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¿Un Podemos de derechas?

Fuentes: Rebelión

«Lo público es todo aquéllo que engrandece a las naciones, por lo que debiera ser cuidado, potenciado y ensalzado por los Gobiernos. Lo público se financia con los impuestos de toda la ciudadanía, por lo que ha de estar al servicio de todos. Los servicios públicos deben ser los mejores, y en una sociedad avanzada, […]

«Lo público es todo aquéllo que engrandece a las naciones, por lo que debiera ser cuidado, potenciado y ensalzado por los Gobiernos. Lo público se financia con los impuestos de toda la ciudadanía, por lo que ha de estar al servicio de todos. Los servicios públicos deben ser los mejores, y en una sociedad avanzada, los únicos. La generalización de lo público es la mejor aproximación a la igualdad«

(Antonio José Gil Padilla)

Recientemente, el Presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, en el marco de una conferencia sobre liderazgo y mujer donde también coincidió con la Presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica Oriol (ya saben, la que afirmaba que hay que bajar el sueldo mínimo, pues no tiene sentido estar pagando a muchos jóvenes que no valen para nada ese sueldo), ha realizado unas declaraciones muy curiosas, tremendamente ilustrativas sobre el fenómeno de cambio de bando que está experimentando el miedo social en este país. Concretamente, ha acusado al PP y al PSOE de no defender la iniciativa privada en España, y para contrarrestar, ha propuesto la creación de «una especie de Podemos de derechas«, enfocado a la defensa de los intereses privados, y del desarrollo económico de nuestro país. Sus palabras literales fueron: «El Podemos que tenemos asusta un poco, pero un Podemos más orientado a la iniciativa privada y a la posibilidad de desarrollo del país, esto sí que nos convendría«.

Claro y cristalino como el agua. «El Podemos que tenemos asusta un poco», ahí está contenida toda la esencia de la declaración, que refleja perfectamente el sentir de muchos empresarios y banqueros, temerosos de que por fin la ciudadanía esté despertando de su letargo, de su apatía, de su impotencia y de su resignación, para pasar a un escenario de organización, de lucha y de confrontación, a un nuevo escenario de hegemonía política y social de los de abajo con respecto a los de arriba. Y claro, la respuesta es completamente obvia: tenemos que defendernos de estos ataques de los de abajo, a los cuales hemos de continuar avasallando y despojando de sus derechos básicos y de sus conquistas sociales. En este contexto, se comprende muy bien la disparatada y desvergonzada propuesta del Presidente del Banco Sabadell, aunque creo que la broma se le escapó del control. Estoy seguro de que quería hacer una broma, pero dicha broma, la forma de expresarla, demostró para todo mínimo observador, el auténtico sentimiento que estamos provocando en esta gentuza, en esta «casta», en expresión de Pablo Iglesias.

Pero diseccionemos con más calma el escenario al que estamos conduciendo la correlación de fuerzas y de poderes, para comprenderlo mejor. Como sabemos, los resultados de las últimas Elecciones al Parlamento Europeo han supuesto un fuerte varapalo para las fuerzas políticas del bipartidismo (la suma de sus votos no ha llegado al 50%), lo que unido sobre todo a la subida de las coaliciones de izquierda (IU, Equo, Compromís), y a la fantástica irrupción de Podemos, constituye un escenario de auténtica amenaza a la hegemonía de las fuerzas que se mueven en torno al ideario neoliberal, que ven peligrar su dominación política, cultural y mediática, en pro del avance de nuevos grupos y formaciones políticas que están empoderando a la ciudadanía y conformando nuevos contrapoderes. Esto no había ocurrido nunca desde el comienzo de la Transición, donde la correlación de fuerzas en aquél momento histórico balancearon bastante los planteamientos sociales para conseguir una situación de clara hegemonía.

Se impuso el bipartidismo, y con él toda una serie de políticos que llevaban bajo el brazo unos programas para conseguir, paulatinamente, la implantación de una pseudodemocracia, esto es, de una democracia adulterada, descafeinada, limitada y tutelada por las élites económicas, políticas y judiciales procedentes del franquismo. Y justamente aquí es donde se mueve la órbita del señor Josep Oliu, Presidente del Banco Sabadell, es decir, de todos aquéllos que llevan controlando las políticas que se llevan a cabo desde hace más de treinta años. La desfachatez de sus declaraciones raya en la desverguenza más clamorosa, porque precisamente, la iniciativa Podemos, trata justamente de que la ciudadanía pueda ser capaz de derribar las políticas que nos están llevando, bajo la dirección y la influencia de todos estos banqueros y grandes empresarios, al desmontaje de todos los servicios públicos, al desmantelamiento de la sanidad, de la educación, a la ausencia de respeto a todos los derechos básicos, a la privatización de todas las empresas públicas, al paro masivo, a la exclusión social, a la pobreza, a la miseria y a la barbarie social.

Y después de todo ello, tenemos que soportar que venga el Presidente del Banco Sabadell a decirnos que la iniciativa privada no se apoya suficientemente en España, cuando precisamente es el origen de todos nuestros males como sociedad, lo que representa una declaración indigna, indecente y obscena, propia de la casta empresarial de este país, que no ve ni quiere ver más allá de su propio beneficio. Quien pide ese «Podemos de derechas», pertenece justamente a la casta que lleva pudiendo hacer las cosas en este país desde siempre, desde tiempos inmemoriales, pues son quienes tienen precisamente el poder. Habría que explicarle por tanto al señor Oliu que el Podemos al que ha votado la gente es precisamente aquél que intenta que podamos los demás, no los de siempre, que repartamos un poquito ese poder y esa riqueza, que podamos tener todos una vida digna, y no sólo la gente a la que el señor Oliu representa. Lo que persigue Podemos es que todos tengamos un trabajo digno, una vivienda digna, y unos servicios públicos que nos garanticen que nuestros derechos fundamentales quedan protegidos, y no al albur de gente precisamente como la del Presidente del Banco Sabadell, al que poco le importan estas cosas. No, señor Oliu, no se necesita ningún Podemos de derechas, porque los de derechas, simplemente, ya podéis.

Blog del autor: http://rafaelsilva.over-blog.es/

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