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Mensaje de Mullah Omar (talibanes) para el fin de Ramadán

La guerra, el retiro de las fuerzas extranjeras, las bases y el futuro de Afganistán

Fuentes: Information Clearing House

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Mensaje de felicitación del Estimado Amir-ul-Momineen [Líder de los creyentes] con motivo de Eid-ul-fitre (celebración del fin del Ramadán)

Allah es el más grande, Allah es el más grande. No hay más dios que Allah y Allah es el más grande.

Para Él son todos los elogios.

Respecto a la actual situación del Yihad:

Los enemigos del Islam y de Afganistán habían previsto que este año sería crucial para la derrota de los muyahidín y para lograr el malvado objetivo del enemigo. Incluso habían creado esperanzas y expectativas en su pueblo y en el mundo sobre un cambio fundamental en el status quo. Alabado sea Allah, todos sus planes resultaron ser contrarios a sus cálculos y evaluaciones. El enemigo sufrió más pérdidas en almas y equipos este año que en los últimos años. Con cada día que pasa, los muyahidín se han ido familiarizando con las tácticas del enemigo: están logrando acceso a equipamiento esencial para causar mayores pérdidas al enemigo. Toda la gente ha testimoniado las tremendas pérdidas en vidas del enemigo así como el derribo de sus aeronaves. Además, la creciente cooperación de la gente; la infiltración de los muyahidín en las filas del enemigo, la expansión del área del Yihad a todo el país; la creciente escalada en las operaciones diarias y la disponibilidad de tácticas acumuladas; el exterminio de funcionarios de alto rango del enemigo tanto en el norte como en el sur del país, todo nos trae buenas noticias sobre una inminente victoria y un brillante futuro.

En el ámbito mundial el status quo no es favorable a EE.UU. como era en el pasado. La economía estadounidense enfrenta terribles problemas, más que antes. La gente en los países miembros de la OTAN está llegando a conocer realidades de la guerra en Afganistán con cada día que pasa. Una fuerte postura de oposición a esta guerra insensata se arraiga en las mentes del público. Los países participantes en la coalición invasora retiran sus fuerzas (de Afganistán) uno tras el otro. Los países y los pueblos de la región están hartos de la política de la cañonera de EE.UU. En breve, la situación apunta a la victoria de nuestro sagrado Yihad.

Respecto al retiro de contingentes limitados de fuerzas estadounidenses de Afganistán:

Ante todo, quisiera decir que la retirada limitada de las fuerzas invasores no puede resolver, de ninguna manera, el tema de Afganistán. El Yihad continuará constantemente, porque medidas superficiales solo complican más el problema de Afganistán y pueden producir consecuencias dañinas. Las potencias invasoras deben buscar una solución duradera y convincente al problema retirando de inmediato sus fuerzas.

Sobre bases permanentes de EE.UU. en Afganistán:

La nación afgana no está dispuesta a aceptar el establecimiento de bases permanentes de EE.UU. en este país. Los afganos consideran la presencia militar de los invasores, sea en grandes o pequeñas cantidades, como ocupación extranjera. Si los estadounidenses insisten en mostrar arrogancia al respecto y no prestan atención a las demandas de la resistencia yihadi y del pueblo de Afganistán, enfrentarán las mismas secuelas que ahora después de la década de ocupación de Afganistán en la que no pueden encontrar ni consuelo ni respiro en Kabul a pesar del gasto de miles de millones de dólares y la baja de miles de soldados.

Todo el pueblo, en particular las personalidades académicas, políticas e influyentes del país, deben llegar a una posición nacional común de acuerdo con el Emirato Islámico contra el establecimiento de bases de los invasores. Por lo tanto, deben probar a los estadounidenses que toda la nación alberga, al unísono, puntos de vista opuestos a las bases permanentes de extranjeros en nuestro país. La participación en el proceso de apoyo al establecimiento de bases permanentes, aunque tuviera que ocurrir bajo el nombre de la Jirga o parlamento, solo separaría a los traidores de los que están comprometidos con la religión y el país.

