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Tres notas sobre el gobierno de España

Fuentes: Rebelión

Nota 1ª: El Ministro de Industria, Miguel Sebastián, es un hombre de banca. Si no ando errado, proviene de la altas esferas del BBVA. No es necesario señalar la mirada política y económica que debe tener un ciudadano para llegar a tan altas esferas ni los trapos que ha debido tragarse en ese camino. Los […]

Nota 1ª:

El Ministro de Industria, Miguel Sebastián, es un hombre de banca. Si no ando errado, proviene de la altas esferas del BBVA. No es necesario señalar la mirada política y económica que debe tener un ciudadano para llegar a tan altas esferas ni los trapos que ha debido tragarse en ese camino. Los contactos sociales en esos casos suelen ser tenebrosos.

Como conoce el percal por dentro, declaró hace un par de días que la paciencia del Gobierno estaba a punto de agotarse con los bancos. No es improbable que fueran palabras para la galería, para contentar a sectores de una opinión pública que no entiende las ayudas, la supeditación, el servilismo en este ámbito, de un gobierno que dice ser socialista y del que acaso podría esperarse un pelín más de coraje.

Pero de nada en demasía. El secretario de organización del PSOE, el señor Blanco, que no ha debido de actuar sin consultas institucionales en el más alto nivel, ha corregido al ministro Sebastián: el gobierno de su partido tiene una paciencia infinita, no se agota nunca en su espera, y en el deseo de convencer a todos de lo que es mejor para la ciudadanía. Así, pues, ninguna crítica. No se puede provocar al poder fáctico financiero. El poder es el poder.

No es imposible, desde luego, que todo esto sea una película, en sentido estricto, con un dirigente bueno y otro malo. Si no fuera así, vale la pena destacar la subordinación de una organización política que se dice socialista y obrera a uno de los poderes fácticos menos democráticos y más corruptos que pueda imaginarse. Ni la crítica ni el asomo de un ligero cansancio ante la iniquidad son admitidos.

Miguel Sebastián se ratificó ayer noche en su crítica y en sus palabras. Puede que el juego continúe y de lo que se trate es de mostrar pecho aparente. Sea como sea, tanto el señor Ministro de Industria como el señor Almunia han rechazado cualquier posibilidad de nacionalizar bancos. Lo han dejado clarito: eso es cosa del pasado. El neoliberalismo, se diga lo que se diga, sigue vigente en la mente de muchos.

Nota 2ª.

Un alto cargo del Vaticano ha visitado recientemente nuestro país. Ha sido reecibido por las más altas instancias del estado: la máxima autoridad no democrática del Reino de España, el presidente del gobierno. Su contacto político ha sido la vicepresidenta de gobierno, que incluso se ha vestido-disfrazado para la ocasión y ha recibido, con cámaras para la ocasión, el elogio estético varonil de un alto representante del celibato católico.

Por lo demás, el partido en el gobierno ha alterado un compromiso parlamentario. Iba a explicar en el Congreso su posición sobre la nueva ley del aborto pero ha decidido que era mejor aplazar su comparecencia. No han explicado las razones. Acaso no querían molestar a tan distinguido huésped.

Que sea la vicepresidente del gobierno quien lleve esos contactos es toda un síntoma. La supeditación a los poderosos, el realismo político de registro más bajo, es hacer suyo de cada día y un postulado político inamovible. Un ejemplo que recordaba recientemente Juan Torres López.

El fiscal pidió en su día para el presidente del Banco de Santander, el señor Botín, el mismo ciudadano que desayuna con el presidente del Gobierno cuando hay (o había) que tranquilizar a la ciudadanía sobre la existencia de una crisis financiera en España, un total de 170 años de prisión y una multa de 46.242.233,92 euros, además de una responsabilidad civil de 84.935.195,86 euros por presuntas actividades como manejar «cerca de medio billón de pesetas de dinero negro, que provenía de fuentes financieras más o menos inconfesables» o entregar «al fisco información falsa sobre 9.566 operaciones formalizadas que representaban 145.120 millones de pesetas», declarando a tal efecto -no se pierdan el entrecomillado para ver la altura moral del personaje y sus fieles- «como titulares de las cesiones a personas fallecidas, emigrantes no residentes en España, ancianos desvalidos, trabajadores en paro, familiares de empleados del banco, antiguos clientes que ya no mantenían relación alguna con la entidad, etcétera». Para defenderse de la acusación de favores a ese banco, el ex ministro de economía Rodrigo Rato, el que fuera posteriormente dirigente máximo del FMI y, en la actualidad, probable sucesor del sucesor en las filas del PP y aspirante a la presidencia española, presentó un escrito «en la que ésta pidió el 25 de abril de 1996 que se cursaran al Abogado del Estado «instrucciones» sobre su actuación en el caso de las cesiones de crédito», pidiendo, concretamente, que no se dirigiera «acción penal alguna por presunto delito contra la Hacienda Pública, contra la citada entidad bancaria o sus representantes».

¿Ésta? ¿A quien refiere «ésta»? Efectivamente: a la ex-Secretaria de Estado de Justicia y ahora Vicepresidenta del Gobierno, la excelentísima señora María Teresa Fernández de la Vega. Así, pues, gracias a la actual Vicepresidenta del gobierno, el señor Emilio Botín, el presidente del mayor banco español, no tuvo que ser juzgado. ¿Puede esperarse algún acto de coraje cívico, de rebeldía, de republicanismo moderado que diría el señor Zapatero en sus días inspirados, de laicismo incluso, por parte del actual gobierno?

