Un total de 419 inmigrantes indocumentados han sido interceptados en Australia desde el viernes pasado a pesar de los centros de detención y otras políticas disuasorias, según indicaron ayer los medios locales. Estos inmigrantes, en su mayoría personas procedentes de Sri Lanka, Afganistán y otros países asiáticos en busca de asilo político o por necesidades […]
Un total de 419 inmigrantes indocumentados han sido interceptados en Australia desde el viernes pasado a pesar de los centros de detención y otras políticas disuasorias, según indicaron ayer los medios locales.
Estos inmigrantes, en su mayoría personas procedentes de Sri Lanka, Afganistán y otros países asiáticos en busca de asilo político o por necesidades económicas, arribaron a bordo de cuatro embarcaciones interceptadas por las autoridades.
El ministro australiano del Interior, Jason Clare, indicó que, del último barco interceptado el domingo, 134 indocumentados serán enviados a la ciudad de Darwin para recibir atención médica y el resto a la isla de Christmas, situada a unos 2.000 kilómetros del continente australiano.
El pasado agosto, el Gobierno aprobó la apertura de sendos centros de detención en Papúa Nueva Guinea y Nauru, donde ya ha enviado a decenas de inmigrantes irregulares, para la tramitación de las peticiones de asilo.
En caso de que no se les reconozca como refugiados políticos o religiosos, los solicitantes son deportados.
Medio centenar de inmigrantes ceilandeses han preferido desde el pasado agosto retornar a su país de origen para evitar ser enviados a Papúa Nueva Guinea o a Nauru.
Sin embargo, es incesante el goteo de barcos de inmigrantes que llegan a aguas australianas con la esperanza de entrar en el país de forma irregular, aunque muchos de ellos son interceptados también por las autoridades de Sri Lanka o Indonesia.
Entre octubre de 2001 y junio de 2012, 964 personas han muerto o han sido dadas por desaparecidas en alta mar en estas peligrosas travesías por mar en navíos con decenas de inmigrantes hacinados en condiciones precarias, según las cifras del Gobierno australiano.
La ACNUR ha criticado la política de Australia de reubicar a los solicitantes de asilo en terceros países.