Todos los caminos de la indignación social griega llevan al Parlamento, donde hoy se vota un polémico plan de austeridad del que depende la supervivencia económica del Estado. Aunque en sus aledaños reinaba la calma esta mañana, no muy lejos de allí, frente al Hotel Hilton de Atenas, medio millar de radicales se han enfrentado […]
Todos los caminos de la indignación social griega llevan al Parlamento, donde hoy se vota un polémico plan de austeridad del que depende la supervivencia económica del Estado. Aunque en sus aledaños reinaba la calma esta mañana, no muy lejos de allí, frente al Hotel Hilton de Atenas, medio millar de radicales se han enfrentado violentamente a las fuerzas del orden. Los disturbios que se produjeron anoche junto al Legislativo dejaron decenas de heridos.
Las nuevas medidas pretenden recaudar 78.000 millones de euros adicionales en los próximos 4 años. Si el Parlamento las rechaza, Grecia entrará en quiebra, pues no recibirá el próximo tramo del préstamo multimillonario concedido por el FMI y la Unión Europea. La votación coincide con una segunda jornada de huelga general convocada por los sindicatos para protestar contra los recortes:
– «Esto es una lucha contra las políticas anti-populares del gobierno, que son cada vez más agresivas y atacan los ingresos de las familias con salarios más bajos», decía un estibador en huelga.
Los griegos se sienten asfixiados de tanto apretarse el cinturón. Con la de este miércoles, Grecia ha vivido 18 jornadas de huelga general en el plazo de un año.