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Trump: contra los hechos no valen los alegatos

Fuentes: Rebelión

Hace unas horas el presidente electo de Estados Unidos anunció formalmente la salida de su país del Tratado de Asociación Transpacífico (TTP), declaración que constituye el primer gran frenazo a la política económica neoliberal vigente en las últimas cuatro décadas. Frenazo y, al mismo tiempo, golpe de timón. Se trata de un giro de 180 […]

Hace unas horas el presidente electo de Estados Unidos anunció formalmente la salida de su país del Tratado de Asociación Transpacífico (TTP), declaración que constituye el primer gran frenazo a la política económica neoliberal vigente en las últimas cuatro décadas. Frenazo y, al mismo tiempo, golpe de timón. Se trata de un giro de 180 grados en la orientación de la economía globalizadora. Es la mejor noticia económica que pudieron haber recibido las clases trabajadoras de todo el planeta.

Este positivo cambio de rumbo en lo económico ha venido acompañado de otro radical giro, éste en la política internacional de Washington. Donald Trump ya dio enfáticas muestras de un cese de las hostilidades contra Rusia. Dicho de otro modo, el rubio boquiflojo ha dado un paso concreto para alejar del horizonte planetario la posibilidad de una guerra contra el gigante euroasiático que, catastrófica en sí misma, podría derivar en una tercera guerra mundial. Buena actitud y gran noticia para todo el mundo, con la lógica excepción de los guerreristas del corte de las familias, Clinton, Bush y Obama.

El catálogo de buenas noticias producto de la elección de Trump no termina aquí. La victoria del deslenguado neoyorquino representa un duro golpe a ese engendro productor de pobres y miserables por millones que es la Unión Europea, un gigante con los pies de barro que sólo se mal mantenía en pie gracias al apoyo, influencia y dirección de la Casa Blanca. El demoledor golpe que significa la elección de Trump acelerará la bancarrota de esa Unión Europea de élites parasitarias, ruina que ya habían anunciado las insurrecciones electorales de Grecia y España y, sobre todo, el Brexit.

Para los trabajadores mexicanos en particular la victoria de Trump también ha sido una buena noticia, pues el propósito del nuevo presidente estadounidense de repudiar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ofrece amplias posibilidades de reducir drásticamente la dependencia económica y política de México con respecto a Estados Unidos. Y abre, asimismo, grandes oportunidades de que el país azteca retorne al camino del desarrollo económico endógeno con base en el fortalecimiento del mercado interno, alejado de la ilusión esa de lograr la prosperidad con base en el comercio exterior. Un comercio exterior, además, estrangulado por la dependencia respecto a un casi único comprador y vendedor.

Y la victoria de Trump es también buena noticia para el pueblo y para el gobierno sirios, pues, en palabras del neoyorquino, la Casa Blanca dejará de financiar, proteger y auspiciar al Daesh y otros grupos terroristas presentes y actuantes en Medio Oriente, en vastas regiones africanas y hasta en el mismísimo corazón de Europa que pretendían y pretenden, con máscara religiosa, derrocar a gobiernos insumisos a las políticas del Consenso de Washington.
Haber decidido no fomentar el terrorismo, la guerra y la esclavitud de los leoninos tratados de «libre» comercio son indudablemente posiciones positivas y esperanzadoras.

La victoria de Trump del martes 8 de noviembre es, a cambio, una pésima noticia para las burguesías mexicana, latinoamericana y mundial. Cómo sostener las políticas económicas del Consenso de Washington cuando el creador e impulsor de ellas ha decidido abandonar ese barco. Cómo seguir sosteniendo la promesa y la ilusión de un próximo futuro de prosperidad cuando el guía y gurú de esas oligarquías ha reconocido que sólo conducen a la pobreza y al deterioro y la descomposición social. Estos son hechos. Y contra los hechos no valen los alegatos.

www.economiaypoliticahoy.wordpress.com

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.