Lo anunció hace poco más de dos meses y ayer lo volvió a reiterar. El Ejército turco quiere entrar en el norte de Irak para luchar contra el ilegal Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Y lo quiere hacer ya, antes de que la nieve vuelva a cubrir las montañas Qandil donde se refugian […]
Lo anunció hace poco más de dos meses y ayer lo volvió a reiterar. El Ejército turco quiere entrar en el norte de Irak para luchar contra el ilegal Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Y lo quiere hacer ya, antes de que la nieve vuelva a cubrir las montañas Qandil donde se refugian y entrenan los guerrilleros.
Antes de lanzar una ofensiva a gran escala, el Ejército turco necesita el permiso del Parlamento, disuelto hace unos días ante la proximidad de las elecciones legislativas del 22 de julio. El Gobierno de Ankara, encabezado por el islamista moderado Recep Tayyip Erdogan, ha vertido hasta el momento declaraciones tanto a favor como en contra de un ataque. Por tanto, la decisión final dependerá de la composición de la nueva Cámara.
Los dos principales partidos de la oposición han dejado claro en sus programas electorales que apoyarán cualquier iniciativa del Ejército. No obstante, el visto bueno de EEUU se antoja crucial. A día de hoy, Washington no está dispuesto a permitir una incursión en una de las zonas más estables y prósperas d Irak. Pero ahora hay unos 100.000 soldados turcos apostados en la frontera y ya se han registrado las primeras escaramuzas.