En septiembre la revista Forbes publicó un listado con los 10 futbolistas mejor pagados del mundo (sumaban 585 millones de dólares antes de impuestos durante 2021, en conceptos principalmente de salario y bonificaciones).
Buenos Aires, en 1973, un partido de fútbol entre las divisiones infantiles del Argentinos Juniors y el River Plate. Después de un gol excelente de Diego Armando Maradona, uno de sus compañeros –de 13 años, apodado El Veneno– afirmó: “Nosotros jugamos por divertirnos. Nunca vamos a jugar por plata. Cuando entra la plata, todos se matan por ser estrellas, y entonces vienen la envidia y el egoísmo”. De este episodio futbolístico da cuenta el escritor Eduardo Galeano en El fútbol a sol y sombra (Siglo XXI, 1995).
En mayo la editorial Akal ha publicado Fútbol y política. Conversaciones desde la izquierda, basado en un diálogo entre el entrenador de fútbol Ángel Cappa, que ha trabajado en clubes como el Real Madrid o el River Plate; y el profesor de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid y articulista del periódico La Jornada de México, Marcos Roitman.
“Así como la música popular, en Argentina, pasó de los grandes intérpretes como Pugliese o Troilo a otros superficiales, sin calidad musical alguna (…), el fútbol le fue arrebatado a la gente a quien pertenece. El negocio desvirtuó su significado”, escribe en el prólogo del ensayo César Menotti, entrenador de la selección argentina que ganó el mundial de 1978.
En un pasaje de la conversación (La izquierda entra en juego), Marcos Roitman toma como punto de partida las reflexiones del intelectual marxista Manuel Vázquez Montalbán, autor de Fútbol. Una religión en busca de un Dios (2005); Vázquez Montalbán afirmaba que se había perdido la visión de juego de cada futbolista, en beneficio del “sistema”, que no podía cuestionarse. “No pienses por tu cuenta y juega como te dicen”, resume Roitman, con lo que se pierde la espontaneidad de cada jugador; “lo mismo pasa con la esfera política”.
Su interlocutor, Ángel Cappa, es coautor de También nos roban el fútbol (Akal, 2016). El exentrenador argentino comparte una de sus experiencias cuando trabajaba en el Real Madrid, junto a Jorge Valdano (ganaron la liga española en la temporada 1994-1995). Cappa hace referencia a los principios de jerarquización y subordinación en el capítulo Tarjeta roja al capitalismo: “Cuando hacía declaraciones se alarmaban y se irritaban, porque ‘¿Cómo un segundo va a hablar?, ‘¿cómo se atreve a alterar este orden?’ (…); más que lo que yo decía o dejaba de decir, era que me atrevía a hablar”.
En septiembre la revista Forbes publicó un listado con los 10 futbolistas mejor pagados del mundo (sumaban 585 millones de dólares antes de impuestos durante 2021, en conceptos principalmente de salario y bonificaciones); encabezaba el ranking Cristiano Ronaldo (Manchester United, 125 millones de dólares); seguido de Lionel Messi (Paris Saint-Germain, 110 millones); Neymar (Paris Saint-Germain, 95 millones) y Kylian Mbappé (Paris Saint-Germain, 43 millones).
“De mil jugadores llegan dos, igual que en el resto de la sociedad. Aun así lo utilizan para que veas que es posible. Como el general negro de Estados Unidos, que siempre tiene un general negro. ¿Ves que los negros puedan también llegar a general?”, se pregunta Cappa, quien jugó durante más de una década en el Olimpo de Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires).
¿Qué relevancia tienen los aficionados y las personas que acuden a los estadios? En agosto de 2009 la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, presentó junto a Maradona la iniciativa Fútbol para todos (FPT), que consistía en la retransmisión de partidos de la primera división argentina de manera gratuita y en abierto.
Pero entonces, recuerda Marcos Roitman, “surgieron (en Argentina) los intereses de las televisiones privadas por suscripción, que pusieron el grito en el cielo. Los horarios, los días que se juega, todo están en función de las televisoras privadas y los intereses económicos de los patrocinadores”.
El autor de Por la razón o la fuerza (sobre las dictaduras militares y resistencias en América Latina), añade el ejemplo del mundial de Qatar-2022 (el periódico The Guardian informó en febrero de 2021 que al menos 6.500 trabajadores inmigrantes han muerto en el país árabe desde que se le adjudicara la organización de la Copa del Mundo de Fútbol en 2010).
Qatar “es un país cuya tradición futbolera es nula. Pero se compraron los votos. Se desarrollará a 40, 45 grados de temperatura, se va a cambiar incluso la fecha (meses de noviembre y diciembre). ¿Qué más puede pasar?”, cuestiona Roitman.
Además tal vez quede muy lejos la idea que Ángel Cappa ha defendido en libros y artículos periodísticos (ha colaborado en medios informativos de México, Argentina, Perú y el estado español): el placer de jugar. “Se convierte el fútbol en un trabajo, entendido como sacrificio (…); el juego es riesgo o no es juego; (llenan) a los jugadores de obligaciones y presiones que les impiden desarrollar todo lo que saben y pueden”.
Marcos Roitman y Ángel Cappa consideran que los empresarios han “privatizado el fútbol”. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi valoró que el deporte “también es empresa” (Europa Press, junio 2020); y en una entrevista en el diario Marca (diciembre 2020): “En el ratio de la balanza comercial, el fútbol es el mejor negocio para España (…); es marca España en estado puro”.
El empresario y presidente del Villarreal Club de Fútbol , Fernando Roig, afirmó en una conversación con el exseleccionador nacional español, Vicente Del Bosque: “No entiendo de fútbol, soy un gestor” (El País, febrero 2021). Otro ejemplo citado por Cappa y Roitman es el un club cercano, el Valencia CF, cuyo presidente y propietario es el inversionista de Singapur, Peter Lim (según Forbes, Lim posee un patrimonio valorado en 2.400 millones de dólares).
Más allá de la mercantilización del fútbol, los dos autores se suman a la pregunta del filósofo estadounidense y profesor en la Universidad de Harvard, Michael J. Sandel, autor de obras como La tiranía del mérito: ¿Qué ha sido del bien común? (2020): “¿Queremos una sociedad donde todo esté en venta? ¿O existen determinados bienes morales y cívicos que los mercados no honran y el dinero no puede comprar?”.
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