Las fuerzas antidisturbios marroquíes actuaron con violencia contra los estudiantes que ayer se manifestaron en la universidad de Rabat (Marruecos) a favor de la «Intifada saharaui». Cerca de 200 jóvenes colocaron pancartas a favor de la independencia del Sahara Occidental y del Frente Polisario en el recinto universitario, lo que provocó un duro enfrentamiento entre […]
Las fuerzas antidisturbios marroquíes actuaron con violencia contra los estudiantes que ayer se manifestaron en la universidad de Rabat (Marruecos) a favor de la «Intifada saharaui». Cerca de 200 jóvenes colocaron pancartas a favor de la independencia del Sahara Occidental y del Frente Polisario en el recinto universitario, lo que provocó un duro enfrentamiento entre policías y manifestantes. Cuando éstos se refugiaron en el interior de los edificios de la ciudad universitaria, los agentes penetraron en los mismos y desalojaron por la fuerza el campus universitario, que permanece acordonado por la policía. Numerosas personas resultaron heridas y varias fueron detenidas.
Los incidentes en la capital marroquí se producen un día después de que fuentes saharauis denunciaran la brutal represión en los territorios ocupados por Marruecos, contra la movilización popular que comenzó el pasado lunes en El Aaiun. Según fuentes saharauis, la ciudad vivía ayer una tensa calma mientras la policía y el ejército de Marruecos se desplegaban y «tomaban» algunos barrios.
También en las localidades de Asa, en Marruecos, y de Dajla, al sur de los territorios ocupados, las fuerzas marroquíes intervinieron duramente el jueves por la tarde para dispersar sendas manifestaciones de solidaridad con la Intifada en El Aaiun.
En medio de este clima de violencia, el presidente del Sahara Occidental, Mohamed Abdelaziz, reclamó a la presidenta del Consejo de Seguridad de la ONU, Ellen Margrethe Loj, su intervención «para proteger a la población civil saharaui». En la carta enviada, Abdelaziz aclaraba que el único delito cometido por los manifestantes reprimidos era el de «haber proclamado el respeto de los derechos humanos fundamentales, así como la doctrina y los principios de la ONU y las resoluciones de su Consejo de Seguridad, relacionadas al Sahara Occidental».
Por ello, el presidente saharaui pedía que, al menos, se «proteja las vidas de los saharauis y se les garantice la seguridad y el ambiente de libertad para expresar sus opiniones y creencias». Igualmente citaba el balance represivo en El Aaiun: 28 heridos, entre ellos tres menores de edad; 15 detenidos, uno de los cuales era un niño; y 12 familias atacadas en sus viviendas y cuyas propiedades fueron destrozadas.
Organizaciones sindicales y sociales del estado español muestran su solidaridad con el pueblo saharaui
Frente a las indecentes declaraciones del Ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, quien ante la brutal represión policial que se está produciendo en las ciudades saharauis ocupadas por Marruecos se ha limitado a mandar un «mensaje de sosiego, de tranquilidad y de serenidad» a ambas partes, otras organizaciones sociales han demostrado una mayor sensibilidad con el pueblo saharaui.
Los sindicatos UGT y CC.OO. condenaron la «dura represión» que sufren los saharauis desde el lunes en El Aaiun por las fuerzas marroquíes. Ambas organizaciones sindicales recordaron que el motivo de esas manifestaciones era protestar por la violación de los derechos humanos en los territorios saharauis y exigir que se respeten los derechos del pueblo saharaui a la independencia y la autodeterminación.
Igualmente hicieron un llamamiento a la ONU y a la comunidad internacional para que «trabajen activamente en la vía de encontrar una solución conforme al derecho internacional, que reconozca la justa aspiración del pueblo saharaui a su autodeterminación» y añadían que «la resolución del conflicto saharaui contribuirá a la profundización de la democracia en Marruecos».
También la Asociación Catalana de Amigos del Pueblo Saharaui (ACAPS), organizó el miércoles una concentración ante el consulado marroquí en Barcelona para tratar de parar «la represión marroquí en las zonas ocupadas». En el acto tomaron parte numerosos representantes del movimiento de solidaridad catalana con el pueblo saharaui, así como representantes de las organizaciones políticas y sindicales. Los organizadores expresaron su preocupación ante «la pasividad de la comunidad internacional, la ausencia de los medios de comunicación y el total silencio del Gobierno español».
En Andalucía, la Federación Andaluza de Asociaciones solidarias con el Sahara Occidental pidió a través de un comunicado la intervención de España, que aún es potencia administradora del Sahara Occidental, «ante las autoridades de Marruecos para poner en libertad a todos los detenidos en estas manifestaciones y a los detenidos políticos saharauis que se encuentran encarcelados en condiciones inhumanas y degradantes».
La organización reclamó igualmente la ayuda del Gobierno español para «liberar a los prisioneros de guerra (saharauis) mantenidos en cárceles secretas desde hace más de 29 años la mayor parte de ellos». También exigió la aceptación y aplicación de «las resoluciones de Naciones Unidas, en particular el Plan para la Autodeterminación del Pueblo Saharaui (denominado Plan Baker) avalado por el Consejo de Seguridad de la ONU».
La Federación agrupa a una parte importante de partidos políticos, sindicatos, asociaciones, instituciones, parlamentarios y alcaldías.