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La guerra en Ucrania y la actual lucha por la liberación nacional de los pueblos de África son un síntoma de la decadencia económica de Estados Unidos

Fuentes: Rebelión

Desde el término de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos ha sido una superpotencia económica y militar, sin embargo en las últimas décadas, ha experimentado una desaceleración económica y una disminución de su influencia global. Esto se debe en parte a la creciente competencia de otras potencias, como China y Rusia y a la configuración de poderosos bloques alternos de poder como el BRICS, y a problemas internos como la desigualdad y crisis económicas y la polarización política. En este contexto, la guerra en Ucrania y la lucha por la liberación nacional en África son señales de la decadencia económica estadounidense y las fisuras en el sistema capitalista global.

La economía de EEUU está siendo impactada por un aumento en la inflación, que constituye el efecto de las sanciones económicas a Rusia impuestas por la gestión Biden. Implicando el acelerado aumento en los precios de los alimentos, la cadena de suministros desde Ucrania se han visto disminuidos o anulados.

Un impacto más peligroso para la economía de EEUU, es el proteccionismo de las naciones «amigas» en el sentido de limitar y proteger su propia industria y exportaciones de la competencia extranjera. La exportación hacia EEUU disminuiría y con precios más altos. EEUU incrementará sus medidas económicas: liberación de reservas de petróleo y gas (muy escasas ya), protección a los consumidores, y disminuir la asistencia financiera a Ucrania. Sin embargo, los ciudadanos EEUU, sufrirán los efectos adversos durante la próxima década.

La Guerra en Ucrania

El conflicto en Ucrania comenzó como una lucha por el control del país entre las fuerzas pro-rusas y pro-occidentales, pero detrás de esta lucha lo que podemos encontrar son intereses económicos y políticos más profundos. La región del Donbás, epicentro del conflicto, posee recursos naturales valiosos y es un importante centro industrial. La guerra ha golpeado duramente a la economía ucraniana y ha debilitado aún más la posición de Estados Unidos en la región. Esta situación ejemplifica la decadencia económica estadounidense y su incapacidad para mantener su influencia en el escenario global. La India y China emergerán como nuevos competidores en la escena internacional y que el poder económico y la riqueza se desplazarán progresivamente hacia Asia. Además, se hace referencia a los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) como un conjunto de Grandes Potencias Continentales que están disputando y compitiendo por nuevos espacios (Monereo, 2010).


Un punto a tener en cuenta es el hecho de que el poder es siempre relacional y que los países que tienen fuerza económica, política y militar exigen voz y poder de decisión. El poder se define por las relaciones entre los actores involucrados. Es decir, el poder no es algo que un actor tenga de forma aislada, sino que se construye en relación con otros actores. Por ejemplo, un país puede tener poder económico, pero este poder sólo es significativo en relación con otros países que tienen menos poder económico. Además, el poder no es algo fijo, sino que puede cambiar con el tiempo y en función de las relaciones entre los actores. En ese sentido el centro de poder económico y político se está desplazando hacia Asia y China quienes se están consolidando como grandes potencias con las que necesariamente habrá que contar en el futuro. Otro punto importante es el fortalecimiento de los BRICS en tanto conjunto de Grandes Potencias Continentales que están disputando y compitiendo por nuevos espacios. Además, esto va ligado a la disputa por los recursos naturales y cuestiones de tipo ecológico-sociales en los conflictos geopolíticos futuros.


Pese a todo, como bien apunta Monereo (2010) el poder político-militar sigue siendo el poder real en la escena internacional. Con los Estados Unidos aprobando cada vez una cantidad récord de presupuesto militar, lo que demuestra la importancia que este tiene en su política exterior.

