Entrevista con Elisabeth Rotzetter, cooperante europea en Tanzania
Luego de trabajar cuatro años con HakiElimu (Amigos de la Educación) en Tanzania como cooperante de Interteam, Elisabeth Rotzetter, 50 años,, especialista en finanzas públicas, se desempeña actualmente como coordinadora de Solidarmed en ese país del este africano. «Una experiencia muy rica. Sin duda he aprendido mucho más en África que lo que yo misma pude aportar profesionalmente» enfatiza la cooperante suiza al iniciar esta entrevista exclusiva. De un continente con un marcado «pasado misionero» a un presente repleto de desafíos y nuevos actores, el camino es complejo y desafiante. Y la cooperación debe tener la capacidad de «escuchar con atención las necesidades reales del Sur», para dar respuestas correctas, enfatiza.
DE SUIZA A TANZANIA
P: ¿De su país de origen al Africa… un cambio muy drástico en cuanto a lo profesional y a la forma de vida?
R: En efecto. Al principio todo era muy difícil. Vivía a 10 kilómetros del centro de la ciudad y eso significaba, con transporte público, un viaje de casi dos horas diarias para ir a mi trabajo. Con el paso del tiempo la organización contraparte se convirtió realmente en mi familia. Había sido creada por una veintena de personalidades locales, profesores de universidad, especialistas en derechos humanos. Y tenía por objetivo reforzar la movilización de los ciudadanos, de los padres de familia, para asegurar un mejoramiento de la educación. Nuestro objetivo era de informar y formar la gente sobre los derechos ciudadanos en torno a la educación.
P: Y de esa experiencia a la actualidad…
R: Luego de cuatro años como voluntaria, estaba muy integrada en la realidad cotidiana de Tanzania. Sentí que era importante experimentar nuevos desafíos. Me presenté y fui seleccionada para encargarme de la coordinación de Solidarmed en ese país, donde estamos presentes tanto al norte como al sur, con dos proyectos principales.
Nuestro objetivo esencial es mejorar el sistema médico-sanitario. Impulsamos tareas de educación (por ejemplo con respecto al cólera y al SIDA); de prevención; de organización en las comunidades. Apoyamos también un hospital que asegura la tri-terapia para los enfermos del SIDA. En este área, seguimos las políticas y lineamientos del gobierno tanzano. Contribuimos a consolidar los programas del Estado sin pretender reemplazarlo. Es la única forma de asegurar que nuestro aporte sea realmente durable.
EL APORTE INTERPERSONAL
P: Luego de esta experiencia en el este africano, ¿cuál es su valoración sobre la presencia de cooperantes expatriados, de la cooperación a través del intercambio de personas?
R: Pienso que el voluntariado es muy positivo. En todo caso mi propia experiencia es inapelable. Aunque soy consciente que no siempre es fácil. Conocí otros cooperantes que tuvieron más problemas. En mi caso, tuve la suerte de llegar a una organización bien estructurada, que sabía claramente lo que esperaba de mí.
P: Subraya la importancia de una contraparte sólida…
R: En efecto. Uno de los problemas de muchas organizaciones del sur, en todo caso en África, es que no siempre tienen la estructura adecuada para recibir un voluntario. No es el cooperante el que va a crear la organización. Sino que viene en tanto que apoyo. Muchas veces las ONG del norte se confrontan con el problema del tipo de contraparte…
P: ¿Es decir una cierta debilidad de la sociedad civil africana? ¿De dónde viene esa fragilidad?
R: No es a mí de responder a esta pregunta. Lo que sí siento es que hay que cuestionarse permanentemente. El sur necesita al norte. Las ONG del norte ofrecen un servicio. ¿Pero qué quiere realmente el Sur? Hay que hablar más para conocer, realmente, sus necesidades. Ejercer una más consecuente actitud de escucha y de respeto. La relación de contrapartes, como concepto, es magnífica. ¿Pero qué significa realmente?
LA NOCION DE CONTRAPARTES
P: Se lo pregunto a Usted… ¿Qué significa realmente una relación de contrapartes con el África?
R: Idealmente, una relación de personas en igualdad total, en horizontalidad. Pero no siempre es así. El sur necesita del norte. El norte necesita ubicar sus cooperantes. Y de esta forma se establece una relación que puede ser enriquecedora pero que puede también ser portadora de desequilibrios. Me explico: si de un día al otro la cooperación decide retirarse, Tanzania, África, el sur, siguen existiendo y deben poder sobrevivir…
P: Quiere decir que el sur no siempre necesariamente espera a un voluntario que viene del norte…
R: En efecto, no siempre nos esperan con los brazos abiertos. No están para esperarnos. No pueden esperarnos. Hay algunas pequeñas ONG que apuestan, especialmente, a fondos y recursos. A veces la sola presencia de una persona no basta si queremos ser eficaces.
