Pese a la promesa de Barack Obama de acabar con las torturas, varios presos afganos han denunciado haber sido torturados en la base que Estados Unidos tiene en Bagram, al norte de Kabul. La base cuenta con un centro de detención secreto además del oficial, el de Parwan, según ha confirmado el Comité Internacional de […]
Pese a la promesa de Barack Obama de acabar con las torturas, varios presos afganos han denunciado haber sido torturados en la base que Estados Unidos tiene en Bagram, al norte de Kabul. La base cuenta con un centro de detención secreto además del oficial, el de Parwan, según ha confirmado el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) a la BBC.
La cadena británica había destapado el caso el 15 de abril con un reportaje en el que nueve testigos relataban con detalle todos los maltratos a los que habían sido sometidos en la prisión secreta, a las que los detenidos se referían como «el agujero negro».
El responsable de los centros de detención en Afganistán, el vicealmirante del ejército estadounidense Robert Harward, negó la existencia de esas cárceles y de los abusos y alegó que la prisión principal, un nuevo complejo llamado Instalación de Detención, en Parwan, era «el único centro de detención» de la base y del país.
La Cruz Roja reveló, a preguntas de la BBC, que desde agosto de 2009 las autoridades estadounidenses han estado notificando los nombres de las personas detenidas en instalaciones independientes en la base de Bagram.
Los prisioneros, que fueron entrevistados por separado por la BBC, relataron todos historias similares sobre los castigos a los que eran sometidos durante su detención: celdas frías en las que no se podía dormir debido a la luz que todo el tiempo estaba encendida y les impedía saber si era de día o de noche.
«Nadie podía dormir»
«Le llaman el agujero negro», explicó a la BBC Sher Agha, que pasó seis días en ese presidio el pasado otoño. «Cuando nos ponen en libertad nos dicen que no contemos historias a los de fuera porque nos perjudicará», precisó.
«No podía dormir, nadie podía dormir porque había una máquina que hacía mucho ruido para impedirlo», relata Mirwais, que asegura haber estado en esta cárcel secreta 24 días. «Había una pequeña cámara en mi celda y si estabas durmiendo, venían y te molestaban para que te despertaras», añadió.
Muchos de los prisioneros aseguran que fueron golpeados por soldados estadounidenses antes de ser llevados a prisión. Mirwais dijo que había perdido varios dientes por el golpe de la culata de un arma. Todos ellos aseguran que no fueron visitados por la Cruz Roja y que sus familias no sabían dónde estaban.
Dos muertos en 2002
En 2002, dos presos murieron mientras estaban bajo custodia de los guardias de la prisión de Bagram tras ser colgados y golpeados brutalmente. Estados Unidos admite que el 80% de los detenidos probablemente no son terroristas entrenados.
Los presos pasan por una evaluación similar a la de un tribunal en la que son defendidos por militares que no tienen preparación alguna como abogados. Ningún preso de Bagram ha visto jamás a un abogado. A través de este proceso han sido liberados unos 100 detenidos. El número de presos en Bagram asciende a 900, un incremento con respecto a los 650 registrados en septiembre.
Fuente: Diario Público, 12 de mayo, 2010, p. 15.
rCR