Francia alberga, con miras a su tratamiento, 140 kilogramos de plutonio procedentes de armas nucleares estadounidenses desmanteladas. Esta cantidad bastaría para fabricar 20 bombas atómicas
La carga arribó el día 8 a Cherburgo, el puerto sobre el océano Atlántico donde permaneció dos días, y luego fue transportada por camión a 1.200 kilómetros de distancia, a través de grandes ciudades como Nantes, Rennes y Toulouse.
El plutonio ha sido sometido a tratamiento en el centro de investigación nuclear en Cadarache, en la región de Provence, a 70 kilómetros de la ciudad de Marsella, sobre el mar Mediterráneo. Hace dos años, sus instalaciones habían sido clausuradas por riesgo sísmico.
Este material altamente radiactivo será tratado durante varios meses para convertirlo en combustible óxido combinado (MOX, por sus siglas en inglés), una mezcla de óxidos de uranio y de plutonio procedente de armas nucleares antiguas.
Luego, se convertirá esa sustancia en barras que se utilizarán luego como combustible en centrales de energía nuclear.
El barco que llevó el plutonio usado a Francia fue escoltado por un buque de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En el trayecto a través de Francia, helicópteros del ejército y tropas de infantería custodiaron la carga, en especial luego de que ambientalistas advirtieron públicamente que era altamente peligrosa.
Greenpeace Internacional y la red Sortir du Nucléaire, que reúne a unas 700 organizaciones ambientalistas francesas, alertaron que el plutonio estadounidense podría ser el blanco perfecto de un ataque terrorista, y que un mero accidente de tránsito podría ser muy riesgoso.
El experto en energía nuclear Yannick Rousselet, de Greenpeace Francia, dijo a IPS que «el impresionante aparato de seguridad ensamblado por el gobierno francés para proteger el plutonio estadounidense confirma las serias amenazas que implica el manejo y transporte de este tipo de material».
Como para confirmar las advertencias, el 5 de este mes un camión chocó a otro que transportaba 4,5 kilogramos de uranio en una carretera, 150 kilómetros al sur de París.
Ese uranio procedía de las instalaciones nucleares de Lingen, en la provincia alemana de Baja Sajonia, y se dirigía a la central nuclear francesa de Blayais, cerca de Bordeaux, 900 kilómetros al sudoeste de París.
El camión que llevaba la carga no estaba protegido. Las autoridades policiales informaron que el accidente no causó ningún riesgo para la salud pública, y que no se registró contaminación nuclear.
«El plutonio necesita unos 24.000 años para reducir su radiactividad a la mitad. Un microgramo emite dosis mortales», dijo a IPS el médico José Daguillon, del Centro Nacional de Investigación Científica.
El plutonio es la invención más tóxica de la humanidad en toda su historia, según Daguillon. «Representa un legado escandaloso que dejamos a las generaciones venideras por muchos siglos», aseguró.
La carga estadounidense que será tratada en Francia procede de armas nucleares desmanteladas de acuerdo con los Tratados de Reducción de Armas Estratégicas, del que fueron signatarios Estados Unidos y la hoy disuelta Unión Soviética.
«Estamos tratando de reducir la cantidad de armas nucleares en el mundo», declaró en septiembre Bryan Wilkes, portavoz de la gubernamental Administración Nacional de Seguridad Nuclear estadounidense.
«Estamos tratando de desembarazarnos de este material que puede ser reutilizado en otras armas nucleares o con otros tipos de propósitos en mente de terroristas, y convertirlo en MOX para alimentar centrales nucleares» de electricidad, agregó el funcionario.
El gobierno estadounidense no tiene instalaciones en las que transformar plutonio en MOX, y por lo tanto apela a los servicios de la empresa estatal francesa Areva, la principal proveedora de servicios nucleares del mundo.
Cientos de toneladas de desechos nucleares de todo el planeta son tratadas en las instalaciones de Areva en Cadarache, o en la planta de reciclaje de La Hague, en la nororiental costa de Normandía.
Francia es, además, la principal productora de MOX, con unas 200 toneladas planificadas para el año próximo. La producción mundial total estimada para 2005 es de 475 toneladas.
Areva considera que reciclar el plutonio estadounidense constituye una contribución de Francia a la paz mundial. En una declaración titulada «MOX para la paz», la compañía dijo que las barras de combustible nuclear serán enviadas a Estados Unidos a comienzos de 2005.
El director de Sortir du Nucléaire, Stéphan Lhomme, dijo a IPS que los argumentos de Areva son una «tontería».
«Una de las principales instituciones dentro de Areva es la Comisión de Energía Atómica, la organización estatal que provee al ejército francés del plutonio necesario para fabricar armas nucleares», explicó.
Areva es «uno de los principales productores de plutonio y de otros residuos nucleares que representan un legado mortal para futuras generaciones», y el único antídoto para este veneno es «detener a esta industria locamente irresponsable», sostuvo Llhomme.
Por su parte, la Autoridad de Seguridad Nuclear francesa (ASN) cerró el centro de Cadarache el año pasado luego de una investigación de 10 años, según la cual se trataba de «una instalación relativamente vieja, ubicada cerca de la falla de Endurance, sísmicamente activa».
«Un importante sismo podría afectar a Cadarache», según la ASN, que consideró «inaceptable el funcionamiento de esta instalación en el largo plazo».
Se suponía que la clausura era definitiva, «pero Areva afirma que se refería solo a la producción comercial, sea lo que sea que eso signifique», dijo Lhomme.
La firma francesa facturó al gobierno estadounidense 360 millones de dólares por el reciclamiento «no comercial» de su plutonio.