la violencia en Darfur o enfrentarse a sanciones internacionales. Aunque Sudán aceptó la resolución dejó en claro su inconformidad con el documento, presentado […]
El gobierno sudanés dijo que acataría la resolución aprobada el viernes 30 de julio por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que le impone un plazo de 30 días para detener la violencia en Darfur o enfrentarse a sanciones internacionales.
Aunque Sudán aceptó la resolución dejó en claro su inconformidad con el documento, presentado por EE.UU. y adoptado con 13 votos a favor y las abstenciones de China y Pakistán.
El canciller sudanés Mustafa Osman Ismail afirmó que la decisión carece de equilibrio y ha enviado un mensaje erróneo a los grupos rebeldes anti-gubernamentales.
Las fuerzas del gobierno y las milicias árabes Janjaweed -acusadas de recurrir a masacres, secuestros y violaciones para atemorizar a la población civil- han estado enfrentando la rebelión de algunas tribus de etnias negras africanas en la región de Darfur, en el occidente del país.
Más tiempo
Ismail confirmó que el Consejo de Ministros de Sudán se reunirá este domingo para responder formalmente al reclamo internacional.
También adelantó que su gobierno estima que hace falta más tiempo para aplicar los compromisos asumidos ante la ONU el mes pasado.
En tanto, el secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell, instó al gobierno sudanés a hacer todo lo posible para poner a las milicias Janjaweed bajo control dentro del plazo establecido por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Mientras que el embajador estadounidense ante la ONU, John Danforth, expresó que Sudán tiene ahora una «pequeña ventana de oportunidad» para producir una mejora dramática en Darfur.
Se estima que los enfrentamientos han dejado unos 50.000 muertos y han obligado a cerca de un millón de personas a huir de sus hogares en los últimos 18 meses.
El Comité Internacional de la Cruz Roja asegura que, a pesar de los compromisos asumidos por el gobierno de Sudán en las últimas semanas, la violencia en Darfur no se ha detenido y con ella, tampoco el éxodo de pobladores.
Las lluvias dificultan la llegada de ayuda humanitaria y para muchos de los habitantes de la región, el único alimento disponible es pasto, semillas silvestres y pequeños insectos, advirtió el organismo.