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Combatir la lógica del TTIP

Fuentes: Rebelión

Tras la jornada de acción global contra el TTIP del pasado 18 de abril, se van a llevar a cabo nuevas acciones del 10 al 17 de octubre a nivel internacional. Será una semana de acción por la democracia, la justicia social y los servicios públicos, en la que la batalla contra los acuerdos comerciales […]

Tras la jornada de acción global contra el TTIP del pasado 18 de abril, se van a llevar a cabo nuevas acciones del 10 al 17 de octubre a nivel internacional. Será una semana de acción por la democracia, la justicia social y los servicios públicos, en la que la batalla contra los acuerdos comerciales se vinculará a otras luchas sociales como la lucha contra las políticas de austeridad y la lucha contra el cambio climático.

Nuestra lucha no es sólo contra el TTIP, es también contra el TPP (Acuerdo Trans-Pacífico de Asociación Económica), TISA (Acuerdo de Comercio de Servicios) y CETA (Acuerdo Económico y Comercial entre la UE y Canada). No se denuncia sólo un tratado, se denuncia una lógica de comercio internacional que amenaza los derechos fundamentales de todas las personas y la propia pervivencia del planeta. Una lógica que considera que todo es mercancía, que todo se puede vender y comprar sin límites ni controles: desde los recursos naturales hasta los servicios públicos; desde el agua hasta el cuidado de la vida.

Aunque todavía para mucha gente estas siglas no sean más que una sopa de letras, hay que reconocer que se están consiguiendo algunos logros en la batalla contra estos Tratados. Así, hoy hay campañas contra el TTIP en prácticamente toda Europa, y en muchos países se da, incluso, un debate público sobre el tema. Cada vez más municipios y regiones se están declarando libres de TTIP y se debaten mociones contra el TTIP en ayuntamientos y parlamentos, también en Euskal Herria. Parlamentarios/as y políticos/as se ven forzados a explicar su posición sobre el tema. Todo esto está provocando que las negociaciones estén avanzando mucho más lentas de lo que quisieran sus defensores.

Son logros que tienen mucho mérito teniendo en cuenta el secretismo de las negociaciones, la complejidad de las cuestiones abordadas, la fuerza de la propaganda oficial (no olvidemos que los grupos políticos mayoritarios están a favor del Tratado) y el papel que están jugando los grandes medios de comunicación.

La propaganda pro-TTIP está arreciando a medida que la oposición crece. Así, las promesas de crecimiento económico, creación de empleo o de mayores beneficios para las pymes se siguen repitiendo pese a haber quedado acreditado que carecen de cualquier fundamento. También el argumento geopolítico se esgrime con fuerza. Es el llamado síndrome de China, que viene a argumentar que o bien Europa mueve ficha para seguir controlando el comercio internacional y seguir siendo una potencia económica o será China la que se imponga. (El argumento de China sirve para todo; desde bajar salarios hasta justificar el TTIP).

Hay que seguir combatiendo toda esa propaganda. Y las cosas no van a estar más fáciles en el futuro. Entramos en una nueva fase en la que el acceso a los documentos va a ser todavía más difícil. Si hasta ahora la única información disponible ha llegado gracias a la filtración de algunos documentos, en adelante no habrá filtraciones porque entramos en una fase de documentos consolidados de acceso aún más restringido. Mientras tanto, la CE sigue defendiendo que son «las negociaciones comerciales más transparentes de la historia».

Informar y movilizar. Por todo ello, es imprescindible seguir informando, sensibilizando y movilizando en torno a este tema. Seguir ejerciendo presión sobre parlamentos y gobiernos, para que cada uno tenga que responder ante la sociedad sobre su posición.

Este es el objetivo de las nuevas acciones y movilizaciones convocadas para octubre. Entre el 10 y el 17 se celebrarán acciones descentralizadas por toda Europa, y Bruselas será el epicentro de diferentes actividades y movilizaciones: marchas, conferencias y manifestaciones.

En Euskal Herria, el 24 de octubre se celebrará Alternatiben Herria, en Bilbo, donde también habrá un espacio para la denuncia de estos tratados comerciales. La lucha contra el TTIP será objeto de análisis en el marco del espacio Democracia, Soberanía y Participación, donde, entre otras actividades, habrá una conferencia de Susan George.

La lucha contra el TTIP está estrechamente ligada a la lucha contra el cambio climático. Ambas combaten un mismo modelo destructor del planeta y vulnerador de los derechos fundamentales. El impacto ambiental que comporta un acuerdo como el TTIP sería enorme: así, el incremento de las emisiones de CO2, consecuencia de un mayor flujo transatlántico, o el incremento de la utilización de la técnica del fracking son sólo dos ejemplos de este impacto. Hay que vincular ambas luchas y hacer que la batalla contra el TTIP esté también presente en diciembre en la COP21 en París.

Debemos aprovechar y reforzar todas las oportunidades de movilización. ¡Preparémonos para dar la batalla este otoño! ¡STOP TTIP!

Laura González de Txabarri, responsable de relaciones internacionales en el sindicato ELA