Respecto al futuro del país:

Nuestro manifiesto es que Afganistán debiera tener un verdadero régimen islámico que sea aceptable a todo el pueblo del país. Todas las etnias tendrán participación en el régimen y se dispensarán las responsabilidades sobre la base del mérito; mantendremos buenas relaciones con países de la región y del mundo sobre la base del respeto mutuo, de los intereses islámicos y nacionales. Esa gestión se concentrará totalmente en caminos para recuperar las pérdidas espirituales y materiales que han sido causadas por la guerra de tres décadas de duración. Ya que Afganistán tiene vastas tierras laborables, ricas minas y un elevado potencial de recursos energéticos, podremos realizar inversiones en esos sectores en condiciones de paz y estabilidad y liberarnos de los tentáculos de la pobreza, el desempleo, el retraso y la ignorancia, que conducen a otros problemas sociales y económicos. Contrariamente a la propaganda lanzada por los enemigos, la política del Emirato Islámico no apunta la monopolización del poder. Ya que Afganistán es la patria conjunta de todos los afganos, todos los afganos tienen derecho a cumplir su responsabilidad en el campo de la protección y la administración del país. Las futuras transformaciones y desarrollos no se parecerán a los que tuvieron lugar después del colapso del comunismo, cuando todo en el país fue saqueado y el aparato estatal dañado íntegramente. Al contrario, se tomarán medidas estrictas para salvaguardar todas las instalaciones nacionales, departamentos del gobierno y los progresos que han tenido lugar en el sector privado. Los cuadros profesionales y los empresarios nacionales serán aún más alentados, sin ninguna discriminación, para que sirvan a su religión y su país.

Respecto a la negociación:

El Emirato Islámico considera que la presencia de las tropas invasoras extranjeras en el país, sus bombardeos a ciegas, incursiones nocturnas, brutalidad, torturas y tiranía, son la principal causa del actual problema en el país. El problema terminará cuando las brutalidades mencionadas sean eliminadas. De la misma manera, el EI considera que el establecimiento de un régimen islámico independiente es un mecanismo conducente a la sustentabilidad de los intereses religiosos y mundanos del país y sus habitantes. Con este fin, se puede considerar toda opción legítima para lograr ese objetivo. Los contactos que han sido hechos con algunas partes para la liberación de prisioneros no pueden ser calificados de una negociación exhaustiva por la solución de la actual situación en el país. Sin embargo, el Emirato Islámico, como entidad política y militar eficiente, tiene un plan específico e independiente al respecto que ha sido planteado una y otra vez.

Sobre la próxima Conferencia de Bonn:

Esta conferencia no será diferente de la conferencia realizada hace diez años porque no participan representantes genuinos del pueblo afgano, ni se presta atención a una solución exhaustiva y real de los problemas de Afganistán. Como las previas conferencias y Jirgas, esta conferencia es superficial y orientada a exageraciones. Quieren distraer durante algún tiempo la atención del público del mundo de la verdadera solución del problema de Afganistán. Sólo se esperan en ella discursos y planteamientos que hayan sido aprobados previamente por la Casa Blanca y el Pentágono.

Aconsejamos a todos los protagonistas globales involucrados en el tema de Afganistán que busquen una solución real y pragmática del problema afgano en lugar de concentrarse en soluciones artificiales y superficiales. Deben comprender las realidades en el terreno en Afganistán: Los afganos tienen una espléndida tradición en la solución de problemas y de entendimiento entre ellos. Pero eso siempre que la intervención extranjera no exista. Porque considera que es su derecho legítimo, el Emirato Islámico libra una lucha legítima por la defensa de su religión, su país y su suelo. La única razón para ella es la presencia de invasores extranjeros en el país. Si la coalición global invasora termina la ocupación de nuestro país, el Emirato Islámico, como régimen amante de la paz y responsable, mantendrá relaciones positivas con países de la región y del mundo.

Aconsejamos a todos los países, incluidos los vecinos, que no formen parte de ningún juego colonialista respecto al futuro de Afganistán, porque no servirá los intereses de nadie. El Emirato Islámico de Afganistán, como heredero de dos millones de mártires afganos, está determinado a tomar decisiones independientes sobre el futuro de Afganistán pese a la intervención extranjera. Tales decisiones serán la encarnación de las aspiraciones de los mártires y de nuestros intereses nacionales e islámicos, de la dignidad y el honor de los afganos.