P: Acaba de señalar algo vital: la necesidad de una mayor aptitud de las organizaciones suizas y del norte para escuchar mejor las demandas del sur. ¿Hay un método ideal?
R: No, no hay una fórmula mágica. Tal vez un elemento importante es tener una coordinación estable, presente en el país a largo plazo, con capacidad de escucha y de mediación. Esto lleva tiempo para construirlo. África y Europa, no vivimos en el mismo planeta si se trata de la categoría del tiempo. Y si bien es importante hablar del impacto de la cooperación, no se puede medir el mismo en dos o tres años a través de la presencia de un cooperante.
RECIBIR MAS QUE DAR
P: Si de tiempo se habla… ¿Cuál es el balance de la experiencia de cuatro años como cooperante?
R: ¡Excelente! Aprendí mucho más de Tanzania y del África de lo que pude aportar. Especialmente, cómo funciona el sistema, la cultura, el otro. Trabajé con profesionales talentosos que me ofrecieron sus conocimientos y experiencias. Si bien yo contaba con los conocimientos técnicos, en tanto que expatriada me confronté con otros desafíos: el de la confianza en mí misma; el de la capacidad para relativizar; la aptitud de ser más paciente… Y, en paralelo, realicé una reflexión de fondo sobre los valores existenciales, humanos, esenciales. Como la calidad de vida, el ritmo cotidiano, el valor de la salud.
P: ¿Y su aporte en concreto en esos años?
R: Pude contribuir a la racionalización del sistema organizativo de la organización donde trabajé. Ayudé a clarificar las estructuras y las tareas. Eso era lo que me habían solicitado. Ir al fondo de las cosas; el sentido del detalle; poder explicar claramente el porqué de ciertos métodos…
EL TIEMPO, CONCEPTO ESENCIAL
P: Y si de futuro se habla, ¿qué tendrían que mejorar las ONG del norte para cualificar la relación de contrapartes con el África?
R: Insisto: hay que tener tiempo. Y tener personas en el terreno que escuchen las necesidades reales del sur. La gente aspira a vivir mejor, quiere tener un trabajo, ganar un salario decente, estar socialmente protegida…
P: Y si tuviera que comparar su antiguo trabajo como voluntaria y el actual en tanto que coordinadora de proyectos…
R: Son roles diferentes. Tal vez ahora es más ambiguo. Estoy aquí para realizar proyectos. Y la ambigüedad es que si bien queremos ser contrapartes, muchas veces nos toman como donantes. Como gente que aterriza con recursos, que ofrece medios y ventajas. Y hay que ser muy claros: explicar que si bien contamos con ciertos medios, los mismos están en función de compartir objetivos de fondo. No siempre es fácil. Casi a diario, llega gente a mi oficina a pedir apoyo. Y debemos clarificar que no es nuestro rol dar dinero. Los colegas tanzanos, por otra parte, me dicen a mí que explique a la gente que no distribuimos ayuda. Porque a ellos no les creen, piensan que se guardan los recursos para ellos mismos.
P: Resultado de la historia colonial y de la misión…
R: Sí, en cierta forma responde a la tradición de la cooperación con África.
UN CONTINENTE DE ESPERANZA
P: Quisiera terminar con dos o tres preguntas de fondo, que hacen a la cosmovisión de la relación entre Suiza y África. La primera: se dice casi corrientemente que «África es un continente perdido, condenado». ¿Cuál es su reacción?
R: No es verdad. Es un continente, que al contrario, está en pleno crecimiento. Y sobre todo – lo que a veces establece una gran diferencia con la Suiza, con Europa, con el Norte mismo-, aquí hay una gran esperanza…Existe la convicción que todo puede mejorar.
P: La otra afirmación corriente: la sociedad civil africana es débil…
R: Creo que si bien hay algo de cierto, hay también una gran movilidad social aquí. Y sería importante retomar el pensamiento de algunos sectores de la intelectualidad africana que establecen una diferenciación entre ONG y la sociedad civil en su conjunto. Las ONG son una parte, pero no representan el todo. Incluso, generalmente, son criticadas por no tener estructuras democráticas.
P: Para terminar, desde su mirada europeo-africana, ¿dónde reside la principal potencialidad del continente hoy?
R: Admiro mucho a las mujeres africanas. Están presentes, se expresan. Y a pesar de las grandes problemáticas que deben confrontar -tales como asumir la responsabilidad principal de la familia, la subsistencia-, siempre están presentes…Activamente presentes.