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Joe Biden y el Sáhara Occidental

Fuentes: ECSAHARAUI [El presidente electo de Estados Unidos y su Secretario de Estado /agencias]

Le viene bien a la nueva administración norteamericana que alguien impulse el trabajo sucio, pero esto tiene consecuencias. Reeditar conflictos en la zona del Magreb a partir de la presencia, ya sea política o diplomática de Israel en la zona, amenaza con una guerra total.

En 10 días comenzará el gobierno de Joe Biden como el 47º Presidente de Estados Unidos luego de un triunfo histórico en la elección del 6 de noviembre, en la que gracias al voto de jóvenes y mujeres, principalmente, se le arrebató al partido Republicano la Presidencia incluso en el estado de Arizona, uno de los bastiones más conservadores, anti inmigrantes y racistas de ese país.

El papel de los jóvenes que votaron por primera vez e inclinaron la balanza en todo el país, pero particularmente en Arizona, marcará un antes y un después. Es claro que quieren participar más activamente en las decisiones públicas y que las políticas gubernamentales tendrán que responder a esas demandas. Entonces el nuevo inquilino de la Casa Blanca le espera una apretada agenda internacional marcada por una crisis económica, sanitaria, y conflictos de geopolíticos a causa de la política de su antecesor, Donald Trump.

«Nuestro presidente no está por encima de la ley. La justicia sirve al pueblo y no protege a los poderosos», dijo Joe Biden en su cuenta de Twitter este sábado refiriéndose específicamente al presidente Donald Trump, acusado de incitar a la rebelión y poner en peligro la democracia de los Estados Unidos. También le acusan de amenazar a la coexistencia pacífica en el país

Biden que calificó a Trump como el presidente “no apto para el cargo” y “uno de los presidentes más incompetentes de la historia de los Estados Unidos de América”, denunció que su antecesor durante su mandato cometió una flagrante violación del derecho internacional, lo que implica una amenaza a la paz y seguridad internacionales.

El este contexto, Biden, y en respeto a este derecho internacional, puede revertir fácilmente la decisión de su antecesor, Donald Trump, de reconocer la supuesta soberanía marroquí sobre el territorio del Sáhara Occidental sin «consecuencias estratégicas», así opinan en Foreign Policy tres académicos estadounidenses.

«No hay ninguna razón estratégica que impida que Biden revoque la proclamación de Trump, tras su toma de posesión (el 20 de enero), aseguran los autores del extenso artículo de análisis de Foreign Policy, Joseph Huddleston, Harshana Ghoorhoo, Daniela A. Maquera Sardon, tres investigadoras de la Universidad Setan Hall (Estados Unidos) especializados en cuestiones de política internacional.

Los autores de Foreign Policy señalaron, además, que uno de los elementos más llamativos de la proclamación de Donald Trump (realizada el 10 de diciembre) es el hecho de que está vinculada a la normalización de las relaciones diplomáticas entre el régimen marroquí y la entidad sionista. Una estandarización que fue el precio a pagar a Marruecos para «ganarse» el reconocimiento del presidente estadounidense saliente, señalan los académicos.

“Esta es una crisis, pero también es una oportunidad para los Estados Unidos y las Naciones Unidas. Una administración de Biden comprometida con la justicia anticolonial y viendo la cooperación internacional como una forma de resolver conflictos podría darle al Consejo de Seguridad de la ONU la oportunidad de implementar finalmente el referéndum que resolverá el conflicto de una vez por todas”, recalcan.

La administración Trump, y en una decisión unilateral que ha sido rechazada a nivel internacional, reconoció el pasado 10 de diciembre de 2020 la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, en desafío al derecho internacional y las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad. La ONU se comprometió en 1991, como parte del Plan de Arreglo firmado entre el Frente Polisario y Marruecos, a implementar el plan de paz ONU/UA para la organización de un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental.

El acuerdo de alto el fuego se firmó el 6 de septiembre de 1991 y se formó la Misión de las Naciones Unidas para Organizar el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO). La misión fue establecida para supervisar aquel referéndum y monitorear el alto el fuego de acuerdo con la Resolución 690, que fue acordada por unanimidad por todos los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.

A pesar de los obstáculos y las obstrucciones que puso Marruecos en el proceso de la implementación del referéndum, y su continúo rechazo a las negociaciones sin condiciones previas para encontrar una solución consensuada que garantice el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación, el Frente Polisario se mantuvo apegado al acuerdo de alto el fuego, esperando a regañadientes que la ONU cumpla sus compromisos, hasta que Marruecos optó por violar el alto el fuego en la brecha ilegal en El Guerguerat el 13 de noviembre de 2020. Ante este acto de vandalismo y en lugar de condenar a Rabat por su rebelión contra la legitimidad internacional y poner en peligro la estabilidad de la región, la administración Trump lo recompensó otorgándole plena soberanía sobre el área en disputa, en un comportamiento imprudente que efectivamente está por encima de la ley.

Tras la decisión de Trump, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, reafirmó la posición de la ONU sobre el asunto. “Como dijimos antes y lo expresamos de manera muy clara, para nosotros la posición sobre el Sáhara Occidental no ha cambiado, y las cosas seguirán como están. La solución del conflicto del Sáhara Occidental no dependen de decisiones unilaterales de los Estados, sino de la implementación de las resoluciones del Consejo de Seguridad, de las que nos consideramos protectores.

Por su parte Sudáfrica, presidente del Consejo de Seguridad de la ONU en ese momento, dijo después de la última reunión del máximo órgano de decisiones de la ONU sobre el Sáhara Occidental: «Cualquier reconocimiento del Sáhara Occidental como parte de Marruecos equivale al reconocimiento de su ilegalidad, lo que contradice el derecho internacional».

El exsecretario de Estado de EE.UU, James Baker, calificó el anuncio de Trump como un paso imprudente que contribuirá a perpetuar el estancamiento actual en el prolongado conflicto entre Marruecos y el Frente Polisario para determinar el estatuto final del Sáhara Occidental, y amenaza la relación de Estados Unidos con Argelia, el importante socio estratégico de la región del Magreb. Además de las consecuencias negativas para la situación general en el norte de África”.

Por su parte, el exasesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, subrayó «la necesidad de que Washington rechace cualquier solución que el pueblo saharaui no haya aceptado mediante un referéndum libre y justo bajo los auspicios de Naciones Unidas».

El presidente del Comité de Defensa del Congreso de los Estados Unidos, el senador Jim Anhofe, reiteró «la necesidad de que Estados Unidos se mueva y vuelva a la posición equilibrada que adoptó desde 1966 para apoyar el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación de acuerdo con el derecho internacional».

También el embajador estadounidense, Christopher Ross, ex enviado especial del Secretario General de las Naciones Unidas al Sáhara Occidental, dijo que «esta decisión imprudente y mal pensada contradice el compromiso de Estados Unidos con los principios de no apropiación de territorios por la fuerza y ​​el derecho de los pueblos a la autodeterminación, ambos estipulados en la Carta de las Naciones Unidas».

¿Permitirá la ley estadounidense bajo el pretexto de que «cada administración tiene derecho a decidir su política exterior con respecto al panorama mundial», como dijo recientemente David Schenker, secretario de Estado adjunto de Estados Unidos para Asuntos de Oriente Medio y África del Norte, durante su visita a Argelia, violando así el derecho internacional y comprometiendo los intereses de los Estados Unidos de América y la seguridad y estabilidad de la región del Magreb.

Fuente: https://www.ecsaharaui.com/2021/01/biden-y-el-sahara-occidental.html