El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador anunció que su gobierno emprenderá una impugnación formal en contra de la legislación racista adoptada por el republicano gobernador de Texas, Greg Abbott, que permite a cualquier policía estatal detener a sospechosos de ser inmigrantes indocumentados y remitirlos ante un juez, quien podría ordenar su inmediata expulsión del país.
Mientras, la Guardia Nacional de EE.UU. instaló una nueva cerca de púas en el río Bravo para impedir los cruces masivos de migrantes, de Matamoros, Tamaulipas, a Brownsville, Texas, que se intensificaron desde el lunes. La medida es parte de la política del gobernador Abbott.
El lunes unos mil migrantes, en su mayoría venezolanos, ingresaron al río Bravo en su intento por cruzar la frontera. Eran familias completas, adultos mayores y niños quienes se introdujeron en las heladas y peligrosas aguas del río fronterizo, a nado o en colchones inflables. Agentes de la Guardia Nacional estadounidense los esperaron para comenzar su proceso de deportación que los regresa a México o en vuelos directos de Harlingen, Texas, a Caracas.
El martes instalaron una nueva cerca sobre la orilla estadounidense, frente al campamento de venezolanos que aspiran a obtener asilo humanitario. Unos 400 migrantes cruzaron el río Bravo entre la noche del lunes y madrugada del martes, en la frontera entre Ciudad Juárez, Chihuahua, y El Paso, Texas.
Vehículos todo terreno del Ejército y militares de EE.UU., que cuidan el perímetro fronterizo, insisten en difundir audios en altavoz, en idioma inglés y español, para inhibir a los extranjeros a cruzar el río. Los migrantes, venezolanos y haitianos en su mayoría, señalan que ya han hecho su solicitud de asilo, a través de la aplicación CPB-One, pero que el trámite resulta demasiado lento, por lo que optan por cruzar el cauce, a sabiendas de que la deportación será casi inmediata.
Cientos que lograron cruzar la alambrada de púas, colocada entre esos límites territoriales, hicieron fila en la puerta 36 del muro fronterizo, junto al río Bravo, y esperaron varias horas antes de ser procesados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés).
El representante del gobierno estatal en Ciudad Juárez, Óscar Ibáñez Hernández, comentó que el incremento en la llegada de migrantes a esa región es alentado por grupos criminales que difunden información falsa para que el servicio de la CBP se vea rebasado y les resulte más fácil realizar el tráfico de personas hacia ese país.
Entre racismo y fines electoreros
Mientras, las organizaciones estadounidenses Unión de Libertades Civiles (ACLU) y Texas Civil Rights Project, presentaron una demanda contra el estado de Texas por considerar que la ley referida es anticonstitucional y viola la legislación federal. Las disposiciones promulgadas el lunes por Abbott invaden la competencia exclusiva de Washington en materia de migración y constituyen una inequívoca violación a las garantías individuales y a los derechos humanos.
En caso de aplicarse, esta legislación texana colocaría automáticamente como posible víctima de persecución policial a cualquier persona cuyas características físicas correspondan, a latinoamericanos, africanos o asiáticos, sin duda abominación racista inaceptable incluso para amplios sectores de la propia sociedad estadounidense que no desea ver reinstaurada en su país la discriminación racial legalizada.
López Obrador señaló que esta clase de acciones de Abbott y de otros exponentes de la ultraderecha en EEUU tiene un propósito electorero y suele exacerbarse cada vez que se aproximan unos comicios presidenciales. Los alardes de xenofobia y racismo están dirigidos a movilizar las fobias y las paranoias de segmentos de la población para los cuales todos los grandes problemas -desde la epidemia de adicciones o la falta de empleos-, tienen origen externo.
Hace unos días el expresidente Donald Trump –quien aspira a ser reelegido el año próximo– acusó a los inmigrantes de envenenar la sangre de Estados Unidos, una expresión característica del fascismo. También las declaraciones en contra de los trabajadores extranjeros tienen una mentalidad racista y xenófoba que no es exclusiva de los republicanos, sino que está hondamente enraizada en muchos ámbitos sociales y gubernamentales de Estados Unidos.
Mientras, un tribunal de Colorado falló que el republicano Donald Trump no puede participar en las primarias electorales del estado en 2024 debido a estar “descalificado” para estar al frente de la presidencia de Estados Unidos. “Porque está descalificado, sería un acto erróneo bajo el código electoral del estado de Colorado aparezca como candidato en la boleta de la primaria presidencial”, señaló.
*Politólogo y analista estadounidense, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
Fuente: https://estrategia.la/2023/12/20/el-racismo-corriente-de-eeuu-y-los-migrantes/