Cuatro soldados estadounidenses murieron en Afganistán y 11 cadáveres fueron hallados el viernes, algunos de ellos decapitados, informaron la OTAN y autoridades locales. Un poblador de la región de Bagh Char, en el distrito de Khas Uruzgan, vio los cadáveres en un terreno y llamó a la policía, informó Mohammad Khan, un subjefe policial de […]
Cuatro soldados estadounidenses murieron en Afganistán y 11 cadáveres fueron hallados el viernes, algunos de ellos decapitados, informaron la OTAN y autoridades locales.
Un poblador de la región de Bagh Char, en el distrito de Khas Uruzgan, vio los cadáveres en un terreno y llamó a la policía, informó Mohammad Khan, un subjefe policial de la provincia de Uruzgan. «Los mataron porque el Talibán dijo que eran espías del gobierno», señaló.
El gobernador interino de Uruzgan, Khudia Rahim, dijo que cinco o seis de las 11 víctimas habían sido decapitadas.
Mientras tanto, la OTAN reportó que dos soldados de Estados Unidos murieron el viernes en ataques insurgentes en la región este de Afganistán. Uno más murió el mismo viernes por la explosión de una bomba a ras del camino en el sur del país y un cuarto falleció el jueves, también por la explosión de una bomba a ras del camino. La OTAN no dio la ubicación exacta de los ataques.
Con sus muertes, suman 84 los miembros de la fuerza internacional en Afganistán que mueren en junio -al menos 50 de ellos estadounidenses-, por lo que es ya el mes con más decesos en casi nueve años de guerra.
También en el sur, una fuerza conjunta de soldados afganos e internacionales mató el jueves a un comandante Talibán de mediano rango y a otros insurgentes mientras plantaban bombas a ras de camino cerca de la capital de la provincia de Kandahar, dijo la OTAN. Algunos de los rebeldes murieron en un ataque aéreo.
La OTAN dijo que el comandante del Talibán, Faizulá, era el responsable de ataques con bombas a ras de camino en el distrito Arghandab de Kandahar y se cree que también es responsable de la muerte de al menos un soldado de la coalición en marzo.
La coalición ha estado fortaleciendo la seguridad en Kandahar, la ciudad más grande del sur del país, y en los alrededores, en un esfuerzo para expulsar a los insurgentes y controlar el área.
Muchos comandantes insurgentes han resultado muertos durante las operaciones, dijo la OTAN.