La prensa de Argelia recordó ayer los trágicos acontecimientos del 17 de octubre de 1961, en los que fueron asesinados decenas de argelinos por las calles de París. 44 años después las autoridades francesas siguen sin reconocer su responsabilidad. Según el diario argelino «L’Expression» aquella noche de octubre «una pacífica manifestación, convocada por el Frente […]
La prensa de Argelia recordó ayer los trágicos acontecimientos del 17 de octubre de 1961, en los que fueron asesinados decenas de argelinos por las calles de París. 44 años después las autoridades francesas siguen sin reconocer su responsabilidad.
Según el diario argelino «L’Expression» aquella noche de octubre «una pacífica manifestación, convocada por el Frente de Liberación Nacional argelino (FLN), se encontró ante la brutal represión de la policía francesa. Fue una matanza a puerta cerrada, a los periodistas se les prohibió informar de los hechos».
Decenas de muertos y desaparecidos, miles de detenidos, innumerables casos de torturas. Y como la persecución a los argelinos se extendió por diversos barrios de París, muchos de los cuales fueron arrojados al Sena. A duras penas los medios de comunicación consiguieron dar a conocer la verdad pese a la censura del poder.
Estos datos fueron dados a conocer por el historiador Jean-Lucas Einaudi en su libro «La Batalla de París, el 17 de octubre de 1961», publicado en 1991 por la editorial francesa Seuil.
Sin embargo, Francia aún se niega a abrir los archivos relacionados con aquella masacre. Las constantes peticiones de las autoridades argelinas para descubrir a los responsables de ese y otros episodios de la colonización fueron vanas hasta ahora.
Ayer mismo un grupo formado por una treintena de asociaciones, sindicatos y partidos políticos franceses presentaron en París un manifiesto «para conseguir la apertura de todos los archivos sobre ese acontecimiento y el reconocimiento oficial de aquella masacre».
Entre los firmantes de esta alianza se encuentran el Movimiento contra el Racismo y por la Amistad de los Pueblos (MRAP), la Asociación 17 octubre 1961 contra el olvido, el Colectivo de familias de desaparecidos en Argelia, la Liga de Derechos del Hombre, el Partido Comunista Francés, la Unión de Estudiantes Comunistas y la Liga Comunista Revolucionaria, entre otros.
La alianza también pide la derogación del artículo 4 de la ley del 23 de febrero de 2005, por el que se impone en la enseñanza una historia que ensalza el colonialismo francés, y exige «la interrupción de los inadmisibles homenajes, numerosos particularmente en el sur de Francia, a los asesinos de la OAS».
Los manifestantes se concentraron ante el Palacio de Justicia de la capital francesa para pedir igualmente el reconocimiento, por las autoridades francesas, del «crimen de Estado» cometido aquel 17 de octubre y «la verdad y la justicia» sobre al asunto.
Escritores, historiadores y periodistas franceses también demandaron a su gobierno que pida perdón al pueblo argelino. Algo que esta lejos de materializarse a la vista de la polémica ley de febrero que glorifica a los criminales de la OAS.
Uno de estos intelectuales, el historiador Olivier Le Cour Grandmaison, subrayó que «los responsables políticos son todavía incapaces de asumir el pasado colonial de Francia y de reconocer los numerosos crímenes cometidos en las colonias en general, y en Argelia en particular».
Otro historiador, Benjamín Stora, denostó el papel tan indigno de los dirigentes franceses al guardar silencio sobre los crímenes coloniales para los cuales los países víctimas piden un arrepentimiento oficial.
La conocida socióloga Andrée Miguel destacó igualmente que «la colonización, como la esclavitud, es un crimen contra la humanidad».
Hoy también se conoció la intención del periódico «Le Soir d’Algérie» de editar, a partir de mañana, el testimonio de un exmiembro del 3er Regimiento de paracaidistas coloniales dirigido por el tristemente célebre coronel Bigeard y bajo el mando del general Massu. Este exparacaidista relata torturas, ejecuciones sumarias y se declara autor de la muerte de decenas de argelinos durante la guerra de Argelia.