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Mensajes sin sutilezas por parte de China

Fuentes: El Territorio del Lince (Blog)

Esta es la tercera parte de una serie de artículos escritos por el autor (ver enlaces a los textos previos al final)

Por más que se empeñen todos, y aunque la burbuja china sea real, no lo es tanto como para que el país que está sosteniendo el capitalismo en estos momentos se venga abajo. China ha decidido reorientar su economía tanto hacia el consumo interno como hacia la Nueva Ruta de la Seda, como os he venido diciendo aquí o aquí entre otros análisis. Pero no es que lo diga yo, que también, sino que lo dice el famoso G-20, que se está reuniendo estos días en Ankara (Turquía). Allí se ha dicho que «la economía china entró en un estatus de nueva normalidad» y se pronostica un crecimiento de «alrededor del 7% para los próximos cuatro o cinco años». En el G-20 se han dicho cosas como ésta: «Los indicadores económicos de China, como el uso de energía, el transporte ferroviario de mercancías, los precios de la vivienda y las transacciones financieras han dado un giro favorable, mostrando una estabilización clara».

El período de adaptación de China a su nueva estrategia es de cinco años y es con ese plazo con el que está trabajando China. Lo está haciendo, además, vendiendo bonos del Tesoro… de EEUU. Pero no sólo, preferentemente porque también se ha deshecho de reservas mantenidas en euros y yenes. EEUU y sus vasallos tienen que haber entendido el mensaje. Os lo explico: los países que venden sus reservas, y los bonos del Tesoro lo son, lo hacen básicamente para apoyar la devaluación de sus monedas o compensar la fuga de capitales. China ha vendido bonos para comprar renminbis, es decir, para apoyar su moneda y el tipo de cambio fijado tras la devaluación. Eso significa que ha puesto más dólares en circulación, lo que ha hecho que la moneda estadounidense se fortalezca, por lo que los productos chinos que llegan a EEUU serán más baratos mientras que los de EEUU a China serán más caros. Pero China no quiere desestabilizar a EEUU con ello, sino avisar de lo que puede hacer. Fijaros en la secuencia: China da este paso, EEUU es consciente de lo que significa y contraataca con las famosas sanciones que quiere imponer ahora a China.

Así que estamos en un toma y daca. El mismo día que se celebraba el desfile conmemorativo del 70 aniversario de la victoria sobre el fascismo japonés, China hizo un anuncio de calado. China no va a seguir las normas del FMI en cuanto a otorgar préstamos del Banco Asiático de Inversiones e Infraestructuras (BAII). Lo ha dicho directamente, sin sutilezas. Es un golpe en toda regla al sistema de Bretton Woods, la constatación de que hay un competidor claro del FMI y del BM y que un Nuevo Orden Mundial ya está en marcha. Lo curioso del caso es que países vasallos de EEUU, como Alemania o el Reino Unido, están dentro del BAII, así que el que estos países se vean obligados a no respetar las normas del FMI y del BM dice mucho de lo que está pasando. O bien su desconcierto es total o bien ya tienen asumido que hay otra potencia que impone sus condiciones y que éstas están comenzando a alejarse de las normas que hasta ahora eran las pautas bajo las que se movía la famosa «comunidad internacional».

En otras palabras, el BAII se está preparando para sustituir al FMI y al BM. Se venía diciendo, se venía advirtiendo, pero ya es oficial. Veamos lo que dicen los medios de propaganda occidentales (antes llamados de comunicación) como la agencia británica Reuters: «China está reescribiendo las reglas de las finanzas globales mediante la supresión de ciertos condicionamientos exigidos por Occidente para los préstamos. No se pedirá a los prestatarios privatizar o desregular las empresas. Al no insistir en algunas políticas económicas de libre mercado recomendadas por el BM, el BAII va a evitar las críticas [que se suelen realizar] a sus rivales y refleja en escepticismo en China a cerca de las virtudes de las políticas de libre mercado propugnadas por Occidente. La privatización no se convertirá en una condicionalidad de los préstamos. El BAII seguirá las condiciones locales de cada país, no va a obligar a hacer ésto o lo otro y a imponerlo desde el exterior». O lo dice por dignidad profesional o por miedo, pero lo dice y dice las cosas como son. No es habitual, pero aquí está un medio capitalista occidental reconociendo que hay noche y que hay día y que China ya está en otra onda.

