El peligro, o uno de ellos, consiste en no ver con claridad la historia criminal que nos precede, bajo la que vivimos, y que si Biden gana el pulso, se agravará ahora.
El presidente Biden, considerado por la periodista norteamericana Caitlin Johnstone, como el jefe que llevará a cabo “una gestión competente de la maquinaria norteamericana de asesinatos”, y con una amplia experiencia en ese campo como vicepresidente de Obama, está desesperado pues el presidente Putin no responde, como Biden quiere, a las contInuas provocaciones que está haciendo a Rusia desde antes de tomar posesión. Parece que China tampoco responde a los “requiebros” de Biden y sus aliados.
Esta desesperanza es normal ya que Obama, Biden, y los anteriores gobiernos de EEUU están acostumbrados a ejercer impunemente de matones criminales y tramposos, pero ahora Rusia, y también China, están sosteniendo el pulso con enorme inteligencia y paciencia, lo que desconcierta a esta banda criminal que no sabe muy bien qué hacer. Aunque Obama sigue siendo considerado, inexplicablemente, por una mayoría de personas como un presidente demócrata y civilizado, gracias a los medios de comunicación comprados o a la carta que ya denunció el fallecido periodista alemán Udo Ulfkotte en su libro “Periodistas comprados” (2014), incluyéndose él mismo en esa categoría y afirmando que la embajada norteamericana en Alemania y la CIA pagaba a una buena cantidad de periodistas para mentir sobre Rusia y escribir a la carta, con el fin de poner a los europeos en contra de ese país, la realidad es que Obama fue uno de los presidentes, con el apoyo de su vicepresidente Biden, que más intervenciones armadas y crímenes cometió, como muestra este dibujo.
Pero esta compra de periodistas, así como la manipulación de noticias y de situaciones, no es cosa del pasado sino bien actual, como ha mostrado hace unas semanas la web The GrayZone señalando que “El Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Commonwealth (FCO) del Reino Unido ha patrocinado a Reuters y a la BBC para llevar a cabo una serie de programas encubiertos destinados a promover un cambio de régimen dentro de Rusia y socavar su gobierno en Europa del Este y Asia Central”
El supuesto envenenamiento de Navalni por los servicios secretos rusos, la supuesta interferencia en las elecciones de EEUU por hackers rusos (supuestamente a las órdenes del Kremlin), las supuestas provocaciones rusas sobre Ucrania…etc… convenientemente repetidas, de manera obediente como si fueran hechos probados, por los medios de comunicación de casi todo el mundo, resulta que no consiguen que Putin entre al trapo.
Todas estas provocaciones y mentiras forman parte del comportamiento habitual, desde hace mucho tiempo, de los gobiernos norteamericanos y de sus servicios de propaganda. Hay muy buenas publicaciones norteamericanas que lo prueban, como los trabajos de William Blum, entre ellos “Asesinando la esperanza”, que constituye un dolorosísimo recuento de los crímenes, intervenciones militares, golpes de Estado, manipulaciones electorales,…etc., que resume Blum en el siguiente cuadro.
“Desde el final de la 2ª Guerra Mundial, los Estados Unidos han:
Intentado derrocar a más de 50 gobiernos extranjeros, la mayoría de los cuales fueron elegidos democráticamente.
Lanzado bombas sobre la población de más de 30 países.
Intentó asesinar a más de 50 líderes extranjeros.
Intentó eliminar movimientos populistas o nacionalistas en 20 países.
Interfirió gravemente en las elecciones democráticas en al menos 30 países.
Aunque no es tan fácil de cuantificar, también ha liderado la tortura en el mundo de la tortura; no sólo la tortura ejecutada directamente por estadounidenses sobre extranjeros, sino también proporcionando material de tortura, manuales de tortura, listas de las personas que debían ser torturadas, y entrenamiento personal por instructores estadounidenses”.
http://blogdelviejotopo.blogspot.com/2017/03/los-estados-unidos-y-el-diablo-ruso.html
Y todo esto sin contar los bloqueos ilegales de alimentos, medicinas, combustibles o dinero a países como Cuba, Irán, Venezuela…cuyos resultados han llevado a miles de muertes y que Richard Nephew, enviado de Biden a Irán, reivindica con orgullo sádico en su reciente libro “The art of sanctions” , insistiendo en la necesidad de conseguir la privación y el sufrimiento de los civiles. Este es el nivel de inhumanidad en el que se encuentra la política de EEUU.
Todas estas intervenciones criminales e ilegales, están muy bien documentadas no solo por Blum sino también por Oliver Stone y Peter Kuznick (La historia silenciada de Estados Unidos), Noam Chomsky y Andre Vltchek (Terrorismo Occidental), Vijay Prashad (Balas de Washington), entre otros, sin olvidar excelentes textos de Eduardo Galeano como “Las venas abiertas de América Latina” o “Patas arriba: la escuela del mundo al revés”.
En suma, parece que la prudencia y la fuerza inteligente de Rusia y China puede acabar con la lista de crímenes impunes de los gobiernos de EEUU (apoyados por la UE e Inglaterra), a pesar de que la Unión Europea no parece tener mucho interés en (o no se atreve a) sacudirse el yugo EEUU-OTAN que la ha convertido en un espacio vasallo, como señala Michael Hudson con claridad, y que vive del cuento, nunca mejor dicho, de hacer creer que Europa es un espacio culto y democrático mientras apoya las anteriores intervenciones criminales en nombre de la democracia y del respeto a los derechos humanos, todo falso, claro.
El peligro, o uno de ellos, consiste en no ver con claridad la historia criminal que nos precede, bajo la que vivimos, y que si Biden gana el pulso, se agravará ahora en nombre no solo de los derechos humanos y la democracia sino de la supuesta transición ecológica y el famoso Next Generation, otro fraude monumental para disfrazar de verde (green washing) el nuevo saqueo de la banca y las grandes corporaciones insaciables de beneficios injustificados e inmerecidos para sus accionistas (son puro botín de saqueo) con el apoyo o, mejor sumisión, de los mal llamados gobiernos democráticos.
La esperanza, al menos la mía, es que Rusia y China aguanten el pulso, que la opinión occidental vaya despertando de la peligrosa modorra creada por la propaganda y esto nos lleve, no sin grandes dificultades, a otra manera de vivir más humana y solidaria, aunque esto suene a ficción. Necesitamos pues, salir del ensueño en el que nos han metido y reconocer, como señalaba el economista egipcio Samir Amin, que Europa no es nada más que “una ilusión emocional gigantesca”, un inmenso fraude al servicio de monopolios y corporaciones.
https://www.sinpermiso.info/textos/samir-amin-europa-es-una-ilusin-emocional-gigantesca-entrevista
Pero cuando uno compara la mediocridad y el servilismo de los políticos europeos con la altura intelectual y moral, por lo que uno lee, de políticos clave rusos y chinos, la impresión es que Europa va camino inevitable del desastre. No hay nada más que ver cómo se ha comportado Europa con sus ciudadanos en temas como el saqueo de la banca en 2008 o la sumisión a las farmacéuticas con las vacunas. La traición a la comunidad es el comportamiento habitual.