En un siglo, 150 mil menores sufrieron maltratos y abusos en estos colegios; comisión reconoce «genocidio cultural».
Kamploops, Columbia Británica. Los restos de 215 menores de edad fueron encontrados en una fosa común en un internado canadiense cerrado en 1978 y fundado con la intención de integrar a la población indígena. Forenses se encuentran trabajando en la Escuela Residencial India Kamloops para determinar la causa y la fecha de las muertes, informó la televisión pública canadiense, CBC.
El hallazgo fue anunciado por el jefe de la tribu indígena Tk’emlups te Secwepemc.
Hasta donde sabemos, las de estos niños perdidos son muertes indocumentadas. Algunos tenían sólo tres años, informó la lideresa de la comunidad de Kamloops, Rosanne Casimir, en declaraciones a la cadena británica BBC.
Agregó que los restos fueron localizados el pasado fin de semana con la ayuda de un radar de penetración terrestre.
Es posible que se encuentren más restos porque hay más zonas de los terrenos de la escuela que no han sido exploradas.
Estos internados se crearon en los siglos XIX y XX para asimilar de forma forzosa a niños indígenas: eran financiados por el Estado y gestionados por organizaciones religiosas. Entre 1863 y 1998 se calcula que más de 150 mil menores indígenas fueron arrancados de sus hogares e internados en estos colegios donde no se les permitía hablar su idioma o manifestar su cultura, y eran frecuente que sufrieran maltratos y abusos.
Una comisión de investigación concluyó en 2015 que muchos de los menores no regresaron jamás a sus comunidades y reconoció así un genocidio cultural. Un informe de hace cinco años de una Comisión de la Verdad y la Reconciliación dijo que al menos 3 mil 200 niños murieron por abuso y negligencia.
Legado de alcoholismo y adicción
Los actuales líderes indígenas han citado ese legado de abuso y aislamiento como la causa fundamental de las tasas epidémicas de alcoholismo y adicción a las drogas en sus reservas.
El Proyecto Niños Perdidos ha identificado hasta el momento a más de 4 mil 100 menores fallecidos durante su estancia en los internados; muchos de ellos fueron sepultados en los recintos escolares.
El gobierno canadiense se disculpó en el Parlamento en 2008 y admitió que el abuso físico y sexual en las escuelas era desenfrenado. Muchos estudiantes recuerdan haber sido golpeados por hablar en su lengua. También perdieron contacto con sus padres y sus costumbres.
La comunidad indígena de Kam-loops era la más grande del país. La Escuela Residencial India Kamloops, abierta en 1890 bajo una administración católica, llegó a albergar a cerca de 500 estudiantes en la década de los 1950.
En 1969, el gobierno federal asumió su gestión y la convirtió en residencia estudiantil; así funcionó hasta su cierre, en 1978.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, reconoció estos hechos como doloroso recordatorio de un capítulo vergonzoso de la historia de nuestro país.
La ministra de Relaciones Indígenas, Carolyn Bennett, señaló que esos internados eran la manifestación de una política colonial y se comprometió a rendir homenaje a estas almas inocentes perdidas.
Fuente: https://www.jornada.com.mx/2021/05/30/mundo/019n1mun