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Guardias fronterizos iraníes acusados de torturar y ahogar a migrantes afganos

Fuentes: Rawa.org

Foto: Responsables de la sanidad afgana dijeron que hasta ese momento habían recibido los cadáveres de 12 migrantes afganos y que la mayoría se habían ahogado (Shahpoor Saber/RFE/RL)

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Para poder escapar de la guerra y la pobreza, Shah Wali dejó su aldea en el noroeste de Afganistán en busca de una vida mejor en el vecino Irán.

Cuando el joven de 28 años emprendió el viaje, el sentimiento de miedo lo invadió pronto porque sabía que los guardias fronterizos iraníes golpeaban, disparaban e incluso mataban a los inmigrantes afganos que cruzaban ilegalmente la frontera. Y aunque lograra llegar a Irán, corría asimismo el riesgo de verse sometido a la violencia e injusticia que sufren muchos miembros de la numerosa comunidad afgana en Irán.

Pero, para Wali, el riesgo merecía la pena. Aunque solo consiguiera ganar un escueto salario, podría enviar dinero a casa, a su empobrecida familia en la provincia de Faryab, una región mísera y remota que lleva mucho tiempo siendo el escenario de intensos combates entre el grupo extremista islámico talibán y las fuerzas gubernamentales afganas.

Poco después de cruzar a Irán la semana pasada, los temores de Wali se hicieron realidad.

Era uno más entre las docenas de inmigrantes afganos introducidos ilegalmente de contrabando en Irán desde el distrito de Gulran, provincia de Herat, en Afganistán, ubicada a lo largo de la frontera con Irán. Pero después de cruzar el 1 de mayo la frontera que se extiende a lo largo de 900 kilómetros, el grupo, compuesto por unos 50 afganos, fue detenido por los guardias fronterizos iraníes.

En las horas siguientes fueron interrogados, golpeados repetidamente y luego torturados. Los guardias, dijo, transportaron después al grupo en autobús a las orillas del río Harirud, un río de 1.100 kilómetros de longitud que comparten Afganistán, Irán y Turkmenistán.

“Después de torturarnos, los guardias fronterizos iraníes dispararon sus armas y nos ordenaron a todos que saltáramos al río”, dijo Wali a RFE/RL (Radio Free Afghanistan)

“Mientras luchábamos intentando salvar la vida y nos ahogábamos en el río, se estaban riendo”, dijo.

El río se los llevó corriente abajo hacia Afganistán.

Wali declaró que él y otros 11 compañeros pudieron nadar hasta un lugar seguro. Y que otros 23 se ahogaron. Ayudó a recuperar los cuerpos de siete de ellos.

Grave violación de los derechos humanos”

Las autoridades afganas iniciaron el 2 de mayo una investigación a partir de estas declaraciones y comenzaron la búsqueda para recuperar los cuerpos de los muchos desaparecidos. Las autoridades dijeron que había 70 afganos en el grupo.

Funcionarios de la sanidad afgana dijeron que hasta el momento habían recibido los cuerpos de 12 inmigrantes afganos y que la mayoría se habían ahogado.

El 3 de mayo, Abbas Musavi, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, negó que el “incidente” hubiera tenido lugar en territorio iraní, aunque agregó que Teherán había iniciado una investigación a partir de esas denuncias.

Familiares de las víctimas a la espera de los cuerpos el 2 de mayo (Foto: Shahpoor Saber/RFE/RL)

Pero las autoridades afganas señalaron con el dedo a Irán, con el que Afganistán tiene profundos lazos culturales, lingüísticos e históricos.

Abdul Ghani Noori, gobernador del distrito Gulran de Herat, acusó a las fuerzas de seguridad iraníes de golpear a los inmigrantes afganos con palas antes de lanzarlos al río.

El gobernador de Herat, Sayed Wahid Qatali, culpó también a las fuerzas de seguridad iraníes en un tuit del 3 de mayo.

“Nuestra gente, la que enviasteis al río, no eran Osama [bin Laden]. Un día arreglaremos cuentas”.

Qatali se refería al difunto fundador del grupo terrorista Al-Qaida. Los inmigrantes y refugiados afganos en Irán son culpados a menudo de crear inseguridad o de ser terroristas.

La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán dijo que había hablado con los supervivientes y que estos habían acusado a las fuerzas iraníes de golpearlos y torturarlos.

“Les obligaron a cruzar el río Harirud. La consecuencia fue que varios se ahogaron y algunos sobrevivieron”, dijo en un comunicado el 3 de mayo.

La embajada de EE. UU. en Kabul dijo en Twitter el 4 de mayo que compartía “las preocupaciones del gobierno afgano y de la sociedad civil sobre los informes de asesinatos y abusos contra migrantes afganos a lo largo de la frontera con Irán”.

“El trato cruel de Irán y el abuso a los inmigrantes afganos que se alega en estos informes es horrible”, agregó en Twitter Alice Wells, secretaria interina de Estados Unidos para el sur de Asia. “Los declarados culpables de esos abusos deben rendir cuentas”.

