El Gobierno chino ha puesto un veto a la aparición en “shows televisivos” de los niang pao (término para designar a los “maricones”), así como a los muchachos afeminados, a los transexuales (…) y otros de “estética anormal”, es decir al colectivo LGTBI ya que, debido a su enorme popularidad entre los pequeños y adolescentes, ejercen una mala influencia sobre éstos “que están perdiendo su identidad al querer imitar a sus ídolos”.
La orden emitida por la Administración Estatal de Televisión y Radio (NRTA), de la que se hicieron eco parcialmente a finales del 2021 varios medios extranjeros y nacionales, entre ellos Associated Press (AP) y La Vanguardia, subraya que “los menores necesitan modelos ejemplares”, es decir personas de probada integridad con proyectos positivos que contribuyan al desarrollo sano de la nación.
La homosexualidad en China, así como “otras conductas desviadas”, fueron despenalizadas en 1997 dentro de las reformas sociales, políticas y económicas emprendidas por Deng Xiao Ping (conocido como el Pequeño Timonel), y en el año 2001 se sacó a ese colectivo, oficialmente, de la “lista de enfermos mentales”.
Con el boom económico que experimentó China en las últimas dos décadas (de lo que este escriba fue testigo presencial) “una inmensa minoría de chinos, especialmente multimillonarios, comenzaron a salir del armario” y cada vez ocuparon más espacios en la televisión, cine, teatro, y los medios en general, especialmente la prensa rosa.
Según la NRTA, cuya decisión todavía mantiene en llamas las redes sociales, los miembros del colectivo LGTBI que “han saltado a la fama”, son en muchos casos “personas endiosadas” que abusan de su posición de poder, así como de menores que los adoran.
Añade el órgano regulador que muchos de ellos, ahogados en dinero, se habían creído intocables y evitaban pagar impuestos.
La revista “la mujer china” fue la primera que habló de los niang pao (literalmente “chicas con pistola” o “con pene”) hace más de una década y luego, años más tarde, en 2018, y analizando el fenómeno desde otra perspectiva menos alegre, la agencia estatal Xinhua (término que significa la nueva China).
“Esta caza de brujas” contra el colectivo LGTBI está dirigida principalmente a frenar la pujante y masiva “moda de la cirugía estética para conseguir una belleza andrógina en línea con el ideal del manga japonés”. Tanto en Japón como en Corea del Sur es frecuente someterse a una cirugía de “feminización facial”, reducción de la mandíbula con una microsierra que corta los huesos, etc.
La NRTA subraya también que los medios deben evitar promover a “celebridades vulgares”. Su deber es -insiste el órgano regulador- “promover enérgicamente la excelente cultura tradicional china, la cultura revolucionaria y la cultura socialista avanzada”.
Las Redes Sociales informan que frente a este “crack down” contra las estrellas, “influencers” y artistas “de conducta anormal”, multitud de adolescentes se manifiestan con frecuencia en aquellas comisarias de policía donde han sido detenidos o retenidos sus ídolos. La policía casi siempre disuelve estas concentraciones pacíficamente.
El Ejecutivo de Xi Jinping, que ahora defiende “criterios de belleza correctos”, intenta parar los pies a estrellas como el ídolo Kris Wu, quien fue interrogado en agosto de 2021 como sospechoso de violación, o a actrices como Zheng Shuang, a quien se la impuso ese mismo año una multa de 46 millones de dólares por invasión de impuestos.
Por su parte la asociación LGTB+ Rights Advocacy China denunció desde la isla rebelde de Taiwán la represión que está ejerciendo Pekín sobre el colectivo y lamentó que muchos de ellos han perdido su trabajo o son rechazados a la hora de buscar empleo.
La citada organización es una firme defensora de los derechos del colectivo y se ha comprometido a llevar a cabo una campaña a escala nacional para que sus miembros no vuelvan a ser discriminados por las autoridades comunistas que “buscan un rejuvenecimiento del país” (que cuenta con 1400 millones de habitantes) con hombres y mujeres que hayan recibido una educación correcta y ejemplar.
Blog del autor: Nilo Homérico
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