Xi rebaja los problemas encontrados hasta ahora como la incapacidad de ciertos países a la hora de hacer frente al pago de los créditos que concede el gigante asiático. La Iniciativa de la Franja y la Ruta debe ser ecológica y sostenible, dijo el viernes el presidente chino, Xi Jinping, en la apertura de una […]
Xi rebaja los problemas encontrados hasta ahora como la incapacidad de ciertos países a la hora de hacer frente al pago de los créditos que concede el gigante asiático.
La Iniciativa de la Franja y la Ruta debe ser ecológica y sostenible, dijo el viernes el presidente chino, Xi Jinping, en la apertura de una cumbre sobre el ambicioso plan, agregando que el gigantesco plan de infraestructuras e intercambios comerciales deberían dar como resultado un crecimiento de «alta calidad» para todos.
El plan de Xi para reconstruir la antigua Ruta de la Seda conectando China con el resto de Asia, Europa y otras regiones se ha visto envuelto en cierta polémica, ya que algunos países socios han lamentado el elevado coste de los proyectos de infraestructura. China no ha dicho exactamente cuánto dinero se necesitará en total, pero algunas estimaciones independientes sugieren que costará varios billones de dólares.
Xi quiso rebajar los problemas encontrados hasta ahora como la incapacidad de ciertos países a la hora de hacer frente al pago de los créditos que concede el gigante asiático para construir grandes obras de infraestructura.
Pekín ha dicho repetidamente que no está tratando de cargar de deuda a ningún país y que sus intenciones son buenas, y ha tratado de utilizar la cumbre de esta semana en Pekín para ajustar las propuestas y abordar las preocupaciones.
Estados Unidos y otros críticos de la iniciativa aseguran, sin embargo, que esta puede convertirse en una suerte de «trampa de la deuda» para los países menos desarrollados que conlleve su dependencia de China, acusación que Pekín rechaza.
Xi dijo en un discurso de apertura que la protección ambiental debe ser un fundamento básico del programa «para proteger el hogar común en el que vivimos». «Debemos adherirnos al concepto de apertura, verdor y limpieza», dijo. «Trabajar en el sol y combatir la corrupción junto con una tolerancia cero», agregó Xi. «Crear una infraestructura de alta calidad, sostenible, resistente al riesgo, a un precio razonable e inclusiva ayudará a los países a utilizar plenamente sus dotaciones de recursos».
«Hemos lanzado la Iniciativa de Pekín sobre la Ruta de la Seda Limpia para construir una Ruta de honestidad», anunció Xi y aseguró que, «con el verde como color de fondo», se harán «prevalecer criterios ecológicos en la construcción de infraestructuras, inversión y financiación».
A diferencia de la primera cumbre en 2017, donde Xi dijo que los bancos chinos prestarán 380.000 millones de yuanes (56.430 millones de dólares) para apoyar la Iniciativa, esta vez no dio una cifra sobre los nuevos apoyos financieros. Sin embargo, Xi dará otro discurso el sábado.
Algunos gobiernos occidentales consideran que el proyecto es un vehículo para difundir la influencia china en el extranjero al tiempo que carga a los países pobres con una deuda insostenible.
Si bien la mayoría de los proyectos de la iniciativa están en marcha, algunos se han visto atascados por cambios en los gobiernos de países como Malasia y Maldivas.
Entre los proyectos que se han archivado por razones financieras se encuentran una planta de energía en Pakistán y un aeropuerto en Sierra Leona, y Pekín ha tenido que salir al paso de las críticas en los últimos meses diciendo que no se ha abrumado a ningún país con las denominadas «trampas de deuda».
Xi lanzó la Iniciativa de la Franja y la Ruta -conocida como Nueva Ruta de la Seda- en 2013 y, según datos de Refinitiv, el valor total de los proyectos en el plan es de 3,67 billones de dólares, abarcando países de Asia, Europa, África, Oceanía y Sudamérica.