Siete soldados estadounidenses y cuatro afganos perdieron la vida este jueves al estrellarse un helicóptero en el sur de Afganistán, anunció la ISAF (Fuerza Internacional de la OTAN) sin precisar la causa. «El accidente causó la muerte a cuatro soldados de la ISAF, a tres miembros de las fuerzas especiales estadounidenses así como a tres […]
Siete soldados estadounidenses y cuatro afganos perdieron la vida este jueves al estrellarse un helicóptero en el sur de Afganistán, anunció la ISAF (Fuerza Internacional de la OTAN) sin precisar la causa.
«El accidente causó la muerte a cuatro soldados de la ISAF, a tres miembros de las fuerzas especiales estadounidenses así como a tres soldados y un intérprete afgano», informó la ISAF en un comunicado en el que precisa que ha abierto una investigación sobre las causas de la caída del aparato.
Las víctimas son «siete militares estadounidenses y cuatro afganos», dijo la ISAF en su twiteer.
Los rebeldes talibanes aseguraron por su lado que habían abatido un helicóptero. «Hacia las 11H00 esta mañana (06H30 GMT), nuestros combatientes han derribado un helicóptero del ISAF en Chenarto, en el distrito de Shah Wali Kot de la provincia de Kandahar» (sur), declaró a la AFP Qari Yusuf Ahmadi, uno de sus portavoces.
«El helicóptero ha sido destruido y toda la tripulación y los soldados que estaban en él han muerto», agregó.
Un responsable local, que pidió el anonimato, confirmó la versión de los talibanes.
El sur de afganistán es uno de los principales bastiones de los talibanes, que combaten desde hace once años al gobierno de Kabul y a la ISAF.
Excepcionalmente, ISAF no menciona en su comunicado la frase «ninguna actividad enemiga ha sido constatada en la zona» del accidente, habitualmente empleada en este tipo de accidentes.
Los accidentes de helicóptero son habituales en Afganistán, a menudo por problemas mecánicos o malas condiciones meteorológicas y menos frecuentemente por ataques enemigos.
En agosto de 2011, un helicóptero Chinook perteneciente a Estados Unidos fue abatido por los talibanes cerca de Kabul, matando a 8 afganos y a 30 estadounidenses, de ellos 22 agentes de la unidad de las fuerzas especiales de la Marine US que habían liquidado a Osama Bin Laden ese mismo año.
Este fue el incidente más mortífero para las tropas estadounidenses en diez años de conflicto afgano.
El 16 de marzo pasado, un helicóptero turco se estrelló contra una casa de las afueras de Kabul, matando a 12 soldados turcos y a dos civiles afganos.
Pese a su presencia en Afganistán, las tropas de la OTAN, que ascienden a 130.000 hombres, no han logrado erradicar la insurrección que lideran los talibanes, de nuevo fortalecidos en los últimos meses.
La salida de la mayoría de las fuerzas extranjeras a finales de 2014, junto con el recrudecimiento de los ataques talibanes y la falta de experiencia de las fuerzas de seguridad afganas, pone en duda la capacidad de Afganistán de no volver a caer en la guerra civil, tras más de tres décadas de conflicto.