Si estos hechos se demuestran, las acciones de los guardias fronterizos iraníes equivaldrían a “una violación muy grave de los derechos humanos”, dijo Human Rights Watch, pidiendo una “investigación exhaustiva” sobre las “impactantes” denuncias.

Historias de discriminación

Los grupos internacionales de derechos humanos han documentado violaciones contra refugiados y migrantes afganos en Irán, incluyendo abusos físico, detención en condiciones insalubres e inhumanas, pago forzado por transporte y alojamiento en campos de deportación, trabajo esclavo y separación de las familias.

En diciembre de 2018, apareció un video viral que mostraba a un oficial de policía iraní abofeteando, insultando y humillando a un grupo de migrantes afganos.

Las Naciones Unidas estiman el número de ciudadanos afganos en Irán en poco menos de 1 millón. Teherán sitúa la cifra de refugiados y migrantes afganos documentados e indocumentados más cerca de 3 millones.

Durante décadas, los afganos, cansados de la guerra y la pobreza, han recurrido a Irán para ganarse la vida. Teherán ha expulsado a muchos afganos, a quienes se suele culpar por la inseguridad y el desempleo, y amenaza periódicamente a quienes permanecen con la expulsión masiva.

Muchos otros afganos se mudaron a Irán después de la ocupación soviética de Afganistán durante una década y la larga guerra civil que siguió a la retirada soviética.

Otros buscaron refugio en Irán después de que los talibán fundamentalistas tomaran el poder en Afganistán. Después de la invasión encabezada por Estados Unidos que siguió a los ataques terroristas del 11 de septiembre en 2001, algunos afganos se fueron a Irán en busca de trabajo, aunque cientos de miles de ellos regresaron el año pasado en medio de la paralizante crisis económica que se sufría en aquel país.

En lo que va de 2020, se estima que unos 270.000 afganos que viven en Irán han regresado a sus hogares debido a la pandemia de coronavirus, que ha golpeado muy fuerte en Irán. Pero a medida que el brote ha disminuido en las últimas semanas, los afganos han comenzado a regresar a Irán.

Muchos afganos asumen trabajos serviles que son de poco interés para los iraníes.

En 2015, el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei, emitió un decreto que permite que todos los niños afganos puedan recibir educación. Pero a los afganos se les siguen denegando aún servicios básicos, incluido el acceso a la atención médica, el empleo y la vivienda.

(Escrito por Frud Bezhan a partir de los informes de Shapoor Sabre, corresponsal de Radio Free Afghanistan RFE/RL)

***

Cabe aportar, asimismo, la información elaborada por Wajid Rouhani, en Etilaat Roz.com, abundando en los mismos hechos:

Abdul Baari tenía 19 años. Su familia afirma que los guardias fronterizos iraníes le dieron una paliza a él y a sus amigos y les obligaron a saltar al río Harirud (Foto: Etilaat Roz)

El sonido del llanto que emerge de una humilde choza situada en la zona de Tanke Maulawi, en Herat, no se ha acallado desde hace varios días. Habían perdido a su hijo mayor y único sostén de la familia en un accidente. Al parecer, guardias fronterizos iraníes arrojaron a un grupo de refugiados afganos a un río después de torturarlos. Abdul Baari tenía 19 años y reunió todo su valor para pasar de contrabando a Irán en búsqueda de trabajo. Poco se imaginaba que no iba a regresar, y que ese viaje traería de vuelta su cadáver a sus seres queridos y un mundo de dolor para su madre.

Sus familiares dijeron a Etilaat Roz que su madre había sufrido una gran conmoción al conocer su muerte.

La madre de Abdul Baari, Bibi Hora, está sumida en un intenso dolor y angustia. “Mi hijo había ido a Irán para trabajar y los iraníes lo mataron” dijo Bibi Hora, que apenas puede hablar. “Le pegaron mucho. Ojalá no hubiera ido. Fueron despiadados con él”.

El brote del coronavirus en Herat es desolador y los efectos negativos de la cuarentena y la pobreza son dos de las principales razones del viaje de Abdul Baari a Irán. Su familia cuenta que antes del coronavirus y el confinamiento en Herat, Abdul Baari tenía un carrito en el que vendía “saladitos”. Pero desde el día en que las restricciones del coronavirus le impidieron salir con su carrito, Abdul Baari se vio obligado a viajar a Irán para mantener a su familia.

Bibi Gul, la tía de Abdul Baari, le dijo a Etilaat Roz que en su casa no hubo ni pan durante varios días y noches, por lo que su sobrino y cuatro de sus amigos decidieron ir a trabajar a Irán. “Los amigos de Abdul Bari nos llamaron el sábado y dijeron que habían tenido problemas. Mi hermano fue hasta allí y se trajo el cuerpo de Abdul Baari”.

Según ella, los guardias fronterizos iraníes habían golpeado severamente a su sobrino porque partes de su cuerpo aparecían magulladas y siguió sangrando hasta que le enterraron.

