La cantidad de jóvenes aumenta más rápido que la oferta de trabajo en los países insulares del océano Pacífico. En esa dinámica, las mujeres son las más perjudicadas porque también soportan la presión de tener que ajustarse a los tradicionales roles de género. En la región de Asia sudoriental y Asia Pacífico, el desempleo afecta […]
La cantidad de jóvenes aumenta más rápido que la oferta de trabajo en los países insulares del océano Pacífico. En esa dinámica, las mujeres son las más perjudicadas porque también soportan la presión de tener que ajustarse a los tradicionales roles de género.
En la región de Asia sudoriental y Asia Pacífico, el desempleo afecta a 14,2 por ciento de las jóvenes y a 12,9 por ciento de los varones en la misma franja etaria.
En particular, menos de 35 por ciento de las mujeres de entre 20 y 29 años tienen un trabajo formal en Islas Salomón, Islas Marshall y Samoa.
En Vanuatu, ubicado al oeste de Fiyi en el sur del océano Pacífico, con unos 246.000 habitantes, la mayor disparidad de género en el ámbito laboral se da en las ciudades. En la capital, Port Vila, 43 por ciento de las mujeres tienen empleo.
Los hombres dominan los puestos de trabajo tanto en el sector privado como en el estatal. Alrededor de 61 por ciento de los funcionarios públicos, unas 6.500 personas, son varones, y 39 por ciento mujeres.
La mayoría de los habitantes, llamados Ni-Vanuatu, viven en zonas rurales y practican una agricultura de subsistencia, pero la rápida urbanización favoreció el desempleo juvenil que afecta a 9,2 por ciento del sector, muy por encima del 4,6 por ciento de la población económicamente activa que, a escala nacional, no tiene trabajo.
La cifra aumenta a 27 por ciento en los pueblos donde las mujeres Ni- Vanuatu son mayoría en empleos de limpieza, venta y servicios.
Kathy Solomon, directora del Asociación del Centro de Capacitación para el Desarrollo Rural de Vanuatu, dijo a IPS que las jóvenes deben hacer frente a múltiples desafíos para asegurarse un trabajo, en especial en el sector formal.
«Todavía hay una barrera cultural por la expectativa de que las mujeres cumplan los tradicionales roles de género», explicó Solomon, cuya organización capacita a jóvenes y promueve la equidad.
«Además, muchas mujeres no están realmente calificadas para ocupar cargos altos en el Estado ni en el sector privado, y no se sienten seguras entre hombres», añadió.
El impacto de la desocupación es «evidente por los altos índices de violencia doméstica y de abuso contra las mujeres», alegó.
«Los hombres creen que porque son el sostén de la familia pueden hacer cualquier cosa a las mujeres. Las jóvenes que no consiguen trabajo se deprimen y son más propensas a prostituirse y a volcarse al consumo de kava», añadió.
Vasta población juvenil en las islas del Pacífico
En los estados insulares del océano Pacífico, los jóvenes tienen tres veces más posibilidades que los adultos de quedar fuera del mercado laboral.
Con la crisis económica que perjudica principalmente al Norte rico, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que prevé que el desempleo juvenil siga creciendo en Asia sudoriental y Asia Pacífico, alertó a los gobiernos de evitar el surgimiento de una «generación perdida» que podría no cosechar jamás los beneficios de un empleo remunerado y productivo.
El aumento de jóvenes en la región es consecuencia del rápido crecimiento poblacional. Veinte por ciento de los 10 millones de habitantes de las islas del Pacífico tienen entre 20 y 24 años.
Se estima que 6,6 por ciento de los jóvenes están desocupados, pero la cifra omite a aquellos que trabajaron de forma casual, estuvieron mal remunerados o realizaron tareas de subsistencia.
Las dificultades para encontrar trabajo se ven exacerbadas por el crecimiento económico desigual, en especial en Melanesia, y el aislamiento geográfico y los recursos limitados en Micronesia.
El plan de estudios en muchos países del Pacífico dio prioridad a la formación para trabajos de oficina, dejando a muchos jóvenes sin la capacitación necesaria para los oficios o las industrias locales, como el turismo.
En la competencia por empleos locales, las jóvenes suelen toparse con la mentalidad de que su «lugar correcto» está en el hogar, aun cuando las estadísticas muestran que la matrícula femenina en la educación es mayor que la de los varones en lugares como Kiribati, Islas Marshall, Nauru, Samoa y Tuvalu.
«Debe decirse que el desempleo femenino tiene más que ver con actitudes culturales que no valoran la participación femenina en política, en la toma de decisiones a escala comunitaria, institucional y nacional», dijo a IPS la asesora sobre jóvenes de la Secretaria de la Comunidad del Pacífico de Fiyi, Mereia Carling.
«Otros aspectos de la desigualdad de género en el sistema educativo, como el hecho de que las muchachas sean conducidas hacia la economía doméstica y los varones hacia la tecnología, puede contribuir a la baja tasa de empleo femenino», añadió.
«Si bien se manda a las niñas a la escuela, al parecer el comportamiento tradicional sigue determinando el futuro de las jóvenes», añadió.
Tarusila Bradburgh, coordinadora del Consejo Juvenil del Pacífico, pronosticó que los cambios en los comportamientos culturales requerirán mucho tiempo, aun si en países como Fiyi, una gran cantidad de muchachas terminan la escuela, reciben becas y concurren a instituciones terciarias.
«Las jóvenes lentamente derriban barreras, en especial en áreas dominadas por varones, como ingeniería y aviación civil, pero el avance es lento», dijo a IPS. «Mientras no cambien la mentalidad y el comportamiento hacia las mujeres, los avances y los cambios serán muy lentos», reiteró.
Otras consecuencias del desempleo de mujeres jóvenes en la región son la pobreza, la delincuencia, el alcoholismo y la drogadicción, la prostitución y los embarazos adolescentes.
Hay 138 nacimientos cada 1.000 adolescentes de entre 15 y 19 años en Islas Marshall, 67 en Islas Salomón y 64 en Vanuatu. Las muchachas suelen abandonar la escuela y pasar a depender económicamente de sus familias extensas si no pueden encontrar trabajo.
Según la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico (Cespap), del Consejo Económico y Social de la Organización de las Naciones Unidas, la pérdida de productividad en la región por la baja participación laboral de las mujeres se ubica entre 42.000 y 47.000 millones de dólares al año.
Los sectores que podrían promover el empleo juvenil son la agricultura, la silvicultura, la pesca, el ambiente, el turismo y la cultura, según Cespap.
Actualmente, Islas Cook y Niue son los únicos estados insulares de la región con posibilidades de lograr el pleno empleo productivo para 2015.