El discurso del líder chino Hu Jintao en la apertura del decimoctavo Congreso del Partido Comunista del gigante asiático fue una decepción para muchos oyentes, ya que no dio señales importantes de que el Gobierno está dispuesto a avanzar en reformas políticas. Sin embargo, un párrafo inserto en lo profundo del discurso de 64 páginas […]
El discurso del líder chino Hu Jintao en la apertura del decimoctavo Congreso del Partido Comunista del gigante asiático fue una decepción para muchos oyentes, ya que no dio señales importantes de que el Gobierno está dispuesto a avanzar en reformas políticas.
Sin embargo, un párrafo inserto en lo profundo del discurso de 64 páginas pronunciado bajo la usual terminología marxista era lo que han estado esperando los defensores de un experimento de larga data sobre consultas en materia de políticas públicas.
El párrafo en cuestión instó al partido en el poder a «mejorar el sistema socialista de democracia consultiva».
Analistas y funcionarios dicen que la mención a una «democracia consultiva» es la primera vez que aparece en un documento tan importante, y es visto por algunos como un fuerte respaldo a la experiencia que tiene esta forma de democracia en Wenling, una ciudad de 1,2 millones de habitantes ubicada en la provincia de Zhejiang, al sur de Shanghái.
La ciudad ha formalizado las consultas ciudadanas sobre proyectos y gasto público a nivel municipal, aunque las decisiones finales siguen siendo de dominio exclusivo de la maquinaria estatal.
Xi Jinping, quien seguramente será nombrado el jueves como el próximo secretario general del partido, estuvo a cargo del bloque comunista en Zhejiang entre el 2002 y el 2007, en momentos en que se profundizaba el proyecto en Wenling.
El informe del congreso del partido es el discurso político más importante de China. Es entregado cada cinco años por el secretario general del partido, y traza un rumbo de desarrollo para los próximos cinco a 10 años.
«Por supuesto que esto es algo bueno», dijo Chen Yimin, un funcionario de Wenling que ha impulsado el sistema de audiencias públicas, donde los ciudadanos pueden opinar sobre temas como los proyectos industriales y los presupuestos administrativos, generando un poco de control sobre los funcionarios locales.
«Esto demuestra que las consultas democráticas (…) que hemos estado haciendo durante 13 años, desde 1999, finalmente han ganado reconocimiento (…) Esto abre espacio para un mayor desarrollo», dijo por teléfono Chen desde Zhejiang.
Chen Tiexiong, un delegado del congreso y jefe del partido en Taizhou, la ciudad que supervisa a Wenling y que ha iniciado consultas similares en los últimos años, se mostró de acuerdo con Chen.
«Me fijé atentamente en esa parte del discurso porque en términos de promoción de la política democrática Taizhou ha hecho mucho, y lo ha hecho con una democracia consultiva», dijo a Reuters en el marco del congreso.
Los analistas dicen que el modelo de Wenling va más lejos que otros intentos de China para incluir a los ciudadanos en la toma de decisiones gubernamentales, y tiene potencial como un mecanismo para reducir las tensiones sociales, un problema que está en alza en la segunda mayor economía del mundo según el discurso de Hu.
«Si cada lugar puede realizar consultas o debates sobre temas importantes como en Wenling, las localidades lograrán estabilidad y muchos problemas podrían resolverse», dijo Sang Yucheng, profesor de la Universidad de Fudan, en Shanghái.