Los familiares de Abdul Baari están instando al gobierno afgano para que investigue seriamente el incidente y les garantice justicia. Han pasado algunos días desde que Abdul Baari murió ahogado en el río Harirud y su familia, que sufre de extrema necesidad, aún no ha recibido ayuda alguna.

Relatos ofrecidos por los supervivientes que estaban con Abdul Baari

Los compañeros de viaje de Abdul Baari ofrecen un triste relato del viaje. Dicen que después de entrar en Irán desde el cráter Zulfiqar en la provincia de Herat, los guardias fronterizos iraníes los arrestaron y tras severas palizas, los trasladaron a la franja fronteriza y los obligaron a arrojarse al río Harirud.

Hamidullah, un compañero de Abdul Baari y uno de los testigos del incidente, le dijo a Etilaat Roz que los guardias fronterizos iraníes amenazaron con dispararles, obligándolos a arrojarse al río. “Los guardias fronterizos iraníes me preguntaron por qué había venido a Irán. Les contesté que por hambre”. Dijeron que iban a mostrarnos lo que era el hambre. Nos trajeron al río y dispararon algunos tiros para que nos asustáramos y nos arrojáramos al agua. Les suplicamos mucho para que nos nos obligaran a saltar al río, pero se negaron. Solo siete u ocho salimos vivos del agua”.

Karzai, otro testigo del incidente, declaró a Etilaat Roz que los guardias fronterizos iraníes estaban contentos de ver sus esfuerzos en el río y que se reían. “Los guardias fronterizos iraníes no eran musulmanes. Si hubieran sido musulmanes, no habrían cometido este crimen. Nos estábamos ahogando y se estaban riendo de nosotros”.

Testigos presenciales afirman que más de 50 ciudadanos afganos fueron introducidos de contrabando en Irán. 23 personas desaparecieron o fueron asesinadas el viernes después de ser arrojadas al río Harirud. Los cuerpos de cinco personas ahogadas fueron llevados al Hospital del Distrito de Herat el sábado.

El maltrato a los afganos que cruzan la frontera ilegalmente por los guardias fronterizos iraníes no es nada nuevo. Los inmigrantes afganos ya habían informado con anterioridad de torturas, malos tratos e incluso disparos directos por parte de guardias fronterizos iraníes.

Protestas de activistas civiles

Activistas civiles en Herat acusaron a los guardias fronterizos iraníes de abusos contra los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad. El martes, varios activistas de la sociedad civil y residentes de Herat organizaron una protesta frente al edificio de la administración local en respuesta a las denuncias de que refugiados afganos se habían ahogado en el río Harirud.

“Los guardias fronterizos y las fuerzas iraníes han cometido repetidamente crímenes contra los refugiados afganos y hay que impedir que les disparen y les maten”, dijo a Etilaat Roz el activista civil Sayed Ashraf Sadaat.

Los manifestantes pidieron al gobierno afgano que no permanezca en silencio ante las acciones de Irán y que Irán pague una indemnización a las familias de las víctimas.

Sated Abdul Wahid Qatali, gobernador de Herat, declaró que había que un equipo investigando las circunstancias por las cuales un grupo de ciudadanos afganos se habían ahogado en el río Harirod: “Afganistán responderá por este incidente”.

Reacciones: “Un crimen imperdonable”

El ministro de Relaciones Exteriores, Mohammad Hanif Atmar, reaccionó con fuerza en un tuit, calificándolo de crimen imperdonable: “La tortura y martirio atroces de nuestros oprimidos en la frontera afgano-iraní han llenado de dolor a nuestra nación. Compartimos este dolor. Les aseguro a nuestros compatriotas que perseguiremos este crimen imperdonable con todos los medios diplomáticos del país hasta que logremos justicia y equidad”.

El gobierno iraní ha negado los informes de que ciudadanos afganos fueron torturados y ahogados por guardias fronterizos iraníes a lo largo del río Harirud. El departamento de la guardia fronteriza iraní dijo que después de revisar los videos publicados, se concluyó que el incidente no había tenido lugar en la frontera afgano-iraní.

Afganistán e Irán han formado una delegación conjunta para investigar el incidente. El Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que la investigación sobre las denuncias de tortura y ahogamiento de ciudadanos afganos por parte de guardias fronterizos iraníes estaba en curso y que se habían hecho progresos.

El incidente ha provocado muchas reacciones. Los talibanes dijeron que era un ejemplo de “crueldad” y que Irán debería tratar a los refugiados afganos “de forma correcta, con compasión, hermandad islámica y principios de vecindad”.

(Ambos artículos han sido traducidos del afgano al inglés por Rawa.org)

Fuentes:

http://www.rawa.org/temp/runews/2020/05/06/they-were-laughing-iranian-border-guards-accused-of-torturing-drowning-afghan-migrants.html

http://www.rawa.org/temp/runews/2020/05/07/abdul-baari-never-returned-his-mother-and-8220-iranian-border-guards-have-no-mercyand-8221.html

Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a los autores, a la traductora y a Rebelión.org como fuente de la misma.