No hace falta responder, la pregunta es retórica.

Nota 3ª

Informaba de ello Agustín Velloso en www.rebelion.org el jueves, 5 de febrero de 2009. Circuló por Internet un escrito dirigido al Presidente del Gobierno sobre el ataque de Israel contra Gaza. El director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, José Enrique Serrano Martínez, ha respondido el tres de febrero a las personas que añadieron su firma al escrito. En estos términos. Lean atentamente, vale la pena:

Contesto al escrito que ha dirigido al Presidente del Gobierno en el que solicita la toma de medidas de presión sobre el Gobierno israelí con el fin de parar la violencia y destrucción en Gaza. A este respecto, le informo que desde el primer momento el Presidente del Gobierno ha seguido atentamente la evolución de los hechos y ha sido tajante en la condena, tanto de las conductas irresponsables y provocadoras de la ruptura de la tregua, como de las reacciones absolutamente desproporcionadas y contrarias al Derecho Internacional humanitario, dado que unas y otras sólo conseguirán sumir a la región y a los pueblos que la habitan en la desesperanza y la frustración.

En la Conferencia Internacional celebrada los días 18 y 19 de enero, en la localidad egipcia de Sharm El Sheij, convocada por Egipto y Francia para lograr una paz duradera entre Israel y Hamas, el Presidente del Gobierno subrayó la necesidad de crear un Estado palestino y de garantizar la seguridad del Estado de Israel, y apoyó la iniciativa egipcia de celebrar una conferencia de donantes para Gaza. Asimismo, aseguró que España no ahorrará esfuerzos políticos, ni diplomáticos, ni humanitarios, ni financieros para avanzar en la dirección de la paz.

Al término de la Cumbre en Sharm El Sheij, tanto el Presidente español como otros mandatarios acudieron a Jerusalén donde se entrevistaron con el primer ministro israelí, Ehud Olmert con quien posteriormente, en una conferencia de prensa conjunta nuestro Presidente manifestó que el alto el fuego expresa el deseo unánime de la Comunidad Internacional y de todos los ciudadanos del mundo, deseando que se consolide el alto el fuego, se reconstruya Gaza, se traslade ayuda humanitaria y se recuerde a todas las víctimas, que este largo conflicto de décadas ha ocasionado.

Como usted ha podido comprobar, tanto el Gobierno de España, como toda la diplomacia Europea y el Parlamento Europeo, conjuntamente con otros países y organismos internacionales, han desarrollado acciones de presión, sobre las partes implicadas, para el cese de los ataques y para alcanzar la paz en Oriente Medio.

El Presidente del Gobierno considera necesario poner en marcha un mecanismo internacional para garantizar la seguridad de la población israelí y para permitir a la población palestina una vida digna en Gaza y ha anunciado la disponibilidad de España para participar en ese mecanismo internacional, sea cual sea la forma que adopte.

Le agradezco la confianza depositada en el Presidente al hacerle partícipe de su preocupación y le envío un cordial saludo.

Vamos a suponer, supuesto sin duda razonable, que la respuesta es, efectivamente, la opinión del gobierno de España. Tres observaciones se imponen:

1. A este respecto, se afirma, «le informo que desde el primer momento el Presidente del Gobierno ha seguido atentamente la evolución de los hechos y ha sido tajante en la condena, tanto de las conductas irresponsables y provocadoras de la ruptura de la tregua, como de las reacciones absolutamente desproporcionadas y contrarias al Derecho Internacional humanitario, dado que unas y otras sólo conseguirán sumir a la región y a los pueblos que la habitan en la desesperanza y la frustración».

¿A qué conductas irresponsables se refiere este paso de la carta? ¿Quiénes han provocado la ruptura de la tregua? ¿Es admisible situar en el mismo plano una agresión militar como la que se ha producido recientemente en Gaza y la resistencia desesperada de un pueblo que no quiere renunciar a su existencia?

2. «En la Conferencia Internacional celebrada los días 18 y 19 de enero, en la localidad egipcia de Sharm El Sheij, convocada por Egipto y Francia para lograr una paz duradera entre Israel y Hamas, el Presidente del Gobierno subrayó la necesidad de crear un Estado palestino y de garantizar la seguridad del Estado de Israel».

¿Qué significa garantizar la seguridad de un Estado armado hasta los dientes y lleno de armas nucleares? ¿Es esa consideración una justificación de la venta de armas para «garantizar» esa seguridad? Por lo demás, ¿cuándo se habla de crear un Estado palestino de qué se está hablando realmente? ¿Dónde, en qué condiciones, con qué garantías? ¿Permitiendo que reino el olvido en el asunto de los refugiados?

3. El Presidente del Gobierno, se añade en la carta, «considera necesario poner en marcha un mecanismo internacional para garantizar la seguridad de la población israelí y para permitir a la población palestina una vida digna en Gaza».

¿Otro mecanismo internacional? ¿Pero no existe la ONU? ¿No tiene validez las resoluciones aprobadas hasta la fecha, de forma absolutamente mayoritaria, sobre la injusticia sin límite de la situación? ¿Un mecanismo que garantice la seguridad de la población de Israel? ¿Qué inseguridad es esa?

Definitivamente: el supuesto republicanismo moderado del gobierno PSOE está de nuevo en los archivos de las proclamaciones inservibles a las que ya nos tenía acostumbrados y el «realismo de la geopolítica internacional» se impone de nuevo. Manda quien manda.