En las elecciones parciales estadounidenses la lucha por el Congreso federal es el centro de atención, pero el enfrentamiento por las gobernaciones, vital para la vida del ciudadano común, y los comicios presidenciales, pasan más inadvertidos. La previsible victoria republicana en las elecciones locales y estatales pone cuesta arriba la reelección del mandatario Barack Obama […]
En las elecciones parciales estadounidenses la lucha por el Congreso federal es el centro de atención, pero el enfrentamiento por las gobernaciones, vital para la vida del ciudadano común, y los comicios presidenciales, pasan más inadvertidos.
La previsible victoria republicana en las elecciones locales y estatales pone cuesta arriba la reelección del mandatario Barack Obama en 2012, dado el peso de los gobernadores a la hora de movilizar el voto.
Un triunfo republicano en la mayoría de las gobernaciones en disputa y de sus congresos estatales en las próximas elecciones, como se pronostica, permitirá a ese partido una ventaja estratégica, estimó Peter Brown, vice director del Instituto de Encuestas de la Quinnipiac University.
Los gobernadores y los Capitolios regionales son los encargados de redistribuir los circuitos electorales cada 10 años después del censo nacional, y quienes controlan ambos poderes lo hacen a favor de su partido, agregó el especialista.
En base a los datos del censo, se construyen nuevos distritos en un proceso con un gran trasfondo político, en el que se puede perjudicar o beneficiar a un partido o incluso a un político específico, así como a los estados, pues estos últimos ganan o pierden escaños.
La mayoría de los gobernadores tienen formas de influir en el proceso, incluido el derecho a vetar cualquier iniciativa a la que se opongan.
Según el sitio web RealClearPolitic, los republicanos tienen seguros 27 gobernaciones contra 14 los demócratas, mientras las otras nueve están en disputa.
La oleada republicana inundó estados tradicionalmente demócratas, como California y Oregón, lo cual obligó a Obama a realizar una gira por esos territorios.
Obama está intentando apuntalar a las bases demócratas con sus giras por Oregón, Washington y California, estados tradicionalmente azules pero dónde los republicanos ganaron espacios y compiten con posibilidades, comentó el diario The New York Times.
El hecho de que el presidente este haciendo una campaña tan febril en territorio amigo muestra cómo el clima electoral cambió en dos años. En 2008 el gobernante conquistó espacios tradicionalmente republicanos, subrayó.
Los demócratas corren peligro de perder las gobernaciones de Ohio, Pennsylvania, Michigan, Illinois, Wisconsin, Iowa, Oregón, Nuevo México y Maine.
Obama ganó todos esos estados con gobernadores demócratas en el 2008 frente a su entonces rival republicano Jonh McCain, senador por Arizona.
Además, los republicanos ya ganaron los gobiernos en Nueva Jersey y Virginia, donde también triunfó el mandatario hace dos años, y tienen posibilidades reales de obtener Florida, uno de los principales estados de cara a las presidenciales.
«El impacto de las contiendas electorales para gobernador en la Casa Blanca es grandísimo», subrayó el estratega demócrata Chris Kofinis.
«La razón por la cual la Casa Blanca hace campaña en algunos de esos estados claves es que ellos son tradicionalmente decisivos para la elección de presidente y lo serán nuevamente en 2012», manifestó.
Mientras, el politólogo Norman Ornstein, del American Enterprise Institute, recordó que durante la elección presidencial de 2000, el gobernador republicano de Florida le otorgó la victoria a George W. Bush al paralizar el recuento de los votos.
Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=231500&Itemid=1