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Europa no necesita reaccionar excesivamente ante situación pandémica en China

Fuentes: Rebelión

El Covid 19 ha afligido el mundo por tres años. En la lucha contra la pandemia, China siempre ha colocado a su pueblo y la vida por encima de todo y ha venido reajustando las medidas antiepidémicas de acuerdo con la evolución de las circunstancias.

Con un trabajo de prevención y control cada vez más científico y preciso, China ha resistido eficazmente los impactos de las cinco oleadas de la epidemia a nivel global y ha mantenido un buen equilibrio entre el desarrollo económico y la lucha contra la pandemia.

Últimamente la situación antiepidémica en China ha registrado algunos cambios. Los expertos tanto chinos como extranjeros consideran sin mucha diferencia que la variación del virus tiene la siguiente tendencia: un nivel más bajo de patogenicidad, un período más corto de incubación y una infección frecuente de las vías respiratorias superiores. La variante Omicron se ha convertido en la más popular a nivel mundial. Pese a los numerosos contagiados, más del 90% de ellos no tienen síntomas o presentan síntomas ligeros, y el índice de casos de infección grave y casos de muerte se mantiene muy bajo. Se han aplicado en total 3,400 millones de dosis de vacunas en China y el 90% de la población con edad superior a 3 años se han vacunado de pauta completa. Además, las investigaciones de la medicina antiviral han logrado avance positivo en diversos países. Los hospitales y los trabajadores de sanidad pública han ganado mucha experiencia en la lucha antiepidémica.

A base de la nueva situación, el gobierno chino ha decidido con prudencia reajustar su política anti Covid. A partir del 8 de enero de 2023, dejan de aplicar el confinamiento a los contagiados. Los viajeros que llegan a China del exterior deben presentar una prueba de PCR con resultado negativo tomada dentro de 48 horas previas a su partida. Dejan de hacer la prueba de PCR y el confinamiento en hoteles asignados a los pasajeros que ingresan en China. Se renovarán los viajes al exterior de los turistas chinos. Ese cambio ha sido aplaudido por las cámaras de comercio entre China y los países como EE.UU., Gran Bretaña, Alemania, entre otros y las embajadas extranjeras en China. Creen que ayudará a renormalizar los intercambios personales y los viajes de negocio entre China y el exterior, recuperar el optimismo en el mercado así como la confianza de los inversores.

Con la puesta en marcha de la nueva política anti Covid, se ha visto inevitablemente una nueva ola de la pandemia y se ha incrementado la cantidad de contagiados en China. Eso ha provocado la preocupación de unos países europeos, lo cual es comprensible. Pero se debe recordar que actualmente la pandemia en China está bajo control y que no se ha detectado ningún nuevo tipo de variante del virus en el país. Recientemente algunos países han anunciado medidas obligatorias hacia viajeros procedentes de China, incluyendo la presentación de pauta completa de vacunación o una prueba de PCR dentro de 48 horas, o de antígeno dentro de 24 horas con resultado negativo. Unos pocos países les inplementarán prueba de PCR o antígeno por sorteo en los aeropuertos adonde llegan. Sin embargo, no ponen ningún tipo de restricción a los países donde están en proliferación las nuevas variantes del virus. Eso no les hace sentir más que discriminados a los turistas chinos.

Algunos profesionales también han puesto en duda la decisión de los países europeos. Los expertos de sanidad pública de varios países han dicho que la variante del virus que está molestando en China se había proliferado en otras regiones del planeta. Los miembros de la UE tienen generalmente un nivel elevado de vacunación y los viajeros procedentes del continente de China no significan ninguna amenaza seria a Europa. Por lo tanto no hace falta la implementación de un control especial a China. La filial europea del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI en inglés) también ha opinado que tienen poca razón científica las medidas europeas ante los pasajeros que vienen de China.

Los gobiernos tienen la responsabilidad de luchar contra la epidemia y proteger bien a su población. Sin embargo, las medidas antiepidémicas deben respetar las pautas científicas y ser adecuadas. No deben practicar ningún tipo de discriminación y dificultar los intercambios personales y las cooperaciones normales entre países.

Yao Fei, diplomático chino y observador de temas internacionales

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