Quisiéramos dejar en claro a todas las partes que los afganos no aceptan regímenes impuestos y que semejantes regímenes no pueden perdurar aquí.

Sobre los administradores del gobierno de Kabul:

Una vez más llamamos a los afganos que trabajan para la administración en Kabul a que desistan del apoyo a los invasores; que se pongan de parte de los muyahidín, en un esfuerzo mutuo, contra los enemigos del Islam y del país. Vuestra unión con loa muyahidín obligará a las fuerzas ocupantes a abandonar nuestro suelo. Por lo tanto, los sacrificios de nuestro atribulado pueblo darán fruto y nuestro país se embellecerá con los ornamentos de independencia, prosperidad y del régimen y florecerá. Es de interés para todos.

A los profesores universitarios, a los estudiantes, la intelectualidad y a los escritores dentro y fuera del país:

Nuestro futuro depende de una independencia total. Si no tenemos un país independiente, nuestro futuro no será más que el de esclavos. Un amo nunca da a un esclavo lo que éste elige para su persona. El amo siempre usa al esclavo como instrumento y juguete. En vista de esto, en la pasada década, los agresores de nuestro país no han completado proyectos grandiosos o estratégicos (en nuestro país), es decir grandes represas, una red nacional de electricidad, y otras industrias pesadas. Esos proyectos son vitales para nuestra economía. Al contrario, han instigado abierta y secretamente conflictos geográficos y raciales y alentado a los jóvenes a participar en controversias lingüísticas y geográficas. Eso significa destruir el futuro de nuestro país.

Es nuestra y vuestra obligación islámica y nacional conjunta que salvemos a la joven generación del impacto de la propaganda enemiga orientada al disenso. Tal como nuestro pueblo muyahid hizo resistencia, gracias al sagrado Yihad, contra la ocupación política y militar de nuestro país por los occidentales, del mismo modo, es indispensable que todos bloqueen enérgicamente el camino de la diseminación de la cultura occidental infestada por la depravación y su dañino impacto ideológico en este país musulmán y orgulloso. Debemos esforzarnos devotamente, honradamente y con la característica afgana de fuerte determinación para asegurar que nuestras futuras generaciones vivan en el abrazo de la cultura sagrada del Islam. No lo permita Dios, si no lo hacemos, nuestro valeroso pueblo desconocerá el brillante pasado del Islam debido a los impactos dañinos de la civilización occidental. Profesores, estudiantes, escritores e intelectuales debieran conducir individual y colectivamente una lucha práctica para obtener la independencia total; por la protección de los valores nacionales e islámicos y por la solidaridad de los afganos. Debemos mantenernos unidos por el bien de un objetivo común y eliminar todas nuestras brechas hipotéticas y superficiales. Los valores islámicos pueden eliminar todas las diferencias lingüísticas y geográficas entre los afganos. Pero para lograrlo se necesita sacrificio.

Al público de Afganistán y del mundo:

Ante todo, agradezco a las diversas capas de la sociedad afgana que consideran el actual Yihad Islámico como su obligación religiosa y que han pasado por esfuerzos y fatigas en el camino del Yihad y de la lucha en la última década. Han cooperado en todo sentido con los muyahidín y cumplido su obligación yihadi. Pero a fin de no desperdiciar vuestros sacrificios de la última década, debéis continuar aún más la cooperación. Si una persona puede librar el Yihad físicamente y con un arma, debe cumplir su obligación. El hombre de letras debe utilizar su pluma en la causa de la defensa de su religión y los acaudalados deben gastar su riqueza en la satisfacción de las necesidades yihadis.

Instamos a los musulmanes del mundo a apoyar a los muyahidín mediante su apoyo material y espiritual. De la misma manera, instamos a la gente independiente y a las personalidades del mundo a que apoyen la legítima lucha defensiva de los afganos y a que no permitan que arrogantes tiránicos fuercen a los pueblos oprimidos del mundo a verse expuestos a sus motivos malvados y tiránicos simplemente porque usan la fuerza y la violencia.

Sirviente del Islam, Amir-ul-Momineen

Mullah Mohammad Omar Muyahid

Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article28997.htm