En algún momento de este año, incluso esta semana, la Reserva Federal de Estados Unidos aumentará en miles de millones de dólares los costos financieros y muchas empresas, especialmente en los mercados emergentes, parecen mal preparadas para lo inevitable. Cuando finalmente la Fed comience a endurecer su política monetaria, el impacto probablemente se sentirá en […]
En algún momento de este año, incluso esta semana, la Reserva Federal de Estados Unidos aumentará en miles de millones de dólares los costos financieros y muchas empresas, especialmente en los mercados emergentes, parecen mal preparadas para lo inevitable.
Cuando finalmente la Fed comience a endurecer su política monetaria, el impacto probablemente se sentirá en empresas y hogares que se atiborraron con deuda barata durante los casi siete años de tasas de interés cerca de cero en Estados Unidos.
La Fed levantó a la economía estadounidense de un casi colapso en 2008 prácticamente borrando la tasa de los fondos federales, el interés básico que se considera para determinar el costo del crédito en el mundo.
Ahora los años de embriaguez con tasas de interés en mínimos están camino a su fin, con expectativas generalizadas de que la Fed las subirá antes de fin de año y quizás el jueves, cuando termine su próxima reunión del comité de política monetaria.
Los recuerdos del alboroto que siguió a otros ciclos de ajustes de la Fed siguen ahí: colapsos de fondos de cobertura, crisis de deuda emergente y cesaciones de pagos.
Algunas empresas han anticipado una era de mayores tasas de interés -que el banco central estadounidense ha estado avisando durante meses- con medidas como una baja de sus gastos de capital (capex).
Sin embargo, esto será de poca ayuda para reducir la carga financiera colectiva que se ha inflado durante años pese a que, según las leyes de la economía, la Fed debía revertir su política tarde o temprano.
La petrolera brasileña Petrobras es una muestra del auge del crédito en que se han sumergido las empresas de mercados emergentes: su deuda se ha multiplicado por cinco desde 2008 a 133.000 millones de dólares.
La deuda para financiar inversiones, crecimiento o sólo consumo se ha disparado en casi todos lados, según una advertencia del Banco Internacional de Pagos de esta semana.
El crédito en dólares de deudores no estadounidenses ha subido en un 50 por ciento desde 2008 a un récord de 9,6 billones de dólares. Las economías en desarrollo suponen 3 billones de dólares, el doble que en 2008.
Otro informe de la consultara McKinsey de comienzos de este año calculó en 57 billones el aumento de la deuda total en el mundo desde 2007, con un alza de 17 puntos porcentuales en la relación entre deuda y producción económica anual.
Para Petrobras cada punto porcentual de alza de los costos financieros significa una baja de su ganancia neta de un 15 por ciento, según cálculos de JPMorgan. La empresa espera que los pagos de deuda más que se dupliquen para 2019.
Muy pocos prestatarios han anticipado el alza de tasas «desapalancándose» o reduciendo sus deudas.
«Desde 2008, el sector privado de Estados Unidos es el único que realmente se ha desapalancado y en casi todos los otros lugares ha habido un incremento significativo de deuda», dijo Salman Ahmed, estratega de renta fija global de Lombard Odier en Londres.
Ahora es el momento de pagar la factura.
Fuente: http://lta.reuters.com/article/idLTAKCN0RF2JD20150915?sp=true