El acuerdo crediticio firmado por Pakistán con el Fondo Monetario Internacional (FMI) suscitó la ira de organizaciones no gubernamentales, que sostienen que se trata de una respuesta «inadecuada» y «cínica» al desastre causado por las inundaciones en el país asiático. El préstamo se anunció el jueves, tras más de una semana de negociaciones entre funcionarios […]
El acuerdo crediticio firmado por Pakistán con el Fondo Monetario Internacional (FMI) suscitó la ira de organizaciones no gubernamentales, que sostienen que se trata de una respuesta «inadecuada» y «cínica» al desastre causado por las inundaciones en el país asiático.
El préstamo se anunció el jueves, tras más de una semana de negociaciones entre funcionarios pakistaníes y del FMI en Washington.
Pakistán esperaba que se flexibilizaran algunos de los términos del préstamo de 10.660 millones de dólares concedido en 2008, a la luz del daño que las inundaciones infligieron a su economía.
Aquel acuerdo estableció objetivos inflacionarios y de déficit que Pakistán asegura no poder cumplir en el contexto actual. Por su parte, el FMI le exigió en junio adoptar medidas más drásticas para concretar esas reformas.
Los esfuerzos por mantener la disciplina fiscal, por ejemplo, «inicialmente demostraron ser exitosos, pero desde junio de 2009 las autoridades han excedido reiteradamente el presupuesto trimestral de objetivos de déficit (establecidos) bajo el programa», señaló en junio de este año un comunicado del FMI.
También destacó que la inflación ha ido en aumento, llegando a 13 por ciento en marzo.
Pero dada la magnitud del daño y el sufrimiento causados por las inundaciones desde julio, esas preocupaciones macroeconómicas y fiscales deberían ser irrelevantes por el momento, sostienen algunas organizaciones.
«No se puede esperar que Pakistán pague su deuda mientras se esfuerza por hacer frente» a la situación generada por las inundaciones, dijo Elizabeth Stuart, asesora de políticas en Oxfam.
«Ahora los recursos de Pakistán deben estar dirigidos a recuperarse de este desastre, y no se puede permitir que una carga de deuda obstaculice la recuperación», agregó Stuart, señalando que un tercio de los ingresos presupuestarios del país actualmente se gastan en devolver préstamos.
El anuncio formulado el jueves por el FMI incluye 450 millones de dólares para «financiamiento de emergencia inmediato», según el director gerente de la institución, Dominique Strauss-Kahn.
Esos fondos deberán estar disponibles para fines de este mes, lo que supone una celeridad mucho mayor de lo habitual.
Sin embargo, fue rechazada la flexibilización de condiciones que esperaban los funcionarios pakistaníes.
«Las autoridades (pakistaníes) han expresado su intención de implementar medidas para concluir el quinto examen del programa a finales de este año. Nos mantendremos en estrecho contacto durante este proceso. La conclusión del quinto examen permitirá al FMI desembolsar 1.700 millones de dólares adicionales, elevando los desembolsos totales del FMI (incluida la asistencia de emergencia) a 2.200 millones de dólares en el segundo semestre de 2010», señaló Strauss-Kahn.
Por otra parte, el Banco Mundial anunció que aumentará su ayuda de emergencia a Pakistán a 1.000 millones de dólares. Ese dinero adoptará la forma de un préstamo blando, que no requerirá el pago de intereses.
El otro mayor acreedor de Pakistán, el Banco Asiático de Desarrollo, ya prometió un préstamo de emergencia por 2.000 millones de dólares.
Pero Oxfam y otros reclaman a los acreedores que cancelen las deudas de Pakistán a raíz de las extraordinarias circunstancias.
Según la Jubilee Debt Campaign, una coalición de organizaciones que reclaman la cancelación de «deudas impagables e ilegítimas de los países en desarrollo», previo a las inundaciones Pakistán gastaba tres veces más en el pago de deudas que en la salud.
«Continuar obligando a Pakistán a devolver estos préstamos, extenderle aún más préstamos en el interín y obligar al país a implementar condiciones económicas que empeoren aún más la pobreza, es reprensible e insensato», señaló en un comunicado Nick Dearden, director de Jubilee.
El resto de la deuda de Haití con el FMI se canceló en julio para facilitar la reconstrucción posterior al terremoto que el 12 de enero sacudió a ese país y a las réplicas que le siguieron. Estados Unidos, el Banco Interamericano de Desarrollo y otras instituciones de préstamo han hecho lo mismo. ¿Por qué Pakistán no recibe el mismo trato?
«Técnicamente, el FMI no puede cancelar la deuda de Pakistán», explicó Stuart, dado que, a diferencia de Haití, Pakistán no es considerado un país de bajos ingresos por la institución financiera.
Pero es precisamente por estos detalles técnicos que «las normas tienen que cambiar», dijo Stuart, a fin de permitir que el FMI responda adecuadamente a circunstancias excepcionales como las inundaciones. Una mejor respuesta sería conceder subsidios, sostuvo, opción disponible para países como Haití pero no para Pakistán.
En definitiva, cambiar estas reglas corresponderá a los miembros del FMI, por lo que «realmente se trata de voluntad política», expresó Stuart.
Como ocurre con muchos otros, Stuart señala el hecho de que muchas más personas han perdido sus medios de sustento debido a las inundaciones que a raíz del terremoto haitiano.
Se estima que las inundaciones que se desataron el 12 de julio en Pakistán, con lluvias inusualmente fuertes, dejaron sin hogar a 17,2 millones de personas y mataron a otras 1.600.
El gobierno calcula que la inflación puede dispararse a 20 por ciento en el país tras la destrucción de cultivos –equivalente a alrededor de 1.000 millones de dólares– e infraestructura causada por las inundaciones.