Recomiendo:
0

Las expectativas de vida afganas se hunden hasta nuevos mínimos

El nivel de sufrimiento en Afganistán supera el de cualquier otro país del mundo

Fuentes: Gallup

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.

Mientras los delegados de todo el mundo abandonaban el Reino Unido tras la Conferencia sobre Afganistán celebrada en Londres el día 4 de diciembre, una nueva Encuesta Mundial Gallup ponía de relieve lo deprimente que es la vida para la mayoría de los afganos. Aunque habían ocupado ya en 2013 el peor puesto del mundo, las calificaciones sobre sus vidas ofrecidas por los afganos se han hundido aún más en 2014. Más de seis de cada diez afganos valoran sus vidas de forma tan negativa que su situación se considera de «sufrimiento», la cifra más alta de sufrimiento jamás registrada por un país desde que Gallup empezó a llevar a cabo en 2005 el seguimiento de las evaluaciones vitales. Al igual que en 2013, ningún afgano valora su vida lo suficiente como para ser considerada «próspera».

 

Seis de cada diez afganos «sufrieron» en 2014

Gallup clasifica a los pueblos como «prósperos», «en apuros» o en situación de «sufrimiento», según cómo valoren sus vidas presentes y futuras en una escala con diferentes grados numerados de cero a 10, basados en la Escala de Autoevaluación de Cantril. Gallup considera que la gente está sufriendo si valoran sus vidas actuales en un 4 o una cifra menor y prevén que sus vidas, dentro de cinco años, estarán en el 4 o menos. Los encuestados no son quienes se etiquetan a ellos mismos como sufriendo, en situación de apuros o de prosperidad.

Es más probable que los afganos que viven en zonas rurales (que representan las tres cuartas partes del total de la población) sufran más que quienes viven en zonas urbanas, el 64% frente al 49%, respectivamente. Aunque la pobreza es común a toda la población, prevalece más entre los afganos rurales: el 44% dice que hubo momentos durante el pasado año en que no tenían dinero suficiente para comprar alimentos para ellos mismos o sus familias, frente al 32% de los habitantes urbanos. Es también menos probable que los afganos que viven en las zonas rurales se sientan satisfechos de las infraestructurales básicas como colegios, servicios sanitarios y carreteras que sus homólogos urbanos.

A nivel regional, las valoraciones tienden a mejorar según se van moviendo desde el oeste al este de Afganistán. Hay una serie de posibles factores que pueden influir en esa pauta: los afganos de algunas zonas en el oeste y en el sur son especialmente vulnerables a la adicción a las drogas porque los cultivos de opio son mucho más abundantes en estas regiones. Los temores a que las condiciones de seguridad puedan empeorar en ausencia de las tropas occidentales pueden también estar reduciendo el optimismo de los afganos en provincias sureñas como Helmand, donde se encontraban los bastiones talibán antes del incremento de tropas estadounidenses registrado en 2010.

Las tasas de sufrimiento son más altas en el oeste de Afganistán

Con los talibanes y otros grupos insurgentes reclutando activamente nuevos miembros en Afganistán, la falta de esperanza entre los jóvenes supone una grave preocupación. En muchos países, es la gente más joven la que tiene expectativas más positivas de la vida, especialmente cuando piensa en su futuro. Sin embargo, en Afganistán hay pocas diferencias en el sufrimiento por género o edad. Entre los hombres y en las edades de 15 a 24 años, el 58% está en situación de sufrimiento, muy cerca de la cifra de la población total (61%).  


  

Los porcentajes de sufrimiento son relativamente consistentes a través de los grupos de género y edad

 

El optimismo respecto a las condiciones económicas locales alcanza cotas mínimas

Teniendo en cuenta que la misión de combate de la OTAN en Afganistán, de trece años de duración, finaliza este mes, las preocupaciones por la seguridad estaban en la mente de muchos delegados en la conferencia de Londres del jueves. Sin embargo, la deteriorada situación económica del país, aún más agravada por los últimos ataques terroristas y por la salida de las tropas extranjeras, es también una preocupación importante. La tasa de sufrimiento de los afganos ha aumentado porque su situación económica ha empeorado.

En la actualidad, el 6% de los afganos manifiestan que las condiciones económicas en su ciudad o área están mejorando, mientras el 67% dicen que están empeorando. La frustración ante la falta de progreso en la reducción de la pobreza ha aumentado de forma espectacular; el 86% de los afganos manifiestan ahora estar muy descontentos con los esfuerzos llevados a cabo para enfrentar la pobreza, frente al 32% en 2008.

Conclusión

Las valoraciones tan bajas que los afganos hacen respecto a los aspectos considerados de sus vidas en el momento en que comienzan un capítulo diferente en la historia de su país, con un nuevo presidente enfrentado al malestar creciente ante un entorno gravemente deteriorado, son muy preocupantes. Además, la continua inseguridad económica ha auspiciado que los campesinos afganos se dediquen con mayor intensidad al cultivo del opio, cuya cosecha ha alcanzado niveles de record en 2014.

Es difícil que las valoraciones que los afganos hacen de sus vidas puedan empeorar, pero la actual situación de violencia, adicción a la droga e inextricable pobreza hace que sea igualmente difícil concebir cualquier mejora, al menos a corto plazo. Mientras tanto, la extendida desesperanza entre la población hace que las preocupaciones por el crecimiento e influencia de grupos extremistas en la sociedad afgana sean tan reales como siempre.

Métodos de investigación

Los resultados se basan en entrevistas cara a cara, llevadas a cabo en Afganistán entre 2008 y 2014, con alrededor de 1.000 adultos por año mayores de 15 años,. En los resultados basados en la muestra total nacional de adultos, el margen de error es de +_ 3,8 puntos porcentuales, con un nivel de confianza del 95%.

Fuente: http://www.gallup.com/poll/179897/suffering-afghanistan-hits-global-record-high.aspx