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Trump o el caos

Fuentes: Rebelión

Las elecciones presidenciales de EE.UU. del próximo 3 de noviembre decidirán si Donald Trump continúa al frente de la primera potencia mundial o si, por el contrario, es Joe Biden quién ocupa el despacho oval.

El republicano e imprevisible magnate inmobiliario y el demócrata y vicepresidente en la era Obama pugnan en la carrera electoral de unas elecciones que se han convertido en un plebiscito sobre Trump y en un referéndum sobre la gestión de la pandemia, la cual preocupa a una mayoría de la población. Todas las encuestas predicen que Biden ganará las elecciones, al igual que lo hacían hace 4 años con Hillary Clinton –a pesar de que con menos contundencia que ahora– y, no obstante, Trump sorprendió en aquellas elecciones haciéndose con la presidencia. Hay que recordar, pero, que en los EE.UU. no gana quién obtiene una mayoría del voto popular, que en las pasadas elecciones lo ganó Clinton con casi 3 millones de papeletas de diferencia, sino que gana quién obtiene una mayoría de los votos electorales de los estados, es decir, que gana quién se impone en unos cuántos estados clave que son al final quienes decantan la balanza.

La gran baza electoral de Trump era la evolución positiva de la economía del país pero la crisis del COVID-19 ha supuesto una caída histórica de la misma, con una gran contracción del PIB y el aumento del desempleo y de las desigualdades sociales. Una realidad que ha afectado a una mayoría de la población y, muy concretamente, al perfil de votante del actual presidente. Un presidente, polémico, que durante su mandato ha retirado a los EE.UU. del Acuerdo de París por el clima –haciendo una apuesta decidida por la promoción de los combustibles fósiles–, ha iniciado los trámites para la salida del país de la OMS, ha incendiado el próximo Oriente con el reconocimiento unilateral de Jerusalén como capital de Israel, ha llevado la guerra comercial al extremo, ha ninguneado al movimiento Black Lives Matter, ha fomentado el discurso del miedo, ha alentado al supremacismo blanco y ha hecho de las fakes news su mejor arma.

Una política de Trump –ultraconservadora, antiinmigración, machista y llena de retórica patriótica–, que ha convertido al actual inquilino de la Casa Blanca en un político peligroso para los cimientos democráticos y las libertades. Más aún cuando Trump interpreta que habrá un resultado “ajustado” en las elecciones, cuando insinúa un posible engaño y que de perder la presidencia no garantiza un traspaso pacífico, cuando dice que podría no aceptar los resultados y que los comicios acabarán resolviéndose en el Tribunal Supremo; toda una declaración de intenciones en la línea de “Yo o el caos”. Una situación que hace más necesario y urgente que nunca un cambio en la Casa Blanca, donde de llegar los Demócratas –con Biden al frente– tendrán que gobernar para hacer frente a la crisis climática, sanitaria, economía y social, y trabajar para no cometer los errores del pasado que llevaron a la pesadilla en los EE.UU.

Jesús Gellida, politólogo e investigador social @jesusgellida