Además, los Estados Unidos tiene más de 737 bases militares desplegadas en todo el mundo y 200.000 soldados dispuestos y preparados para intervenir
en cualquier momento (Monereo, 2010). En el contexto actual, los Estados Unidos están jugando una fuerte militarización en la región de Asia-Pacífico, impulsando un rearme de grandes proporciones y nuclearizando aún más la zona. He ahí porque la guerra total y global no parece una perspectiva lejana. En este contexto nos situamos en lo que el filósofo
Slavoj Žižek califica de “una paz caliente” (ŽIŽEK, 2022).

El ascenso de China

Las últimas décadas han representado geopolíticamente el ascenso de China como una gran potencia. Esto está implicando una distribución del poder a nivel internacional. China está emergiendo como una gran potencia con la que necesariamente habrá que contar en el futuro. Su capacidad para forjar consensos y ofrecer salidas a viejos conflictos es especialmente significativa. China además ha desarrollado su economía hasta el mismo tamaño que la de Estados Unidos, lo que ha sido visto como “un gran pecado” por parte de Estados Unidos (Monereo, 2023).

En cuanto a la estrategia global de China, esta ha estado gestionado un acuerdo entre Irán y Arabia Saudita, lo que representa una síntesis y resumen de las mutaciones en Oriente Próximo. China está avanzando como realidad y proyecto en la multipolaridad percibida como necesaria para el equilibrio del mundo. El ascenso de China en una palabra está cambiando la distribución del poder a nivel internacional.

En términos geopolíticos, el ascenso de China está llevando a una competencia por los recursos naturales y las cuestiones ecológico-sociales, lo que puede generar conflictos en el futuro. Además, el ascenso de China está llevando a una reconfiguración de las relaciones internacionales y a una mayor complejidad en la toma de decisiones a nivel global.

Un punto importante que no podemos dejar de mencionar son las tensiones alrededor de Taiwán, la cual es una referencia de la política bélica norteamericana como consecuencia de frenar el ascenso y la influencia china. El Partido Progresista Democrático (PPD) en Taiwán ha impulsado el separatismo en la isla, promoviendo un proyecto de «construcción nacional» que minimiza el peso de la tradición china y crea una «comunidad imaginaria» compleja que hace necesario un país independiente.

Además, los países del AUKUS (Australia-United Kingdom-United States) están fomentando el rearme de Taiwán, formando a sus militares y forjando relaciones con otros ejércitos, como el japonés y el filipino.

Estados Unidos también está integrando a Taiwán en las relaciones económicas, políticas y diplomáticas internacionales, ampliando su «status especial» como si fuera un país independiente. Esto hace pensar en un escenario similar al de Ucrania. El conflicto en Ucrania y el conflicto entre la OTAN y Rusia no se ven de la misma forma en el Occidente colectivo que en el Sur global. Detrás de la crisis de hegemonía de Estados Unidos existe
algo más decisivo: el fin del dominio político-militar y cultural de occidente. En el caso de Taiwán, China considera la reunificación con esta isla como un elemento definitivo para superar un largo siglo de humillaciones y guerras civiles que estuvieron a punto de destruirla
como Estado-Civilización.

Además, China nunca podrá ser una gran potencia si no es capaz de controlar su Mediterráneo, es decir, el Mar de China (Meridional y Oriental), en cuyo centro se encuentra Taiwán.

En definitiva, Taiwán es un punto de conflicto organizado por Estados Unidos y su rearme y la integración en las relaciones económicas, políticas y diplomáticas internacionales están generando tensiones con China. En el marco de las actuales condiciones geopolíticas al igual que Ucrania Taiwán representa un foco significativo entre las tensiones entre el bloque de Eurasia (Rusia y China) y el bloque de la OTAN (Monereo, 2023).

Tensión Global y Lucha por la Liberación en África

La lucha por la liberación nacional en África refleja el creciente deseo de los pueblos africanos de controlar sus recursos naturales y construir sus propias economías. Durante décadas, las potencias coloniales y neocoloniales han explotado los recursos africanos en su beneficio, sumiendo a las poblaciones locales en la pobreza. Estos conflictos representan un movimiento de resistencia contra la explotación, un llamado a la autodeterminación y la justicia económica y social.

