El número de policías afganos muertos durante 2010 descendió un siete por ciento a 1.292, dijo el lunes el Gobierno, pese a que la violencia se extiende en todo el país mientras la guerra ingresa en su décimo año. Las víctimas entre civiles y militares extranjeros están en niveles récord pese a la presencia de […]
El número de policías afganos muertos durante 2010 descendió un siete por ciento a 1.292, dijo el lunes el Gobierno, pese a que la violencia se extiende en todo el país mientras la guerra ingresa en su décimo año.
Las víctimas entre civiles y militares extranjeros están en niveles récord pese a la presencia de unos 150.000 militares liderados por la OTAN, y el 2010 es el año más sangriento desde que los talibanes fueran derrocados por fuerzas respaldadas por Estados Unidos a fines del 2001.
El portavoz del Ministerio del Interior Zemari Bashary dijo que 2.447 policías afganos resultaron heridos, mientras que 5.225 insurgentes fallecieron y 949 resultaron heridos. Añadió que el Gobierno no tenía una cifra de víctimas insurgentes en el 2009.
Hubo un total de 6.716 incidentes de seguridad en 2010, como emboscadas, bombas en los caminos, atentados suicidas y ataques con cohetes, dijo Bashary.
Los talibanes están en su punto más fuerte desde que fueron derrocados por negarse a entregar a miembros de Al Qaeda, entre ellos a Osama Bin Laden, tras los atentados del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos.
La insurgencia se ha extendido fuera de sus bastiones tradicionales en el sur y el este del país en los últimos dos años y ahora está presente en áreas más pacíficas del norte y el oeste. El norte se ha convertido en un nuevo frente mortal en la guerra.
El Ministerio del Interior dijo que 2.043 civiles murieron y 3.570 resultaron heridos, pero no divulgó cifras para el 2009. Las Naciones Unidas dijeron que 2.412 civiles murieron y 3.803 resultaron heridos entre enero y octubre del año pasado, un 20 por ciento más que en el 2009.
El Ministerio de Defensa señaló que 821 soldados afganos murieron el año pasado y tampoco tuvo una cifra disponible para 2009.
El brigadier general Josef Blotz, portavoz de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) de la OTAN, señaló que el alto número de víctimas entre las fuerzas de seguridad afganas «es una prueba de su sacrificio, sus esfuerzos, su compromiso, su lucha por el país».
También hizo hincapié en el alto número de víctimas civiles.
Blotz dijo que un incremento en el número de tropas extrajeras que luchan en Afganistán el año pasado llevó a un inesperado aumento de la violencia «pero obviamente es un paso necesario, una fase necesaria en la estrategia general».
«Antes de que mejore, desafortunadamente tiene que empeorar y eso es lo que vimos hacia finales de 2010», declaró.
Las tropas extranjeras sufrieron un récord de bajas en 2010. Un total de 711 militares fallecieron, dos tercios de los cuales eran estadounidenses, según la web que supervisa las víctimas www.iCasualties.org.
Por lejos es el año más sangriento del conflicto para las tropas extranjeras, frente a los 521 muertos en 2009, que era el peor año hasta el momento.
La estrategia de guerra anunciada por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el mes pasado determinó que las fuerzas de la OTAN y de EEUU estaban haciendo progresos contra los talibanes y Al Qaeda pero sigue habiendo grandes retos por delante.
Los líderes de la OTAN acordaron en una cumbre en Lisboa en noviembre poner fin a las operaciones de combate y entregar la responsabilidad de la seguridad a las fuerzas afganas para finales de 2014. Obama ha prometido que comenzará a retirar sus tropas a partir de julio del 2011. Pero los sectores críticos dicen que el objetivo del 2014 establecido por el presidente afgano Hamid Karzai es muy ambicioso, que hay deficiencias en las fuerzas de seguridad afganas, y que establecer un objetivo para comenzar a retirar las tropas sólo envalentona a los insurgentes.
Fuente: http://lta.reuters.com/article/worldNews/idLTASIE70205C20110103?sp=true