
La propaganda bélica es tanto más eficiente cuando existe una carencia relativa de pensamiento crítico y logra instalarse una explicación única, des-historizada y simplista de los acontecimientos.
La propaganda bélica es tanto más eficiente cuando existe una carencia relativa de pensamiento crítico y logra instalarse una explicación única, des-historizada y simplista de los acontecimientos.
La prensa escrita retrocede de forma acelerada a nivel mundial. La pandemia, los conflictos bélicos, la inseguridad de los periodistas y la censura amenazan la información independiente y de calidad.
El coro mediático pidiendo “más guerra” parece estar sirviendo a una operación de blanqueamiento ideológico que despeja el camino a los gobiernos mientras preparan más propaganda y medidas antidemocráticas
Los medios hegemónicos instalaron la guerra en el imaginario colectivo, cuando lo más sensato sería lamentar el conflicto por lo que éste implica en términos de sufrimiento humano y destrucción material e insistir no en la competencia por demostrar quién es el más fuerte, sino en la necesidad de una solución mediante el diálogo
Asistimos a una suerte de “telenovelización” de la guerra, donde la comunicación política se funde y confunde con la narración de historias y la construcción de relatos.
“El procedimiento siguiente de la prensa burguesa es siempre y en todos los países el más corriente y el más ‘seguramente’ eficaz: mientan, griten, hurlen, repitan la mentira, ‘siempre quedará algo” (Lenin 1917).