La atribulada fuerza conjunta de paz de las Naciones Unidas y la Unión Africana para la occidental región sudanesa de Darfur (Unamid), que cuenta con pocos efectivos y helicópteros, es muy criticada por su costo, inusualmente elevado. Es «escandaloso» gastar 2.000 millones de dólares al año en mantener la Unamid cuando las necesidades urgentes del […]
La atribulada fuerza conjunta de paz de las Naciones Unidas y la Unión Africana para la occidental región sudanesa de Darfur (Unamid), que cuenta con pocos efectivos y helicópteros, es muy criticada por su costo, inusualmente elevado.
Konaré, ex presidente de Mali (1992-2002), señaló en un debate en la ONU que «lamenta realmente» el «gasto de enormes cantidades de dinero en la prevención de conflictos que podrían servir a cubrir los objetivos de desarrollo» no alcanzados en ese continente.
El gigantesco presupuesto de Unamid, uno de los mayores de la historia de las misiones de paz de la ONU, es «escandaloso», señaló. De todos modos, la clave para resolver el problema de Darfur está «en nosotros», consideró.
Konaré admitió, en ese sentido, que los problemas de paz y de seguridad del continente eran una «responsabilidad africana».
«Creamos instituciones y debemos darles el poder y los medios para adoptar medidas apropiadas y a tiempo», dijo a la prensa el día 10.
El embajador de China, aliado clave de Sudán, Wang Guangya, dijo el mes pasado al Consejo de Seguridad de la ONU que «pobreza y atraso son las causas de raíz de los problemas de Darfur».
Por su misma naturaleza, señaló, «se trata de una cuestión de desarrollo».
Además, Guangya citó al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para quien «las disputas por el agua son la principal causa del conflicto de Darfur».
«Sólo la mejora de la vida de la población de esa región eliminará la causa de los enfrentamientos y mejorará la seguridad», sostuvo el enviado chino.
Pero Estados Unidos calificó de «genocidio» las matanzas que ocurren en Darfur.
La ONU estima que el conflicto en esa región, que ya lleva cuatro años, se cobró la vida de más de 200.000 civiles y dejó más de 2,2 millones de refugiados y desplazados.
La nueva fuerza híbrida de Unamid, que comenzó sus operaciones el 31 de diciembre de 2007 y es quizá la mayor misión de paz del mundo, tendrá un mandato inicial de 12 meses e incorpora la anterior Misión de la Unión Africana en Sudán, allí apostada desde 2004.
El presupuesto de 2.000 millones de dólares de Unamid supera el de la misión de paz para la República Democrática del Congo, de 1.100 millones de dólares al año.
De las 20 misiones de paz hoy implementadas por la ONU, ocho se ubican en África: Burundi, Costa de Marfil, Chad y República Centroafricana, Etiopía y Eritrea, Liberia, República Democrática del Congo, Sahara Occidental y Sudán.
Por ahora, Unamid sólo cuenta con 9.000 soldados y tiene pocos helicópteros y carece de suficiente equipamiento de apoyo en tierra.
La Unión Africana, de 53 miembros, alega que debe ser la principal responsable de la resolución de conflictos en el continente. El gobierno sudanés insiste en que los efectivos de Unamid deben ser virtualmente todos africanos.
Jartum ya rechazó efectivos de Noruega y Suecia y expresó reservas a la participación de batallones de Nepal y Tailandia.
Cuando el Consejo de Seguridad aprobó la creación de la Unamid, con 26.000 efectivos, a fines de julio de 2007, previó que la fuerza debía tener «un carácter predominantemente africano», recordó el subsecretario general de la ONU para operaciones de paz, Jean-Marie Guehenno.
«Tener una fuerza que tenga un carácter exclusivamente africano es otro asunto», dijo Guehenno. «Hay muchas razones de peso que tornan necesaria una mayor combinación de soldados» de diversas regiones, aclaró
La secretaría de la ONU expresó su voluntad de «priorizar el despliegue» de efectivos de dos naciones africanas, Egipto y Etiopía, «en el entendido de que las unidades asiáticas se desplegarían en forma oportuna».
La falta de apoyo clave a la Unamid, incluido transporte en tierra y aéreo, participación diplomática y política con las partes involucradas y cooperación del país beneficiario, «exacerbó» las dificultades operativas y logísticas con las que ya debe lidiar la misión por tratarse de un territorio alejado e inhóspito, dijo Guehenno al Comisión Especial de Misiones de Paz de la ONU.
Hay un mayor respaldo a las misiones de paz, añadió, pero «el interés oscilante y la falta de apoyo de la comunidad internacional dificultan mantener los objetivos alcanzados en áreas clave del conflicto».
El presupuesto total de las misiones de paz, inferior a los 2.000 millones de dólares en 2003, puede superar los 7.000 millones de dólares en el periodo 2007-2008, que triplica el del foro mundial para todo un año, señaló a la misma comisión la secretaria general adjunta de apoyo en el terreno, Jane Holl Lute.
La mayor parte de los 7.000 millones de dólares se destinará a la Unamid.