La Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTAA) realizó una contundente movilización frente al Ministerio de Capital Humano el viernes pasado en alerta por los más de 70.000 despidos que el Gobierno podría realizar el 31 de marzo, y contra las políticas de ajuste y desguace del Estado que impulsan desde esa cartera.
Categoría: Argentina

Los rumores de un nuevo indulto, otro protocolo represivo de Patricia Bullrich, los discursos abiertamente negacionistas, el ataque contra una integrante de la agrupación HIJOS hacen de este 24 de marzo, el número 40 desde que cayó la última dictadura, una cita obligada para quienes seguimos exigiendo Memoria, Verdad y Justicia, tal como se la demanda desde este presente de despojo.
Cuando se habla de derechos humanos no nos referimos solo a los arrasados durante el terrorismo de Estado (1975-1983) y en menor medida violados durante los gobiernos de la democracia burguesa.
(Extractos del editorial de La Prensa «Otro episodio desconcertante» del 26.05.75)

Siento un profundo desprecio por el Estado. Creo que el Estado es el enemigo, creo que el Estado es una asociación criminal. De hecho, el Estado es una asociación criminal donde un conjunto de políticos se pone de acuerdo y utilizan el monopolio de la riqueza para robar recursos del sector privado.
Hay una fractura expuesta que carcome el tejido libertario. Nos referimos a la discordia apenas disimulada entre el ala de lumpenes financieros que encabeza Milei y el sector militar-procesista de la vicepresidenta Victoria Villarruel.
La Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTAA) realizó una contundente movilización frente al Ministerio de Capital Humano en alerta por los más de 70.000 despidos que el Gobierno podría finalizar el 31 de marzo, y contra las políticas de ajuste y desguace del Estado que impulsan desde esta cartera.

La «dispensa» a los trabajadores, con goce de sueldo, y las vallas policiales en los edificios son un ataque, pero de ningún modo pueden entenderse como un cierre.