Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Una de las consecuencias de las invasiones de EEUU y la OTAN es la instalación en el poder de los personajes y fuerzas más corruptos que quepa imaginar, así como la promoción de la cultura de la corrupción. También en Afganistán, tras la invasión de EEUU y la OTAN, la corrupción y el soborno han hundido bien sus raíces en todo el gobierno-títere, convirtiendo Afganistán en uno de los países más corruptos del mundo. El gobierno de la mafia yihadista, las organizaciones gubernamentales y la sociedad civil han abordado este problema de vez en cuando, pero en cada ocasión se ha acabado arrestando a unos cuantos funcionarios pobres y de escaso nivel, mientras los culpables reales, Sayyaf, Yunis Qanuni, Atta Mohammad, Ismail, Faruq Wardak, Fawzia Kufi, Zia Masud, Wali Masud, Omar Zakhilwal, Suraya Dalil, Qadir Fitrat, Zahir Qadir y otros capos criminales de la droga gozan de total inmunidad y libertad para dirigir sus redes de contrabando y meter en nómina a gánsteres analfabetos para que realicen sus actividades.
Recientemente, incluso los patrocinadores extranjeros del gobierno de Ghani y Abdullah no pudieron tapar los escándalos y enormes malversaciones del gobierno-títere. Michael Hartmann, de la oficina de la UNAMA (siglas en inglés de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán) en Kabul, destrozó su pluma de ira al hablar de la corrupción en los más altos niveles del gobierno afgano diciendo: «Hasta ahora no se ha procesado por corrupción a ningún antiguo ni actual ministro, ni siquiera a un viceministro».
Sí, Mr. Hartmann, esos ministros y viceministros no han sido procesados hasta ahora, ni lo serán tampoco en el futuro, porque han sido siempre leales servidores de EEUU y han actuado para asegurar sus intereses en nuestro país. Por este motivo, no sólo no han sido procesados por su corrupción y malversaciones, sino que también se han ocultado los cientos de traiciones perpetradas por todos ellos.
Resulta divertido que se ponga ahora a manifestar su ira -aunque sin hacer nada más- después de quince años de atropellos de la mafia yihadista en Afganistán, que UNAMA, EEUU y sus aliados conocían a la perfección. ¿Sabía que Qadir Fitrat, del partido Asamblea Islámica (Yamiat Islami) escapó a EEUU cuando estalló el escándalo de sus malversaciones en el Banco de Afganistán y en el Banco de Kabul, país en el que continúa viviendo plácidamente sin enfrentar procesamiento ni rendición de cuentas alguno? ¿No sabía acaso UNAMA que Yunis Qanuni había malversado 25 millones $USA de la ayuda internacional donada para el sector de la educación de Afganistán? Malalai Joya mencionó el tema frente a ese mismo criminal en el Parlamento, sin embargo tuvimos que ver cómo Qanuni se convertía en el primer vicepresidente. Ninguna organización internacional, incluida UNAMA, protestó por el hecho de que un asesino y ladrón se convirtiera en la segunda figura más poderosa del gobierno. Siddique Chakari, que tiene un conocido pasado quemando bibliotecas y libros y malversando millones de dólares, como era un agente y ciudadano inglés, nadie le ha hecho rendir cuentas hasta ahora. Cuando SIGAR (siglas en inglés de Inspector General Especial para la Reconstrucción de Afganistán) reveló los millones de dólares malversados por Faruq Wardak y Suraya Dalil en las clínicas y escuelas fantasmas, todo siguió como siempre. UNAMA y otras organizaciones no cuestionaron que a esta mujer se le diera un puesto en la embajada suiza. El famoso traidor y corrupto Omar Zakhilwal se convirtió en embajador en Pakistán después de que estallara el escándalo de su malversación de un millón de dólares. UNAMA, y la denominada comunidad internacional, han mantenido un silencio cobarde respecto a capos de la droga como Atta Mohammad, Ismail, Gul Agha Sherzai, Mahmud Karzai, Fahim, Zia Massoud, Wali Massoud y otros. Creemos que mientras estos traidores mafiosos, que cuentan con el apoyo de EEUU, controlen nuestro país, ningún ministro, ningún otro funcionario, serán procesados por corrupción.
No, Mr. Hartmann, si de verdad quiere ser serio y no tomarle el pelo a nuestro dolorido pueblo, debería investigar los casos aquí mencionados, entre cientos de casos parecidos, para que el pueblo de Afganistán pueda creer que se siente verdaderamente indignado.
(Rawa son las siglas en inglés de la Asociación de Mujeres Revolucionarias de Afganistán)
Fuente: http://www.rawa.org/temp/runews/2016/12/31/is-mr-hartmann-serious-or-joking-with-our-peopleo.html
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