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Soldados alemanes disparan a matar contra los manifestantes

Letales enfrentamientos en Afganistán

Fuentes: Der Spiegel

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

(El ejército alemán ha corregido su declaración inicial sobre las protestas que dejaron doce muertos en Afganistán. Ahora el Bundeswehr ha admitido que disparó deliberadamente contra los manifestantes que estaban atacando una base alemana.)

El ejército alemán, el Bundeswehr, ha publicado nuevos y explosivos detalles acerca de un violento altercado entre manifestantes y soldados alemanes en el norte de Afganistán que el pasado miércoles causó doce muertos y docenas de heridos, entre ellos dos soldados alemanes. En una declaración publicada en su página web el viernes por la mañana, el ejército se volvió atrás de anteriores afirmaciones y admitió que los soldados alemanes habían disparado deliberadamente contra los manifestantes. El Bundeswehr dijo también que era posible que los disparos hubieran sido responsables de al menos una muerte.

El incidente se produjo el miércoles por la mañana frente al campo militar alemán situado al norte de la ciudad afgana de Taloqan, en la provincia de Takhar, mientras se estaba celebrando una ceremonia fúnebre por cuatro personas, entre ellas dos mujeres, asesinadas por las tropas estadounidenses en una operación nocturna contra supuestos terroristas. El Bundeswehr había asegurado con anterioridad que los soldados alemanes sólo habían efectuado disparos de advertencia para proteger su campamento de nuevos ataques de los indignados manifestantes que integraban la procesión fúnebre.

El Bundeswehr afirma que algunos miembros de la procesión fúnebre lanzaron numerosas granadas de mano y cócteles Molotov a los aproximadamente cuarenta soldados alemanes que integran el pequeño campamento. El perímetro del campamento estaba protegido por guardias afganos pertenecientes a un denominado «equipo provisional de asesoramiento» (PAT, por sus siglas en inglés). Según se informó, tras ser objeto de duros ataques, tanto los guardias afganos como los soldados alemanes dispararon contra la muchedumbre, al parecer con la intención de dispersarla.

Hasta ahora, el Bundeswehr ha negado cualquier responsabilidad en las muertes de al menos cuatro manifestantes en el exterior de las puertas del campamento. El miércoles por la tarde, la página web del Bundeswehr seguía diciendo que el ejército «no tenía pruebas» de que los soldados alemanes hubieran disparado y matado a los atacantes. En varias entrevistas anteriores, el ministro de defensa alemán Thomas de Maizière había dicho que sólo quería esperar a los resultados de la investigación antes de hacer cualquier declaración concreta sobre los sucesos.

Heridos en la pierna

Los vecinos del lugar cuestionaron la información facilitada sobre el incidente aportando nuevos detalles importantes sobre la secuencia de los hechos. Dicen que, tras ser duramente atacados por la multitud, los soldados se colocaron en «posición de autodefensa». Y que después hicieron «una serie de advertencias, incluyendo señales con la mano» y que también lanzaron «al aire disparos de advertencia». Sin embargo, dicen también que, posteriormente, los soldados dispararon «a las piernas de los manifestantes que se mostraban más violentos», en palabras del Bundeswehr. «En tres, quizá cuatro casos», afirma el informe, se «disparó contra los atacantes violentos» al «torso, los brazos o las manos». Parece que uno de los atacantes recibió unn tiro «en la zona del cuello o la cabeza».

El nuevo comunicado del Bundeswehr sugiere que los soldados alemanes también podrían ser responsables de la muerte de varios manifestantes. Según los expertos, los disparos lanzados con armamento moderno son casi siempre letales cuando alcanzan la cabeza, el cuello y el pecho. Los doctores de la ciudad afirman que las protestas, que se estuvieron desarrollando en la zona central de la ciudad durante todo el día, dejaron al menos 12 muertos y más de 80 heridos.

Parece improbable que puedan realizarse exámenes forenses para determinar si los alemanes fueron responsables de algunas de las muertes. Las costumbres islámicas determinan que los cuerpos de los muertos se entierren en las 24 horas posteriores al momento de la defunción. Como ya se han efectuado los enterramientos, no es posible llevar a cabo una autopsia u otro tipo de examen.

La aparición de estos nuevos detalles tendrá graves consecuencias para los soldados implicados en las hostilidades, que quizá tengan que enfrentarse a una investigación. El Bundeswehr ha contactado ya con los fiscales federales alemanes y les ha hecho llegar los detalles del incidente.

Investigaciones en marcha

Las tropas internacionales que integran la ISAF, la Misión que la OTAN dirige en Afganistán, deben cumplir normas estrictas acerca del uso de las armas de fuego, sobre todo para evitar víctimas civiles durante las operaciones militares. Actualmente, la organización tiene un equipo investigando los hechos en Taloqan. Además, un grupo de importantes investigadores afganos se desplazó el jueves al norte de Afganistán para intentar conseguir nuevos detalles sobre la escalada de la violencia.

El presidente afgano Hamid Karzai se ha implicado personalmente en el asunto, pero hasta ahora se ha limitado a criticar la letal operación militar estadounidense que atizó las protestas. Aunque fuentes militares estadounidenses afirman que los muertos en el ataque eran peligrosos insurgentes, los afganos dicen que los muertos eran civiles.

El alto estatus de los funcionarios desplazados a Taloqan es un indicador de lo seriamente que se está tomando el incidente. El jefe de policía responsable de la zona norte de Afganistán, el general Daud, conocido en todo el país, ha viajado allí para incorporarse a las conversaciones con los dirigentes regionales tratando de calmar la situación. Mientras tanto, el general de brigada Zalmai Waisa, el comandante del 209 cuerpo del ejército afgano, está trabajando en el desarrollo de un nuevo plan para mejorar las defensas del campo alemán.

Todavía no está claro si los diversos equipos de investigadores examinarán también los sucesos que provocaron las violentas protestas. Los afganos tienen claro que las tropas estadounidenses mataron a cuatro civiles tras lanzar el ataque de un comando cerca de Taloqan, donde se pensaba que había un comandante del grupo terrorista del Movimiento Islámico de Uzbekistán (MIU). El ISAF continúa diciendo que los dos hombres y las dos mujeres eran combatientes de la insurgencia. También afirma que las cuatro personas murieron tras apuntar con armas a los soldados, al parecer fuerzas especiales estadounidenses acompañadas de soldados afganos entrenados por EEUU.

Fotos (Reuters) de los sucesos en: http://www.spiegel.de/fotostrecke/fotostrecke-68310.html

Fuente: http://www.spiegel.de/international/world/0,1518,763937,00.html

rCR