En estas condiciones, el éxito del BAII está asegurado y será un éxito diplomático para China. No insistir en las privatizaciones, el mantra occidental, permitirá a los países seleccionar la opción de financiamiento que mejor se adapte a sus circunstancias. Imaginaos lo que eso supone. Entre un sistema que exige, el FMI y el BM, y otro que no ¿qué haríais? La elección es muy fácil. Los paranoicos capitalistas podrán argumentar que así se retrasan las «reformas», nunca se pondrán a pensar que tal vez no sean necesarias y que los sistemas económicos de otros países pueden funcionar sin la imposición de los dogmas capitalistas, que se dan como infalibles.

Voy ahora con los 30 acuerdos bilaterales firmados entre Rusia y China en los días previos a la celebración del desfile conmemorativo del 70 aniversario de la victoria china sobre el fascismo japonés. Los dos más importantes son los relativos al gas y al petróleo. Ambos países han acordado que sus intercambios de petróleo y gas no serán en dólares, sino en sus monedas, el rublo y el yuan o renminbi. ¿A que no lo habéis visto en ninguna parte? Es lógico que los medios de propaganda occidentales oculten semejantes cosas porque lo que se ha hecho ha sido, ni más ni menos, que decir adiós a los petrodólares. Otro mensaje sin ninguna sutileza dirigido a Occidente. La Corporación Nacional de Petróleo de China ha dicho que «el petróleo ruso es atractivo para China por razones geográficas». Y añade: «el petróleo de otros países generalmente se importa por vía marítima, mientras que la importación de petróleo de Rusia por vía terrestre garantiza la seguridad de las importaciones por el país». O sea, lo que os vengo diciendo con insistencia una y otra vez: China apuesta por la Nueva Ruta de la Seda y esa es básicamente terrestre. Supongo que con ésto ya lo tendréis suficientemente claro. Aunque hasta ahora el comercio de China era casi exclusivamente marítimo, con la Nueva Ruta de la Seda pasa a ser secundario aunque, como es lógico, aún tienen que pasar unos años para que se invierta el flujo actual. Por eso el rearme marítimo de China y la muestra de los misiles que os conté el otro día.

Pero con ser importante el hecho de comerciar en rublos y yuanes lo es aún más el hecho de que China, la economía más grande del mundo -pese a las insistencias occidentales sobre su debilidad-, ha decidido que la Bolsa Internacional de Energía de Shanghai comience a hacer lo mismo. Es decir, la decisión china de comenzar a alejarse de los petrodólares va más allá de un acuerdo bilateral con Rusia. Las refinerías independientes autorizadas a importar petróleo y, sobre todo, las empresas de propiedad estatal pueden negociar contratos de petróleo en yuanes. Como os dije cuando Rusia celebró el 70 aniversario del triunfo sobre el fascismo alemán, «adiós, Occidente, adiós».

Si con estos tres mensajes sin sutileza alguna por parte de China que os he desmenuzado seguís soñando con la hegemonía occidental y con que Occidente es el ombligo del mundo no me queda más que recordaros a un poeta español de hace cinco siglos, Calderón de la Barca, cuando terminó uno de sus poemas más famosos diciendo «y los sueños, sueños son».

Fuente: http://elterritoriodellince.blogspot.com.es/2015/09/tres-mensajes-sin-sutilezas-por-parte_8.html

Leer también:

http://elterritoriodellince.blogspot.com.es/2015/09/tres-mensajes-sin-sutilezas-por-parte.html

http://elterritoriodellince.blogspot.com.es/2015/09/tres-mensajes-sin-sutilezas-por-parte_6.html