Sin embargo el punto es comprender que la liberación de los pueblos oprimidos no vendrá de potencias como China o Rusia, las cuales también persiguen sus propios intereses económicos y políticos. En cambio, la clave reside en la solidaridad internacional y la unidad de los pueblos oprimidos frente al colonialismo y el imperialismo.

La lucha por la liberación en África es un comienzo, un recordatorio de que el sistema capitalista global no es invulnerable y de que es necesario que los pueblos marginados se unan para construir un mundo socialmente más justo. La guerra en Ucrania y la lucha por la liberación en África son sintomáticas de la decadencia económica de Estados Unidos y las tensiones en el sistema capitalista mundial. Estos conflictos son llamados a la acción y un recordatorio de que, juntos, podemos moldear un futuro más equitativo y humano. Cómo bien señaló Wallerstein, la única certeza es que el sistema mundo actual no sobrevivirá, la cuestión relacionada con qué lo sustituirá implica, no obstante, una lucha feroz (wallerstein, 2007).

Conclusiones

La guerra en Ucrania y la lucha por la liberación en África son dos manifestaciones evidentes de la decadencia económica de Estados Unidos y las tensiones inherentes al sistema capitalista global. A medida que otras potencias, como China, emergen como competidores en la escena internacional, se hace evidente que el equilibrio de poder está cambiando. Estados Unidos, aunque mantiene una fuerte presencia militar, está perdiendo terreno en términos económicos y políticos.

El ascenso de China, en particular, representa un desafío significativo para la hegemonía estadounidense. Su crecimiento económico y su capacidad para forjar alianzas y resolver conflictos están reconfigurando las relaciones internacionales por completo, abriendo una ventana de oportunidades para nuevos procesos de liberación como el que se vive en
África. Sin embargo las tensiones en torno a Taiwán son un ejemplo claro de cómo las rivalidades entre las superpotencias pueden desencadenar conflictos de escala inimaginables que amenazan con extinguir a toda la humanidad.

La lucha por la liberación en África refleja el anhelo de los pueblos africanos de controlar sus recursos y construir sus propias economías, liberándose de la explotación y el saqueo del cuál han sido víctimas históricamente. Es importante reconocer que la verdadera liberación no vendrá de potencias extranjeras, sino de la solidaridad y unidad de los pueblos oprimidos.

En este contexto, estos eventos son un llamado a la acción por parte de los pueblos oprimidos y marginados. Nos recuerdan la necesidad de trabajar juntos para construir un mundo más justo y equitativo, un comunismo reinventado. No podemos depender de las potencias existentes para liderar este cambio; debemos confiar en nuestra propia solidaridad y unidad para alcanzar la justicia económica y la liberación genuina.

Es en la colaboración y la búsqueda de soluciones comunes donde encontraremos la clave para enfrentar los desafíos de nuestro tiempo y construir una sociedad mucho mejor.

Referencias

Monereo, M. (07 de febrero de 2010). El lento Declive de la Hegemonía
usamericana. Obtenido de Rebelion.org

Monereo, M. (29 de marzo de 2023). China, la Cuenta atrás comenzó. Obtenido de Publico
Wallerstein, I. (2007). LA SITUACIÓN MUNDIAL FRENTE AL DECLIVE DE LOS ESTADOS UNIDOS. En M. A. hijo, C. E. MARTINS, F. G. SUNSHINE, I.
WALLERSTEIN, O. C. LEIVA, & D. CASTILLO, Et al, CRISIS DE
HEGEMONÍA DE LOS ESTADOS UNIDOS. (págs. 95-102). SIGLO XXI
EDITORES.
ŽIŽEK, S. (25 de Marzo de 2022). From Cold War to Hot Peace. Obtenido de Project Syndicate

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.