Recomiendo:
0

Base clave para la junta militar de Myanmar capturada por rebeldes de las minorías étnicas

Fuentes: DW
Traducido para Rebelión por Cristina Alonso

Rebeldes de las minorías étnicas en Myanmar han capturado una base militar clave, lo que supone una importante derrota para la junta. La caída del Mando Noreste de Lashio pone de manifiesto la fuerza creciente de las fuerzas opositoras.

El ejército de Myanmar ha reconocido la toma de una base militar clave, durante el fin de semana, por un grupo armado de la resistencia, lo cual ha sido un golpe devastador para el régimen de la junta militar.

La caída del Mando Noreste del ejército en Lashio a manos del Ejército de la Alianza Nacional Democrática de Myanmar (MNDAA, por sus siglas en inglés) es, este año, el mayor de una serie de reveses para el gobierno militar de Myanmar.

Se produce en un momento en que la ofensiva de una alianza de poderosas milicias de grupos de las minorías étnicas está logrando avances importantes en la guerra civil.

¿Una derrota humillante?

Zachary Abuza, profesor del Colegio Nacional de la Guerra en Washington y especializado en política y seguridad en el sudeste asiático, describió la pérdida de Lashio, la mayor ciudad del estado Shan, como «quizá la derrota más significativa para la junta, si la oposición consigue mantenerla.»

«Es un importante centro comercial y la mayor ciudad capturada hasta la fecha», declaró a DW, señalando que era especialmente perjudicial porque los militares habían reforzado la base recientemente con unos 3.000 soldados.

«Y, sin embargo, cayó en menos de un mes, provocando la rendición de más de 1.000 hombres. El comandante de la región militar del noreste, de los 14 existentes, fue capturado, junto con sus dos ayudantes brigadas. Son los prisioneros de guerra de más alto rango hasta la fecha», declaró.

Abuza señaló que la pérdida era lo bastante significativa como para que incluso el líder de la junta, Min Aung Hlaing, se hubiera visto obligado a mencionarla. «Y eso es mucho decir».

Una declaración recogida por el diario estatal en lengua inglesa Global New Light of Myanmar citaba a Min diciendo que los militares «se retiraron» de algunas posiciones cercanas a la frontera con China, tras «considerar la seguridad de las zonas actuales y la seguridad de las personas».

El jefe militar también señaló que la alianza estaba recibiendo armas, incluidos drones y misiles de corto alcance, de fuentes «extranjeras», que no identificó. «Es necesario analizar las fuentes de poder monetario y tecnológico», dijo.

El ejército de Myanmar tiene 14 comandos regionales en todo el país, y el Comando Noreste es el primero en caer en manos de grupos armados de la resistencia. Por eso la pérdida de Lashio es «humillante» para la junta, dijo Aung Thu Nyein, analista político en Myanmar.

Los militares, bajo inmensa presión

Durante el último año, la oposición y los grupos armados de las minorías étnicas han planteado serios desafíos al control del poder por los militares.

Una triple alianza de fuerzas opositoras, entre ellas el MNDAA, el Ejército de Liberación Nacional Ta’ang (TNLA, por sus siglas en inglés) y las Fuerzas Populares de Defensa o PDF de Mandalay, lanzó en octubre una gran ofensiva en el estado Shan.

Denominada Operación 1027, supuso la captura de vastas franjas de territorio en la frontera con China, incluyendo docenas de municipios y cientos de puestos controlados por la junta.

Inspirados por los avances de la alianza en el campo de batalla, otros grupos armados de las minorías étnicas, como el Ejército Arakan en el oeste, también han aumentado la frecuencia y la ferocidad de sus ataques, poniendo las cosas cada vez más difíciles al ejército e impidiéndole mantener el territorio bajo su control.

¿Por qué han fracasado los intentos de China por garantizar la paz?

Lashio se encuentra a unos 112 kilómetros al sur de la frontera con China. El MNDAA tenía la ciudad como objetivo desde que lanzó su ofensiva en octubre.

China ha intentado varias veces negociar un alto el fuego entre la junta y los grupos armados de la zona. Pero los intentos no han conseguido asegurar una paz duradera.

«Desde que comenzó la operación, China ha presionado intensamente al MNDAA y al TNLA para que cesen los combates», declaró Ye Myo Hein, experto en Myanmar del Instituto de la Paz en Estados Unidos.

«Sin embargo, ambos grupos aliviaron hábilmente esta presión anunciando un alto el fuego unilateral, y luego tomaron con éxito el control de Lashio y otras ciudades del norte del estado Shan».

A pesar de que China tiene una influencia importante sobre los grupos de la resistencia cercanos a su frontera, explicó Ye, Beijing «no puede controlarlos totalmente».

«Los actores armados buscan continuamente crear espacios para maniobrar hacia sus objetivos a pesar de la presión china. Y ahora que grupos de la resistencia controlan casi todas las zonas a lo largo de la frontera entre los dos países, China no tiene más remedio que relacionarse con estos grupos como actores clave en el futuro», afirmó.

¿Se extenderán los combates a los bastiones de la junta?

Myanmar vive una situación de agitación política desde que los militares derrocaron al gobierno elegido democráticamente en febrero de 2021.

El golpe de estado desencadenó protestas masivas, que se convirtieron en un gran levantamiento contra la junta militar, sobre todo en las regiones dominadas por las minorías étnicas.

Opositores al régimen militar han formado alianzas entre grupos de las minorías étnicas y las PDF, las fuerzas de defensa dirigidas por civiles.

Se calcula que la guerra civil se ha cobrado la vida de más de 5.000 civiles desde 2021. Millones de personas han sido desplazadas internamente y la economía del país está por los suelos.

Según el Gobierno de Unidad Nacional de Myanmar, formado por una coalición de autoridades legisladoras democráticamente elegidas pero destituidas y que pretendían establecer un gobierno paralelo o en el exilio, antes de la toma de Lashio más del 60% del territorio de la nación estaba controlado por las fuerzas de la resistencia.

Hay quien especula que ahora los combates se intensificarán y extenderán, ya que los grupos opositores tienen como objetivo pueblos y ciudades considerados desde hace tiempo bastiones de los militares, como Myawaddy y Mandalay.

Myawaddy, ciudad situada a lo largo de la frontera entre Myanmar y Tailandia, es un puesto comercial clave. Ya ha sido testigo de intensos combates, y fue capturada brevemente en abril por la Unión Nacional Karen.

Ese mismo mes, la capital de Myanmar, Naypyitaw, sufrió un ataque sin precedentes después de que grupos armados lanzaran ataques con drones y atacaran instalaciones militares en la ciudad.

La ciudad de Mandalay, eje económico y centro de la cultura birmana, se encuentra a poco más de 200 kilómetros de Lashio.

El analista político Aung Thu Nyein afirmó que sería difícil para los grupos armados ocupar Mandalay. «Pero cualquier ofensiva dirigida contra la ciudad podría ser un duro golpe para la junta, tanto militar, como psicológica y económicamente».

Artículo editado por: Srinivas Mazumdaru

Fuente original en inglés: Myanmar junta on back foot as ethnic rebels capture key base DW 08/07/2024